Arrecian ataques racistas por parte de las fuerzas armadas en contra de los pueblos indígenas en el Zulia

Caracas, 4 de enero.- Las fuerzas armadas, como brazo armado del Estado burgués venezolano, vienen recrudeciendo sus posturas racistas ante la resistencia que ejercen los pueblos indígenas del estado Zulia en defensa de sus derechos históricos. Mientras que en Perijá los militares actúan de manera coordinada con los ganaderos y sus sicarios para agredir a los indígenas yukpa que recuperan su territorio por medio de la acción directa, en la Guajira, el Ejército y los guardias nacionales bolivarianos atacan a los wayúu. En uno de los más recientes incidentes, Marelba González Palmar, docente wayúu, fue herida en un ataque perpetrado el 28 de diciembre por un sargento de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Caracas, 4 de enero.- Las fuerzas armadas, como brazo armado del Estado burgués venezolano, vienen recrudeciendo sus posturas racistas ante la resistencia que ejercen los pueblos indígenas del estado Zulia en defensa de sus derechos históricos. Mientras que en Perijá los militares actúan de manera coordinada con los ganaderos y sus sicarios para agredir a los indígenas yukpa que recuperan su territorio por medio de la acción directa, en la Guajira, el Ejército y los guardias nacionales bolivarianos atacan a los wayúu. En uno de los más recientes incidentes, Marelba González Palmar, docente wayúu, fue herida en un ataque perpetrado el 28 de diciembre por un sargento de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB).

Las organizaciones Homo et Natura, Wolunka Susi, y el Movimiento Fuerza de Mujeres Wayuu – Sütsüin Jiyeyu Wayuu (FMW-SJW) denuncian que «el Ejército venezolano opera bajo principios que promueven la discriminación, el racismo y hasta la “wayuufobia” (odio a las y los Wayuu), lo que a su vez exacerba la violencia en contra de las mujeres indígenas».

El ataque contra la docente se ejecutó luego de una conversación sobre los enfrentamientos entre los índigenas wayúu y el Ejército en la Guajira, en la que varios efectivos de la GNB se refirieron en términos racistas a los ritos funerarios realizados por el pueblo wayúu en honor a un indígena asesinado por los militares. Al cabo de la conversación, uno de los militares siguió a la docente hasta su la entrada de su domicilio, donde le propinó una salvaje golpiza, hiriéndola en un ojo, hasta que fue rescatada por familiares que repelieron al agresor.

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