Ayatolá pide castigar a opositores igual que como se hizo en la época de la creación de la República islámica
El ayatolá Alí Jamenei, declaró este lunes que aplastarán a los dirigentes de las protestas populares efectuadas luego de las elecciones presidenciales, y dijo que se procedería con ellos de la misma manera como se condenó a quienes se opusieron a la imposición de la República Islámica en 1979. En esa época, miles de izquierdistas fueron encarcelados, y centenares ejecutados.
El ayatolá Alí Jamenei, declaró este lunes que aplastarán a los dirigentes de las protestas populares efectuadas luego de las elecciones presidenciales, y dijo que se procedería con ellos de la misma manera como se condenó a quienes se opusieron a la imposición de la República Islámica en 1979. En esa época, miles de izquierdistas fueron encarcelados, y centenares ejecutados.
«Todos aquellos implicados en los últimos acontecimientos deben saber que la República Islámica no piensa perdonar a los culpables, tal como no perdonó a aquellos que se opusieron al Estado» en 1979, dijo Jamenei, el máximo jefe religioso del régimen iraní.
Según las propias cifras oficiales, más de treinta personas fueron asesinadas y más de cuatro mil encarceladas, como resultado de la represión contra las protestas populares luego de las elecciones presidenciales en Irán, ante las cuales miles de personas denunciaron que Ahmadinejead había sido reelecto en virtud de un fraude electoral.
Mir Hosein Musavi, el ex-candidato opositor, representa un ala reformista de los islamistas iraníes, más proclive a relaciones políticas conciliadoras con el imperialismo. Sin embargo, pese al carácter reaccionario de Musavi, las protestas fueron tan generalizadas que significaron una auténtica expresión de descontento y rechazo hacia la política neoliberal del régimen iraní. Esto quedó demostrado cuando los manifestantes desoyeron los llamados del propio Musavi a detener las protestas.
Jamenei, elogió «el buen trabajo» efectuado por las Fuerzas de Seguridad al aplastar las protestas. Jamenei reconoció que los disturbios lo tomaron por sorpresa.