50 años del golpe de Banzer del 21 de Agosto de 1971 contra Asamblea Popular

Por Partido de los Trabajadores (Bolivia)

Se cumplen 50 años del golpe contrarrevolucionario cívico militar del 21 de agosto de 1971, encabezado por el general Hugo Banzer, con apoyo de Estados Unidos y Brasil, del MNR y Falange Socialista, de las transnacionales, de los grandes capitalistas y oligarcas, que derrocó al general Juan José Torres. Así los militares y los supuestos “democráticos” se unieron en agosto de 1971 para aplastar la Asamblea Popular, el objetivo central del golpe.

Ese extraordinario organismo, fue fundado el 1ro de mayo del mismo año por la Central Obrera Boliviana, que había constituido previamente el Comando Político de los Trabajadores y del pueblo, en las jornadas de movilización popular del 7 de octubre de 1970. Encarnaba el poder del pueblo trabajador.

La Asamblea –que sesionó con 221 delegados en el Palacio Legislativo– hizo estremecer el sistema político del país, penetrado por las transnacionales. Pese a sus limitaciones, en primer lugar de la dirección de Juan Lechín y buena parte de los dirigentes, que pretendían reducir la Asamblea Popular a “controlar” al gobierno militar de Juan José Torres, la asamblea comenzó a deliberar sobre los problemas nacionales y adoptó la “Tesis Socialista” de la COB como su base de principios. “Nuestro objetivo es el socialismo y nuestro método para alcanzar dicho fin histórico es “la revolución social” que nos permitirá transformar el proceso nacionalista en socialista, subrayó la Tesis”.

Es decir la Asamblea Popular fue un nuevo proyecto de Estado democrático de los trabajadores, que mediante representantes de sus organizaciones se proponía la conquista de todo el poder político, terminar con el dominio imperialista oligárquico del país y establecer una economía al servicio del pueblo trabajador de la ciudad y el campo.

Evidentemente esto era incompatible con el apoyo al gobierno militar, pese a la fraseología nacionalista de Torres. Y sólo podría imponerse derrotando a las Fuerzas Armadas que eran los custodios del orden capitalista. No hubo medidas concretas de la Asamblea Popular para rearmar las milicias obreras y para fracturar a la base popular, campesina e indígena de las Fuerzas Armadas.

La inacción previsible de Torres frente a sus camaradas militares, que preparaban abiertamente el golpe, les permitió a estos avanzar rápidamente. El 21 de agosto triunfa el golpe conducido por el coronel Hugo Banzer, que concluyó con cerca de 200 muertos, 65 desaparecidos y más de mil heridos a bala, según la Asamblea de Derechos Humanos de Bolivia, después de una resistencia heroica, con medios muy precarios, de militantes de izquierda y de la COB.

Democracia y dictadura

El golpe de 1971 fue para mantener la dictadura capitalista y anular el proyecto de democracia del pueblo trabajador. Años después, en 1982 cayeron las dictaduras militares. Pero los gobiernos civiles patronales capitalistas que se sucedieron, del MNR, MIR, ADN, todos gobernaron contra el pueblo, incluyendo al propio Banzer que volvió como gobernante “civil”. Estos gobiernos ejercieron, con una careta democrática, una dictadura de clase, que se mantiene con el disfraz del Parlamento y los partidos, pero que para los trabajadores significó la deslocalización minera, decenas de miles de despidos, grandes represiones que llegaron hasta las masacres del octubre negro en El Alto.

El gobierno del MAS no se quedó atrás. Pese al origen popular campesino del MAS, y a rebelión popular que lo llevó al poder, en la medida en que se unió a los capitalistas y transnacionales, se transformó en su instrumento y traicionó al pueblo, también ejerció la represión contra el pueblo y anuló totalmente la democracia de las organizaciones, comenzando por la COB. Para mantener una política económica al servicio de transnacionales y oligarcas.

El gobierno de Añez y Murillo, apoyados por Camacho y Mesa, mantuvo la misma política económica, el mismo dominio de los grandes capitalistas, la represión antipopular, con el mismo disfraz del Parlamento, con mayoría del MAS. Entre todos se pusieron de acuerdo para mantener la ley de partidos, que consagra el monopolio absoluto de 9 partidos políticos legales.
Hoy el gobierno de Añez mantiene este dominio de los grandes capitalistas. La democracia es para unos pocos.

El Partido de los Trabajadores lucha por una verdadera democracia de los trabajadores, con el gobierno de sus organizaciones democráticas de base, como se lo propuso la Asamblea Popular en 1971.

21 de agosto de 2021.

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