Bolivia: Crisis política por la huelga general de la COB
Bolivia
Crisis política por la lucha salarial de la COB
La Protesta
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Crisis política por la lucha salarial de la COB
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Desde el jueves 7 de abril la Central Obrera Boliviana convocó a la huelga general por tiempo indefinido y a movilizaciones en La Paz. Las manifestaciones de 10.000 trabajadores convocados por la Central Obrera Boliviana en La Paz se enfrentaron duramente con la policía desde el miércoles 6 de abril. Más de 10.000 trabajadores, encabezados por las columnas de mineros asalariados, con importante participación de fabriles y maestros de La Paz y delegaciones sindicales de todo el país manifestaron el miércoles y ante la represión de que fueron objeto por la policía cuando intentaban entrar a la Plaza Murillo (que está frente a la Casa de gobierno, el Palacio Quemado), la COB declaró la huelga general por tiempo indefinido.
La huelga general no tuvo un acatamiento nacional, pero los trabajadores movilizados continuaron en La Paz y volvieron a manifestar el jueves y viernes, alojándose masivamente en la UMSA (Universidad Mayor de San Andrés).
El reclamo es derogación del decreto 809 (que establece aumento salarial del 10% para maestros, trabajadores estatales de salud, policías y Fuerzas Armadas, un aumento salarial mayor y generalizado (que la COB nunca precisó, aunque habla de la canasta familiar que está a 1.100 dólares, cuando el salario mínimo, con el aumento decretado, es de 120 dólares). La otra demanda es derogación del 21060 que estableció las bases del neoliberalismo (establece total libertad de contratos). Pero la conducción de la COB tampoco formuló un pliego de demandas que incluya a los campesinos o sectores populares urbanos (entre vendedores callejeros, trabajadores informales o por cuenta propia y campesinos representan más del 70% de la fuerza laboral nacional). Esta limitación en la convocatoria y programa, y además la imprecisión de la demanda salarial, provocó que la huelga estuviera desde un inicio limitada a algunos sectores asalariados. El sector dirigente de la COB, encabezada por Pedro Montes, es adicto al gobierno del MAS y desde hace dos años se niega a hacer un Congreso de la central. Pero la presión de sus bases lo obligó a convocar a la movilización y posteriormente, después de la represión, a la huelga. Entre los reprimidos estaban 4.000 mineros, que en Bolivia son una leyenda de combatividad. Si la COB no convocaba a la huelga, corría el riesgo de vérselas con los indignados mineros.
Pero, por otro lado, hay una debilidad creciente del gobierno. Evo acusó a los mineros de «golpistas» y los pasquines oficialistas como el diario Cambio, dicen que la movilización está «financiada» por «la derecha». Estos argumentos, repetidos hasta el cansancio ante cualquier movilización popular, cada vez son menos creidos por la población.
El gasolinazo (aumento del 100% de la gasolina) decretado el 26 de diciembre, fue derrotado por una contundente movilización popular en gran medida espontánea, convocada en El Alto por dirigentes de base, entre ellos Fanny Nina y Carlos Rojas de la FEJUVE. El gobierno tuvo que anularlo. Pero aceleró el aumento de los precios de primera necesidad. Se calcula que los alimentos aumentaron un promedio del 30% (aunque las estadísticas oficiales evidentemente falsaeadas hablan del 14,5%). Desde entonces hay una ruptura de grandes sectores populares con el gobierno. Encuestas del mes pasado medían un 36% de populardid de Evo. Una reciente encuesta mide un 22% de popularidad para el gobierno que hace poco más de un año ganó las elecciones con el 64%.
Esta debilidad hace que 10.000 trabajadores movilizados en La Paz, aún con una huelga general muy débil, sean un formidable factor de presión. De hecho una gran parte de la población, aunque no hace huelga, simpatiza con los huelguistas y marchistas de La Paz. Desde el viernes comenzó a haber movilizaciones en otras ciudades, como Cochabamba, Potosí y Sucre. Un plenario de organizaciones sociales, ayllus (organización tradicional indígena) de Cochabamba, Movimiento Sin Tierra y de legados de la FEJUVE de El Alto, encabezados por Fanny Nina, su presidente, declaró su solidaridad con los trabajadores de la COB.
El gobierno dijo que estaba dispuesto a dialogar con la COB, pero no sobre el salario y “sólo con los ministros”. La COB dijo que sólo negociaría con el presidente y para discutir el salario.
Pero, después de 3 días de movilizaciones, el sábado, Evo Morales, convocó a la COB a negociar sobre el salario. Al cierre de esta nota, domingo a la noche, sigue la negociación. La COB se negó a levantar la huelga hasta que no estén satisfechas las demandas.
La huelga general por tiempo indefinido, convocada por la COB, no puede hacerse efectiva a nivel nacional, si la COB no la organiza y discute en asambleas de base con todos los trabajadores asalariados y con sectores populares, campesinos e indígenas. Si esta lucha unida no se puede derrotar la política antipopular del gobierno.
La negociación con Evo en las actuales condiciones, sólo puede dar lugar a un pequeño aumento salarial un poco superior al 10%, pero no a recuperar el nivel adquisitivo perdido. Sin embargo sí es posible un triunfo de los trabajadores y obligar al gobierno a dar un verdadero aumento salarial considerando la inflación y además a satisfacer otras demandas populares.
Pero para eso es necesaria una gran movilización nacional como la que en diciembre derrotó al gasolinazo. Pero, para esto hay que formular una clara Agenda de demandas que unifique a todos los sectores populares y también fijar el porcentaje salarial por el cual se lucha. Algunos dirigentes hablan del 30%, pero sólo la Federación de Fabriles plantea este porcentaje como objetivo de lucha.
Por eso alertamos que la única forma de imponer los reclamos es con un fuerte plan de lucha apoyado en la más amplia unidad, con un pliego único del conjunto de las demandas populares: las de la ciudad de El Alto, por industrialización y una petroquímica, las de Potosí por industrialización de sus recursos, los reclamos campesinos por la tierra, la defensa de la Caja Nacional de Salud y seguros de salud de los trabajadores, exigiendo salud gratuita financiada por el Estado para todos, y apoyo a producción de alimentos, junto a los reclamos salariales.
Sólo de esta forma se puede lograr una poderosa movilización nacional como la que en diciembre derrotó el gasolinazo.
domingo 10 de abril