8M: Por una jornada de lucha contra la violencia gubernamental, patriarcal y por el derecho a decidir

Por Mujeres en Lucha (PSL e independientes)

Que la nueva jornada mundial de lucha de las mujeres trabajadoras, encuentre a las venezolanas movilizadas en las calles

Este 8 de marzo de 2021, se conmemora otro día internacional de la mujer trabajadora. Un emblemático día en el que las mujeres del mundo reivindicamos la historia de las obreras que murieron quemadas en una fábrica en Nueva York en 1908 en medio de una huelga por aumento de salarios, un día para recordar el legado que la revolucionaria socialista alemana, Clara Zetkin, nos dejó al proponer nuestra fecha en el congreso internacional feminista de 1910 en Copenhague y rememorar la heroica lucha de las trabajadoras rusas que se movilizaron el 8 de marzo de 1917 para dar inicio a lo que luego desencadenó en la Revolución Rusa, donde la lucha de las mujeres conquistó, por primera vez en el mundo, la legalización y gratuidad del aborto, así como el derecho al divorcio y el voto femenino.

En Venezuela las condiciones para luchar están presentes y cada vez son más urgentes ante una crisis generalizada, agravada por las sanciones económicas impuestas por países imperialistas y el contexto de pandemia por el covid 19, y a la que el gobierno de Maduro reacciona aplicando un plan de ajuste para que las mujeres, la clase trabajadora y sectores populares sean los que soporten, la crisis, sobre sus hombros.

Las precarias condiciones de vida tienden a afectar desproporcionadamente a las mujeres, los datos muestran que tenemos menos participación en el mercado laboral, percibimos salarios más bajos y representamos la mayoría en empleos informales y en el sector salud, expuestas al contagio por covid 19, a la vez que estamos invisibilizadas mientras nos dedicamos de manera gratuita a la crianza y al cuidado de otros familiares y al trabajo comunitario, ejerciendo tareas extra por el deterioro de los servicios básicos. Estas condiciones nos hacen más vulnerables e indefensas frente a las relaciones de explotación, así es como el sistema se aprovecha de las desigualdades de género para obtener mejores ganancias.

Bajo estas circunstancias las mujeres trabajadoras y de los sectores populares ni siquiera tenemos control sobre nuestros cuerpos, con limitaciones para ejercer sanamente nuestra sexualidad y derechos reproductivos, especialmente las mas jóvenes carecen de educación sexual, además de dificultades económicas para adquirir métodos anticonceptivos.

Es así como las mujeres trabajadoras y de sectores populares en Venezuela, estamos prácticamente forzadas a ser madres como único destino, expuestas a la explotación de nuestros cuerpos para el goce, disfrute y beneficio del sistema capitalista que se aprovecha de las desventajas y sostiene con nuestros cuerpos los privilegios machistas y patriarcales.

En Venezuela el aborto es ilegal y está fuertemente penalizado; sin embargo, esto no impide que se realicen frecuentemente, sobre todo en clínicas privadas como parte de un proceso médico rutinario, sin embargo, esta no es la misma suerte para la mayoría de las mujeres que en condiciones de pobreza y alejadas de los centros urbanos, donde la interrupción voluntaria de un embarazo, por la razón que sea, se convierte en una práctica, además de clandestina, en insegura, pues se realiza en condiciones inadecuadas e insalubres, poniendo en peligro la vida de las mujeres y cuerpos gestantes, ocasionando riesgos y muertes que puede ser completamente evitables.

Contra la violencia patriarcal: Organización y lucha de las mujeres

Frente a esta realidad organizaciones sociales, políticas y demas referentes feministas se han venido pronunciando, movilizadas en las calles de manera unitaria, en el mundo y también en Venezuela, dejando en claro la importancia de la despenalización social y legal del aborto, protestando activamente contra la violencia gubernamental y patriarcal hacia las mujeres, exigiendo la legalidad y gratuidad del aborto en cada hospital de Venezuela, que se haga aplicable la ley de la mujer por una vida libre de violencia y que se apliquen políticas que estimulen y favorezcan las condiciones laborales y salariales de las mujeres trabajadoras.

Desde Mujeres en lucha insistimos para lograr la movilización de las mujeres es necesario profundizar el debate democrático sobre nuestras reivindicaciones específicas, se hace urgente realizar a nivel nacional asambleas populares y comités de mujeres en los lugares de trabajo, estudio, comunidades y sectores populares, que sean permanentes, públicas y profundamente democráticas, para informar y debatir con amplitud e independencia a nivel nacional, comunitario y territorial, en el que puedan participar la mayoría de las mujeres, personas disidentes, aliadas y aliados.

Compañeras, compañeres vamos a depositar todas nuestras expectativas en la lucha y la movilización unitaria, tal como se expresó el 28S-2021. Confiar en nuestras propias fuerzas y capacidad para incorporar a esta batalla, cada vez a más mujeres trabajadoras, jóvenes, de todo el país, especialmente de los sectores populares.

Difundir como parte de las demandas y exigencias de las mujeres por el derecho a decidir sobre nuestro propio cuerpo, que en el país se discuta y asuma como un problema nacional la violencia en contra de las mujeres para que el aborto sea despenalizado, legal y gratuito. Que las exigencias de las mujeres sean parte de las demandas generales del pueblo trabajador y de los sectores populares por mejores condiciones económicas, por el derecho a las libertades democráticas y la libertad plena e inmediata de las y los trabajadores presos por luchar.

Las mujeres sabemos que en condiciones de crisis se acrecientan las desigualdades, por ello también exigimos salario igual a canasta básica, calculado en doláres de acuerdo a la inflación, que el petróleo sea 100% venezolano, sin empresas mixtas. Que de una vez por todas, se designen recursos a favor de toda la población y no a grandes capitales nacionales e internacionales, que se destinen recursos para el establecimiento de una red de cuidado para la mujer violentada, que se cobre impuesto progresivo a los grandes grupos económicos y transnacionales, que se derogue el decreto de zonas económicas especiales y se exija la confiscación de bienes de los corruptos y de los capitalistas que han colaborado y promovido el bloqueo y las sanciones imperialistas. Exijamos la repatriación de los recursos en manos de Estados Unidos y la Unión Europea y se levanten las sanciones imperialistas.

 

¡BASTA DE VIOLENCIA GUBERNAMENTAL Y PATRIARCAL CONTRA LAS MUJERES!
Presupuesto público para combatir la violencia machista
Aborto legal, seguro y gratuito
Contra la criminalización de las que luchan

20 de febrero de 2022

 

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