Bolivia: La farsa de las «elecciones judiciales»

En Bolivia se realizan hoy elecciones de 54 autoridades judiciales del Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, Tribunal Ambiental y Tribunal Electoral. El gobierno dice que son «inéditas en el mundo» y las pone como ejemplo de democracia.
Lamentablemente son una farsa.

En Bolivia se realizan hoy elecciones de 54 autoridades judiciales del Tribunal Supremo, Tribunal Constitucional, Tribunal Ambiental y Tribunal Electoral. El gobierno dice que son «inéditas en el mundo» y las pone como ejemplo de democracia.
Lamentablemente son una farsa.

En primer lugar no son «inéditas en el mundo» como quiere hacer creer el gobierno boliviano. Tanto en la revolución francesa, como en la revolución rusa, entre otros procesos históricos, hubo instancias de elección popular de los jueces. En el caso de la revolución rusa los elegían los soviets, cuando funcionaban, entre 1917 y 1923, como asambleas obreras y campesinas, con delegados electos en forma directa y revocable.

En todo caso, se podría decir, que fueron procesos vinculados a revoluciones y que todos los Estados de clase y burocráticos siempre alejaron al pueblo de todo control sobre los jueces.
Sin embargo esta elección judicial en Bolivia es una auténtica farsa porque los candidatos los elegió el gobierno. Es decir no hay libre postulación de candidatos que cumplan requisitos básicos. Las organizaciones populares no pudieron presentar candidatos. Ni siquiera los partidos políticos. Estos que son 128, un poco más del doble de los que se eligen, fueron electos por los dos tercios del Parlamento que controla el MAS. La inmensa mayoría no conoce a los candidatos postulados y se sabe que son controlados por el gobierno.

A continuación, la última nota difundida por La Protesta en Bolivia sobre el tema:

Rechazar la farsa de las elecciones judiciales

Este próximo domingo los ciudadanos bolivianos estamos convocados a votar por 54 autoridades judiciales. La inmensa mayoría ni entiende que se vota, ni conoce a los candidatos. El gobierno eligió los candidatos. Esto indica que además de ser del MAS, le deberán su cargo al gobierno, con lo cual la supuesta independencia del poder judicial será nula.

Que rechacemos estas elecciones fraudulentas no significa, como dice el gobierno, que defendamos el sistema judicial boliviano anterior. Todos conocemos que históricamente la “Justicia” brilló por su ausencia en Bolivia. Pero esta elección no mejorará ese desastre de injusticia que fue siempre el sistema judicial.

El dominio masista de las autoridades judiciales le permitirá manejar la “Justicia” a discreción. Servirá para garantizar que la corrupción de funcionarios oficialistas no sea castigada. También para criminalizar la protesta social.

La Protesta no tiene nada en común con los derechistas antiguos o reciclados (como Del Granado y su MSM) que llaman al voto nulo en nombre de la defensa de una “Justicia” que siempre fue corrupta, prebendal y solo defiende a los poderosos.
Creemos que es necesario un cambio de fondo de la Justicia, mediante una verdadera elección democrática de todos los jueces, con posibilidades de todas las organizaciones sindicales y sociales de presentar sus propios candidatos.

Esta elección es absolutamente lo opuesto porque todos los candidatos son digitados. Porque incluso los jurados electorales son digitados y es probable que se monte un gigantesco fraude, como ya se denucia en Oruro, para intentar disimular el gigantesco voto nulo que inevitablemente habrá. Este voto nulo o blanco no significará de ninguna manera una adhesión a la hipócrita campaña de de la derecha, sino que expresará mayoritariamente el repudio popular a esta farsa del gobierno.

Por añadidura Evo quiere utilizar estas elecciones como una reafirmación de su poder político. Dirá luego que “ganó” y se sentirá autorizado a desconocer los reclamos de la marcha indígena y a intentar aplicar otro gasolinazo. Dirá que “ganó” incluso si la mayoría de los votos son nulos o blancos. Esto se lo garantiza el Tribunal Electoral controlado por el gobierno.

Por eso llamamos a repudiar este fraude electoral, verdadera burla al pueblo, rechazarlo con voto nulo, blanco o no votando. Y, después de las elecciones, no le crea nada a Evo que dirá que triunfó, hay que organizarse para apoyar a los marchistas indígenas que entrarán a La Paz, en Potosí para apoyar los reclamos del Comité de Huelga y en todo el país para decirle a este gobierno que no permitiremos sus planes al servicio de los transnacionales y contra el pueblo.

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