Ante la traición de la cúpula burocrática de la APUC

Por: Rolando Gaitán*

Es necesario reorganizar las bases profesorales y construir una nueva herramienta y nuevos dirigentes para las luchas

Así mismo como se lee. La cúpula que hoy dirige a la Asociación de Profesores de la Universidad de Carabobo (APUC), con el prof. Villareal a la cabeza, quien haciendo una vez más demostración de su destreza resabiada, invocó los mismos argumentos que utilizara otrora para convocar el no reinicio de clases o paro a medias, pero ahora para levantarlo, cual insólito universo. A esto le sumó el discurso que nadie ya cree: “seguiremos la lucha en las aulas”, cuando en la realidad no han movilizado a los profesores ni estando sin actividades docentes; o las vociferaciones de Gerardo Vásquez culpando a los agremiados por la escasa participación en las actividades de protesta. Así actúan estos “dirigentes” que echan sus miserias a los profesores y profesoras.

En una asamblea sin una clara convocatoria por parte de la directiva de Apuc hacia sus agremiados y a la cual muchos profesores asistieron porque vieron el llamado que la Rectora de la UC hiciera por la prensa pública un día antes para decidir el reinicio de las clases, se confirmaba que todo estaba montado para el levantamiento del conflicto universitario.

Y así fue. La “asamblea” arrancó con un discurso de apertura direccionado al restablecimiento “normal” de actividades y el llamado a votar este 6D por la entre-líneas tendencia del Presidente de la APUC. Para asegurarse el éxito del operativo de levantamiento del paro, las directivas de la Apuc garantizaron la nutrida presencia de grupos estudiantiles simpatizantes de la oposición Venezolana agrupada en la Mesa de la Unidad (MUD); de otros ligados al Gobierno y el Gran Polo Patriótico ataviados con pancartas contra el paro; así como la presencia de un bloque de profesores empujados por las autoridades de las Facultades de Ciencias de la Educación y Ciencias Económicas y Sociales, con la línea clara de levantar la lucha, sea como sea.

Una vez más vimos como la burocracia gremial no tiene ningún tipo de escrúpulo y sin la tan cacareada “autonomía y libertad” siguió las líneas de las Autoridades de la Universidad de Carabobo, asociándose con quienes dicen adversar para conseguir sus objetivos. Que pronto se les “olvidó” que los aliados de hoy para levantar el conflicto, son los mismos grupos estudiantiles ligados al gobierno que en el 2013 montaran la olla de la criminalización y persecución judicial contra los profesores Jesús Villareal y Wiston Guédez; ni que decir de su nuevo socio, un desenfrenado profesor ficha de la rectora de la UC, presunto candidato que les disputará la presidencia de la APUC.

La doble traición de la burocracia gremial de APUC

Ese fue el marco de la “asamblea” celebrada este 20/11/15 en la que participaron menos de 300 profesores, cantidad muy inferior a los 1649 profesores que en el referéndum del 12/11/15, en más de un 80% votaron por ratificar el no reinicio de clases. Pero la traición moral y política de la Directiva de APUC no es solamente la negación a un nuevo referéndum masivo y democrático para decidir el levantamiento o no del paro, mientras que en su lugar hizo el nefasto montaje de un show que ratificó las órdenes de la Rectora de la UC. La traición a la digna lucha universitaria también se manifestó cuando la Junta Directiva de APUC en la voz de su presidente intentó justificar el “pre-acuerdo” plasmado en el informe de FAPUV, emanado de una reunión del 17/11/15 los Rectores (Averu) y el Ministerio de Educación, Ciencia y Tecnología.

Debe destacarse que en líneas generales el pre-acuerdo es sumamente ambiguo y peligroso pues, además de que para la fecha de esa “asamblea” no se conocía ninguna propuesta oficial de parte del Ministerio, entre otras cosas se habla de ajustes inter-escalas sin fecha de pago, la presunta creación de una prima por antigüedad para profesores, sin fecha de pago ni porcentaje definido y continua el desmejoramiento a los profesores de dedicación tiempo convencional.

Pero lo sospechoso de este pre-acuerdo es que FAPUV no solo se presta para justificar al gobierno cuando afirma que el Ministerio no tiene los recursos para la salarización del bono doctoral, entre otras cosas, sin plantear una denuncia escrita con un llamado claro y contundente a la protesta, sino que FAPUV plantea que esta trampa montada por los Rectores y el Gobierno de Maduro deba ser aprobada en la diferentes asambleas universitarias con la coletilla de que todos los aspectos mencionados pudiesen ser discutidos si se levanta el paro.

Muy lejos de lo que, por ejemplo la Junta Directiva de APUC pretende dejar ver, los Rectores nunca han apoyado las luchas de los trabajadores y han sido operadores de las políticas gubernamentales, tanto en la cuarta como en la quinta república. Basta con recordar que muy a pesar de las manipulaciones de la cúpula de APUC en la asamblea del 22 de Julio del 2015, sin embargo se le propinó un voto de censura a la profesora Jessy Divo por el uso de su investidura como Rectora de la UC para manifestarse públicamente en contra del paro universitario y, lo más grave debido la resolución del Consejo Universitario de la UC CU-015-1771-2015 del 06/07/15 donde se promueve la persecución contra los empleados y obreros que asuman acciones de lucha autónomas y democráticas.

Aquí debe denunciarse también a la Directiva de FAPUV por desmovilizar incitando a levantar el paro sin nada concreto en las manos y hacerle el juego la política anti-popular de este Gobierno que se ha paseado desde el cerco presupuestario, salarios miserables y hasta el esquirolaje como la reciente resolución criminalizadora en contra de la lucha universitaria por parte de la Asamblea Nacional.

Más allá de un asunto de que FAPUV no hable claro a sus agremiados e intente supuestas estrategias en pos de “un escenario futuro más favorable” quizá apoyados en un desenlace electoral favorable para la oposición, está el problema de que su directiva ha retrocedido y concedido espacio al gobierno al no escuchar a las bases como es el caso de dejar en el olvido la cláusula del salario base igual a dos salarios mínimos, entre otras cosas. Con las claras inclinaciones de la Directiva de FAPUV, así como muchas de las Asociaciones con respecto a la tendencia ideológica de la Mesa de la Unidad, siguen planteándole a los profesores que en lugar de luchar a fondo por las conquistas salariales, depositen sus esperanzas en las elecciones del 6D.  Con esta actitud es poco probable que puedan levantar al gremio profesoral en el 2016 cuando se active la cláusula de contingencia salarial de la 2da. CCU, gane quien gane el 6D con un país más deteriorado.

Debemos reconocerlo. Temporalmente ha triunfado la confabulación del gobierno, las directivas universitarias y la burocracia gremial.  Se ha impuesto un gobierno arrodillado a las transnacionales norteamericanas, españolas, rusas o chinas; que ha pagado $13.500.000.000 de una deuda externa fraudulenta y que sigue comprando armas de guerra pero asevera no tener recursos para la Educación, es el mismo que ha quebrado más del 90% de las empresas expropiadas, ha permitido miles de despidos en Carabobo, ha impuesto un cerco económico a las Universidades y junto con ello los salarios de hambre que hoy sufrimos en carne propia. Sumado a esto, las direcciones sindicales gobierneras o pro-oposición cumplen su rol de apéndice de los patronos públicos o privados, obedeciendo a cuanta política anti-obrera y anti-popular y haciéndole el mandado al patrón como es el caso de la Federación de Trabajadores Universitarios de Venezuela.

Es necesario construir una dirección gremial al servicio de las luchas

Pero nada de lo anteriormente escrito es para desalentar y frenar las luchas. Todo lo contrario, el llamado es a la rebelión democrática de mis colegas, que desde las bases defendamos nuestros derechos muy por encima de nuestros patronos Gobierno-Rectores y los arrodillados sindicaleros que conforman la cúpula de la APUC.

Las denuncias contra las manipulaciones de las direcciones burocráticas no son nuevas y siempre, así seamos una minoría, nunca las callaremos. Ya sea como grupos o individualmente, con mucha paciencia y convicción en la legitimidad de nuestras demandas, los profesores seguiremos emplazando y empujando a la lucha a esta directiva vencida por un largo período y enquistamiento.

En un tiempo reciente con la constitución autónoma del Comité de Conflicto del 2013 que logró reunir un mínimo de 60 profesores semanalmente, el conflicto por la 1er. CCU tomó un impulso importante en Carabobo, aspecto que la Junta Directiva debió reconocer muy a pesar del rechazo de algunos directivos de APUC. Tras la disolución y enfriamiento de la lucha junto al sinsabor que dejó un aumento salarial que se volvió sal y agua, pero superior al que el gobierno y sus federaciones de maletín pretendían imponer, llegamos al conflicto del 2015 con severas desventajas organizativas y políticas.

El asunto crucial es que para las luchas venideras como la relativa a la cláusula de contingencia de la 2da. CCU y los demás aspectos reivindicativos, ni la cúpula de APUC ni la de FAPUV están a la altura del reto, debido a su claro compromiso con ciertos sectores de la vida política Venezolana. No es simplemente que tal o cual dirigente tenga tal o cual apetencia ideológica. La cuestión es de qué política estemos hablando y que ésta sirva para la movilización y organización democrática de las bases trabajadoras.

Independientemente de la tendencia política o electoral que cada quien escoja, es necesario que los profesores nos reorganicemos para salir a la lucha. Esta reorganización tiene que superar los vicios que hoy observamos de la dirigencia actual, así como el rescate de los valores que nos definen. Es fundamental se hagan asambleas autónomas por Facultad donde se discuta lo más ampliamente y profundamente posible, tanto el balance del conflicto como la reorganización del movimiento profesoral ya sea de cara a las elecciones gremiales con nuevas planchas que no tengan nada que ver con lo viejo y desgastado o, por qué no, la desafiliación masiva de APUC y construcción de una nueva opción gremial.

Pero cualquiera que sea la fórmula con la que nos dotemos de manera autónoma y coordinada tiene que superar el estancamiento al que los burócratas nos sometieron. Rescatemos, reorganicemos o construyamos una nueva organización gremial sin compromisos de ningún tipo con las Autoridades Universitarias, sin compromisos con los partidos políticos patronales y el Gobierno de turno, Construyamos una organización solidaria con otros gremios y sectores laborales que están pasando por las mismas y, así superar el aislamiento.

Este proceso debemos iniciarlo de inmediato. Por facultades, Escuelas o Departamentos uniendo a empleados y trabajadores universitarios debemos convocar a reuniones de trabajo, foros de reflexión y debates para la reorganización gremial, en los cuales acordemos iniciativas de lucha y movilización para estructurar la nueva gran herramienta para las batallas venideras, así como el forjamiento de las y los nuevos dirigentes que se pongan al frente de ella.

*Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (C-cura)

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