9 diciembre, 2024

Argentina: Andalgalazo, rebelión popular contra multinacional minera

3 de marzo de 2010 Nro. 160
El Socialista es una publicación de Izquierda Socialista

Escribe:
Marina y Arturo
Desde Andalgalá

Catamarca
Andalgalazo

3 de marzo de 2010 Nro. 160
El Socialista es una publicación de Izquierda Socialista

Escribe:
Marina y Arturo
Desde Andalgalá

Catamarca
Andalgalazo

Después de una feroz represión, el pueblo catamarqueño de Andalgalá descargó su furia contra los responsables de la minería a cielo abierto. Aquí mostramos el relato de lo sucedido, directamente desde donde se produjeron los hechos.

El 14 de diciembre pasado, un grupo de vecinos, Autoconvocados por la Vida, decidimos decirle basta al saqueo y a la contaminación ambiental. Nos instalamos al costado del camino comunero que une la localidad de Chaquiago con el Potrero, impidiendo el paso de maquinarias de la empresa minera Agua Rica. A medida que corrían los días, la resistencia se fortalecía con la solidaridad del pueblo de Andalgalá y gente de todo el país. La asamblea El Algarrobo, como decidimos llamarla, crecía con recorridas por los barrios y distritos del departamento (Andalgalá), proyectando videos y hablando con los vecinos. Las marchas de los jueves en el centro de la ciudad eran cada vez más multitudinarias y combativas -5.000 personas-, donde se percibía la creciente bronca de los vecinos contra el intendente Perea (PJ) y la minera Agua Rica. El pueblo sabia de qué se trataba, con 15 años de padecer el saqueo que nos empobrece (el departamento más pobre de la provincia), la contaminación que nos enferma y nos mata, las mentiras de los 90 de Menem y la multinacional Bajo La Alumbrera que se repetían. Con Cristina y Agua Rica, no lo íbamos a permitir.

“Perea y Agua Rica por aquí no pasaran…” cantaban los vecinos. Al intendente y a la transnacional que querían “explotar” para ganar dinero se les acababa el tiempo. Primero intentaron con aprietes, amenazas y denuncias a los compañeros. Luego, con marchas aparateadas por el intendente peronista, la UCR, El Frente Cívico y Social del gobernador Brizuela del Moral y la empresa minera, que no juntaban ni 300 personas. Después vinieron las amenazas de desalojo por parte de la fiscal, el juez y la policía.

Los vecinos nos mantuvimos unidos y convencidos de no estar cometiendo ningún delito, ya que el lugar donde se encuentra la asamblea fue cedido por un compañero vecino mediante acta ante escribano público y sólo se cortaba el transito a los vehículos de la minera. Una lucha por la vida, por el agua nuestra y porque no queremos mineras a cielo abierto.

Una brutal represión

El día 12 de febrero la fiscal se presentó con la orden de desalojo junto a la Infantería de la provincia y grupos especiales antidisturbios. La reacción del pueblo no se hizo esperar. A medida que corría la noticia, cientos de vecinos en autos, camionetas, motos, bicicletas y hasta caminando subían aproximadamente diez kilómetros hasta el pie del cerro a defender la asamblea El Algarrobo. ¡Fuera la policía del intendente y Agua Rica! ¡La dictadura terminó! ¡No queremos estados policíacos ni represión! ¡Los ladrones son ellos, las mineras y los políticos de turno, no nosotros! Eran las voces de repudio que se escuchaban.

Durante todo el fin de semana llegaban más policías y las cercanías del corte estaban totalmente rodeadas. Pero el arribo de vecinos era incesante, todos con la firme convicción de no dejar pasar las máquinas. Nuestra resistencia no iba a ser en vano. El lunes 15 se llevó a cabo el desalojo e intentaron pasar una máquina junto a una caravana de camionetas mineras. Los vecinos estábamos dispuestos a resistir y se desató una brutal represión. La policía tiraba con todo lo que tenía, no interesaba si había mayormente mujeres y niños. Amparados por la oscuridad de la noche que comenzaba a caer, desataron una caza de brujas que dejó como saldo más de treinta compañeros detenidos y más de doscientos heridos, varios de gravedad.

Piden la cabeza de los responsables

En el centro de Andalgalá comenzaban a llegar las noticias y los vecinos se congregaban en la plaza principal frente a la comisaría. La bronca iba creciendo y decidieron arremeter contra el poder político y las empresas mineras, destrozando las oficinas de Agua Rica y varios vehículos mineros y municipales. La vigilia seguía mientras los detenidos iban siendo liberados. Y en una multitudinaria asamblea en la plaza principal se pedía por la cabeza de los responsables de la represión: el intendente José Perea, la fiscal Marta Nieva y el juez Roberto Cecenarro. Al día siguiente, el juez de Mina de la Provincia suspendió las actividades de la empresa Agua Rica. Un triunfo de nuestra lucha.

Desde Izquierda Socialista, que venimos participando desde el primer día en El Algarrobo, defendemos a muerte este proceso asambleario que sin duda marca el camino del enfrentamiento a la voracidad de las multinacionales. Y decimos con fuerza: ¡Fuera Agua Rica! ¡Basta de saqueo y contaminación! ¡Cárcel a los responsables de la represión! ¡Desprocesamiento de todos los compañeros judicializados!

No al saqueo y muerte

Andalgalá es la tercera cuidad de importancia de Catamarca. Está en el centro de la provincia, a 240 km. de San Fernando del Valle. Sus 17.000 habitantes conviven hace 12 años con la mina Bajo la Alumbrera, la cual viene envenenando 100 millones de litros de agua por día. Contamina con arsénico, mercurio, cianuro y otros residuos químicos la cuenca de los ríos Sali-Dulce. Otros mega proyectos mineros, entre ellos Agua Rica -3 veces más grande que Alumbrera-, de capitales canadienses, amenazan con seguir depredando el sistema montañoso del Aconquija y otros territorios periglaciares. Las enfermedades respiratorias y gastrointestinales no figuran en los datos oficiales. Tampoco el brutal aumento de los casos de cáncer y leucemia que los médicos relacionan directamente con la actividad minera a cielo abierto. La minería química, además, provoca una sistemática destrucción de las economías regionales, condenando a la población al flagelo de la desocupación (24,9%), duplicando la media nacional. Mientras estas multinacionales son grandes usuarias de electricidad, gas y combustibles a bajo costo (subsidiadas por el estado), las poblaciones solo recibimos saqueo, muerte y devastación. Desde Andalgalá decimos basta. La vida vale más que el oro. No a Agua Rica y Filo Colorado.

Pino no se plantó

El día jueves 11 de febrero se realizó la cuarta marcha contra Agua Rica. Pino Solanas llegó hasta Andalgalá a solidarizarse y a presentar su película. El diputado nacional de Proyecto Sur fue recibido con entusiasmo por los vecinos de la asamblea. Al finalizar la marcha cerró el acto prometiendo una ley nacional para prohibir la explotación minera a cielo abierto. Al día siguiente, por la mañana bien temprano, se produjo el primer intento de desalojo por parte de la fiscal y grupos de infantería. Pino, quien todavía estaba en la ciudad, ante el llamado de los vecinos llegó hasta el lugar del corte. Grande fue la sorpresa de los vecinos quienes queríamos se quedara para garantizar nuestra seguridad como funcionario nacional ante tal situación de represión. Solanas decidió continuar con su agenda y viajar a presentar su película en localidades vecinas. En Andalgalá, “Pino no se plantó, se borró”, decían algunos vecinos.

Quieren hacer desaparecer al pueblo

Departamento de Andalgalá

“Si explota Agua Rica, vienen por nuestra plaza y por nuestras casas”, se podía leer en una pintada de los vecinos. ¿A qué se referían? Según un documento de la Secretaria de Minería de la Provincia, ahora quieren explorar y explotar debajo de las casas de las personas. Este informe muestra un cateo de la zona con más de 270 proyectos mineros, entre los que se encuentra “Pilciao 16”. La mina denominada Pilciao 16 cubre prácticamente toda la ciudad de Andalgalá, la cual está registrada y concedida desde el año 2005 a la empresa BILLINTON ARGENTINA BV (del mismo grupo que pretende instalar la plataforma de exploración en Malvinas). Y en el mismo informe se establece que, en el caso de llegar a una explotación, se indemnizara a los vecinos para que se vayan de sus viviendas. Esto demuestra cómo los gobiernos nos venden a las multinacionales, sin importarles el destierro de comunidades enteras y pueblos originarios, dejando como saldo pueblos fantasmas y ecosistemas aniquilados. Exigimos que inmediatamente se anulen estas concesiones y que, con una comisión investigadora independiente en la cual participen los vecinos, podamos encarcelar a los responsables políticos de semejante entrega.

M. y A.

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