Bolivia: Declaración La Protesta frente a huelga general de la COB
Necesitamos un plan de lucha nacional de los trabajadores, campesinos y el pueblo
El lunes 21 y martes 22 se hace la huelga convocada por la COB.
Necesitamos un plan de lucha nacional de los trabajadores, campesinos y el pueblo
El lunes 21 y martes 22 se hace la huelga convocada por la COB.
Apoyamos la huelga general. Es legítima como una herramienta de lucha de los trabajadores exigiendo el aumento salarial acorde al aumento de la canasta familiar y sus derechos.
El gobierno miente al decir que aumentar el salario “perjudica” a otros sectores sociales. No es así. En realidad el salario real bajó, porque aumentaron los productos de la canasta familiar más del 30%.
Lamentablemente la conducción de la COB convocó a la huelga, sin consultar a las bases, en un ampliado reducido a la cúpula sindical y sin fijar un claro objetivo de lucha salarial ni por los objetivos de fondo como la Agenda de Octubre que se mantiene vigente pues el gobierno no la ha cumplido. Esto produce indudablemente confusión y división entre los trabajadores e impide la unidad con sectores no asalariados. En estas condiciones, la huelga no podrá tener la contundencia necesaria como para obligar al gobierno a aceptar un aumento salarial acorde con la inflación.
Desde La Protesta acatamos las resoluciones de los sindicatos de base y asambleas de base de los trabajadores. Pero alertamos de que es necesario un verdadero plan de lucha con objetivos compartidos por todos los trabajadores y pueblo oprimido. Están dadas todas las condiciones en la consciencia y disposición popular para ese plan de lucha nacional, que incluya la perspectiva de una huelga por tiempo indefinido si el gobierno no cede, por las demandas salariales y sociales, exigiendo un aumento de emergencia mayor al 30%, la subvención estatal al transporte de personas, medidas de fomento estatal a la producción agraria de los campesinos y comunidades indígenas, la nacionalización de hidrocarburos 100% e industrialización en el país. Pero lamentablemente falla la conducción sindical.
Para llevar adelante esta gran lucha nacional necesitamos formar un Comité Nacional de Lucha, que incluya a todos los sectores oprimidos.
La COB, el gobierno y la lucha por el salario
La COB viene sosteniendo que la canasta familiar es de 8.309 bolivianos, lo cual es cierto. Pero no plantea un objetivo concreto y comprensible para el conjunto de los asalariados, como sí plantean algunos sindicatos (fabriles reclaman 30% de aumento). Por otro lado, la COB, no propone nada sobre los problemas de fondo del país.
“Dialogo” para desmovilizar
Después del paro general del 18 de febrero, la COB ingresó a un diálogo de dos semanas con el gobierno, desmovilizando a los trabajadores. Este “diálogo” se limitó al tema salarial, según dijeron. Sin embargo no se supo que la COB reclamara nada concreto.
El gobierno dijo que “se acabó” la discusión sobre el salario. El presidente dijo “A mí, me causa risa cuando piden incremento salarial del 40, 50 al 70%”.
Si al señor presidente le causa risa que los trabajadores reclamen un aumento de salarios que, al menos, compense la inflación, a nosotros nos causa indignación que Evo Morales se burle de los trabajadores y trate de engañarnos diciendo que la inflación fue del 7%. Y también que la COB no sea capaz de responderle como corresponde.
¿Cuánto subieron los alimentos?
En los mercados subieron todo antes y después del gasolinazo. Pollo, carne, leche, papas, verduras, frutas subieron más del 30% ó 40% y el azúcar triplicó su valor.
La COB tampoco plantea una solución para los trabajadores del transporte, especialmente de los propietarios individuales del transporte urbano, y hace el juego al gobierno al proponer un enfrentamiento con los mismos, trabajadores contra trabajadores.
¿A quien sirve el gobierno?
Se equivocan los que siguen creyendo en las promesas del supuesto “gobierno indígena”, que en realidad está aplicando una política neoliberal y cada vez más subordinada a las transnacionales y los terratenientes. Eso es lo que mostró el gasolinazo y el azucarazo.
O los que dicen que “le hacen equivocar los que lo rodean al gobierno” (militantes de los partidos tradicionales como del MNR, ADN, MIR y NFR). Debemos indicarles a los compañeros creyentes del “proceso” que el gobierno es consciente de trabajar con los seguidores del neoliberalismo. Por supuesto que esta es una experiencia que, como ya comenzó a ocurrir en la rebelión contra el gasolinazo, va a hacer el conjunto de los trabajadores y el pueblo. Nosotros llamamos a todos nuestros hermanos trabajadores, del pueblo pobre, indígenas o campesinos, crean o no en Evo, a movilizarnos unidos por nuestras demandas.
La vieja derecha de los partidos tradicionales como el MNR, ADN, MIR, NFR, no puede cuestionar de fondo las políticas del gobierno, porque ellos son todos proimperialistas, igual que el gobierno defiende a las transnacionales y terratenientes.
Es el pueblo oprimido, los trabajadores, indígenas, campesinos, los que comenzaron a cuestionar frontalmente las políticas del gobierno con la lucha de diciembre derrotando al gasolinazo.
Es urgente organizarnos, reuniendo a los sindicatos combativos, a las organizaciones populares, campesinas, vecinales, para luchar por el salario y defender las grandes demandas históricas, exigiendo cumplimiento de la Agenda de Octubre. Esta lucha debe ser conjunta y única por una sola causa, para enfrentar a la política económica del gobierno que a todos nos afecta. Solo podremos hacer respetar nuestras demandas con una lucha unida y en las calles como se desarrollo las movilizaciones de diciembre del año pasado.
– ¡Aumento salarial mayor al 30% para todos los asalariados!
– Derogación del 21060, derogación del IVA y congelamiento de precios, controlado por organizaciones populares de base en cada barrio o sector.
– Congelamiento de tarifas de transporte, pero con un real subsidio estatal a los trabajadores transportistas.
– Fomento de la producción agraria de alimentos del pequeño campesino indígena, con créditos, herramientas, acceso al mercado, caminos.
– Revolución agraria, confiscación de latifundios y entrega a campesinos y comunidades indígenas para producir alimentos para el pueblo boliviano.
– Nacionalización cien por ciento de nuestros hidrocarburos y minería, con expropiación y expulsión de las transnacionales e industrialización en Bolivia. Petroquímica para El Alto.