¡Basta de sanciones y amenazas militares a Irán!

El 1º de julio entraron en vigencia nuevas sanciones económicas contra Irán que prohíben a esa nación vender petróleo a cualquier país de la Unión Europea. Estas sanciones están acompañadas de una pública amenaza militar israelí y yanqui de desatar un ataque militar a Irán.

El 1º de julio entraron en vigencia nuevas sanciones económicas contra Irán que prohíben a esa nación vender petróleo a cualquier país de la Unión Europea. Estas sanciones están acompañadas de una pública amenaza militar israelí y yanqui de desatar un ataque militar a Irán.

Israel formula periódicamente amenazas de un ataque militar con el objetivo declarado de destruir las instalaciones nucleares de Irán. Para este ataque Israel necesitaría el apoyo abierto o encubierto de Estados Unidos. La diplomacia norteamericana ha dicho que Israel debe tener “paciencia” y esperar a que las sanciones “hagan efecto”. El estado sionista, Estados Unidos y el conjunto de los países imperialistas acusan a Irán de pretender fabricar bombas atómicas. Irán lo niega y afirma que su industria nuclear es para fines pacíficos, energéticos.

Después de su descalabro en Irak y Afganistán, Estados Unidos no parece muy entusiasmado con embarcarse en una nueva guerra de final incierto y que pondría en peligro los suministros petroleros. Un 30% del petróleo mundial circula por el estrecho de Ormuz a tiro de cañón de Irán y tanto Arabia Saudita, Kuwait, Qatar, los pequeños emiratos árabes petroleros e Irak, todos ellos proveedores petroleros de la Unión Europea y Estados Unidos, están muy cerca de Irán. Por otra parte, aun en el caso de un ataque aéreo exitoso, se les haría muy difícil una invasión terrestre ya que el imperialismo no tiene hoy fuerzas disponibles para ocupar y controlar un país como Irán de 78 millones de personas.

Sin embargo, su socio menor sionista, Israel, es un país que vive de la guerra, y ahora está rodeado por la revolución árabe que ha derribado a su mejor aliado en el Medio Oriente, el régimen egipcio de Mubarak. Israel es un estado enclave, sin raíces nacionales, con población mayoritaria de origen judío europeo, que basa su existencia en una ideología racista como el sionismo y en la ocupación de Palestina y de tierras árabes. En este sentido, la revolución árabe pone en peligro su existencia mucho más que un hipotético armamento nuclear iraní.

La existencia de Israel es fundamental para el dominio imperialista de la región. Israel está interesado en una guerra de agresión aérea a Irán con apoyo yanqui. Esto le permitiría, en caso de resultar exitosa, consolidar a su propia población en el apoyo al Estado sionista, y su papel como gendarme principal del imperialismo en el Medio Oriente, con el correspondiente premio en armamentos modernos y apoyo económico que sostienen a su Estado.

Las dos caras del régimen iraní

Desde la revolución de 1979 que barrió a la dictadura pro yanqui del Sha Reza Palevi, Irán es un régimen burgués nacionalista, dominado por una teocracia de los ayatolas que ha mantenido roces y choques con el imperialismo yanqui y denuncia permanentemente a Israel por su carácter genocida y usurpador de los territorios palestinos. Pero también sostiene una fuerte represión interna a los sindicatos, a las mujeres y al pueblo en general.

Estados Unidos e Israel siempre buscaron quebrar al régimen islámico iraní a fin de restablecer un régimen político pro yanqui, y tomar el dominio directo de su fuerte industria petrolera. Por eso ha sufrido ataques imperialistas o de países armados por el imperialismo, el más importante fue el ataque de Irak en la década del 80 con una sangrienta guerra. Más tarde el régimen de Irán mostró las contradicciones de su discurso antiimperialista, ayudando a los yanquis a apuntalar al régimen irakí, ante la retirada norteamericana de ese país.

Los ayatolas están contra la revolución árabe porque temen el efecto de contagio en Irán, que no es un país árabe, pero sí musulmán, y con fuertes vínculos culturales con los países árabes, de hecho, hubo importantes manifestaciones de descontento popular el año pasado. Además, tienen una alianza con la dictadura siria de Assad. Contradictoriamente con esta política ha sido la heroica resistencia irakí y afgana (ambos países vecinos de Irán) y el estallido de la revolución árabe, lo que ha impedido hasta ahora un ataque imperialista a Irán, atando de manos al imperialismo para intentar una invasión y ocupación militar.

Sin embargo, aunque no es lo más probable, por la propia crisis del imperialismo e Israel, no es descartable que intenten el ataque aéreo, con utilización incluso de “pequeñas” bombas nucleares para poder perforar las defensas de las instalaciones de producción nuclear iraníes. Esto por supuesto tendría catastróficas consecuencias, en primer lugar para el pueblo iraní, y en general para toda la región y también para la economía mundial.

Ante las sanciones y un posible ataque

Estamos contra las sanciones económicas a Irán. Ni Estados Unidos, ni Israel ni la Unión Europea tienen derecho a controlar el programa nuclear de nadie. Estados Unidos es un país que tiene miles de armas atómicas y es el único en el mundo que las utilizó contra la población civil en Hiroshima y Nagasaki. Israel tiene 400 bombas nucleares. Igualmente tienen bombas nucleares Gran Bretaña y Francia. Estamos a favor del desarme nuclear universal. Pero no de que este se imponga desde el imperialismo a los países más débiles y menos que se prohíba que algún país tenga industria nuclear pacífica.

En caso de producirse un ataque militar estaremos claramente en el campo militar de la nación iraní, por la derrota militar del imperialismo y el sionismo. Esto implica llamar al boicot de la guerra agresiva del imperialismo, a exigir en todos los países el retiro inmediato de las bases yanquis y de la OTAN, y a todos los pueblos y trabajadores del mundo a exigir a sus gobiernos que repudien cualquier ataque imperialista y que den ayuda a Irán.

Esta posición no implica el más mínimo apoyo al régimen político de los ayatolas ni a su política internacional de apoyar a Assad, el dictador sirio. Desde la UIT-CI apoyamos plenamente la lucha del pueblo iraní por derechos sociales, para los jóvenes, las mujeres, las organizaciones sindicales, democracia política, y no aceptamos el chantaje del régimen de que eso “hace el juego al imperialismo”. La mejor defensa de la nación iraní y de su independencia es la movilización libre de su propio pueblo y el apoyo a la revolución árabe, incluyendo el apoyo a la revolución del pueblo sirio contra su dictadura.

¡Fuera el imperialismo y el sionismo, con sus bases militares y flotas, del Medio Oriente! ¡No a una eventual agresión a Irán o intervención en Siria!

Comité Ejecutivo Internacional (CEI)
Unidad Internacional de los Trabajadores- Cuarta Internacional
(UIT-CI)

8 de Julio de 2012

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