Bancos liquidados y bancos intervenidos
El proceso económico del capitalismo se estructura por ciclos: el de la agricultura, con predominio de los propietarios de la tierra y de las tecnologías de cultivo; el de la industria, con predominio de los capitalistas sobre las máquinas y los procesos productivos; el del capitalismo financiero, con predominio de los bancos sobre la actividad agrícola, industrial y comercial.
El proceso económico del capitalismo se estructura por ciclos: el de la agricultura, con predominio de los propietarios de la tierra y de las tecnologías de cultivo; el de la industria, con predominio de los capitalistas sobre las máquinas y los procesos productivos; el del capitalismo financiero, con predominio de los bancos sobre la actividad agrícola, industrial y comercial.
En el capitalismo de los monopolios, se conformaron los grupos económicos que concentraban en su poder haciendas, industrias, redes comerciales, bancos y, en la base de todas ellas, la ciencia y la tecnología puesta al servicio del desarrollo de los negocios.
La crisis del sistema financiero surge cuando los bancos se transforman de medios de financiamiento a los sectores productivos de la sociedad, en masas gigantescas de dinero que se mueven especulativamente sin conexión con la actividad económica real. Allí entonces surgieron, no sólo las grandes estafas, sino los grandes estafadores. Son redes que manipulan capitales de las empresas, de los ahorristas y de los Estados nacionales para maximizar sus ganancias y acrecentar capitales financieros en una espiral que termina siempre por estallar en la cara de sus propios actores y propiciadores.
Al Estado le corresponde ejercer el control sobre estas actividades de los bancos, casas de bolsa y fondos de inversión.
La virtual quiebra de los Bancos a ser liquidados o intervenidos no es responsabilidad exclusiva del sector privado como ha dicho la propaganda oficial. Pone el dedo en la llaga el diputado comunista Oscar Figuera cuando dice que los privados que hicieron sus negocios fraudulentos con los depósitos de los ahorristas, entre quienes se cuenta el poderoso Estado venezolano, lo hicieron con el conocimiento, la complicidad y el aprovechamiento de funcionarios públicos corruptos que facilitan estas transacciones y se embolsan parte de los reales.
En la crisis financiera de la IV República, el único banquero preso, juzgado y condenado fue Orlando Castro, enriquecido de la noche a la mañana, a costa de la gente y del Estado, con el Banco Progreso y Seguros Progreso.
En esta crisis financiera, están de por medio no sólo los propietarios de los bancos, sino los funcionarios que han convertido la revolución bolivariana en un saco de riquezas mal habidas. Boliburguesía, o burguesía bolivariana que es la mayor afrenta al Libertador.
El reto para el Presidente Chávez es que caigan todos, incluso amigos y familiares si fuere el caso; de lo contrarío, a la larga o a la corta perderá el poder como les ocurrió a Collor de Melo en Brasil, a Fujimori en el Perú o a Marcos en Filipinas para citar sólo 3 casos. El reto es que haya justicia y a la corrupción se le ponga un parao para que los demás se recojan.