Bolivia: Tupac Katari, uno de los más grandes revolucionarios de la clase trabajadora

Tupac Katari

Uno de los más grandes revolucionarios de la clase trabajadora
Declaración internacional de homenaje a 231 años de su asesinato

Tupac Katari

Uno de los más grandes revolucionarios de la clase trabajadora
Declaración internacional de homenaje a 231 años de su asesinato

El 15 de noviembre se cumplen 230 años del bárbaro asesinato de Julián Apaza Nina, Tupac Katari. Fue condenado a muerte y ejecutado en Peñas (La Paz), el 15 de noviembre de 1781. Tras cortarle la lengua, para que nadie escuchara sus últimas palabras, cruciales como mensaje en un pueblo de tradición oral, se le condenó a morir descuartizado por caballos que tiraban en direcciones opuestas. Idéntica suerte corrieron sus inmediatos seguidores. Distintas partes de su cuerpo descuartizado fueron colocadas en diferentes lugares para que sirviera de escarmiento a indígenas.
Su figura, su ejemplo de rebelión y la de los que lo acompañaron, en primer lugar su mujer la valiente Bartolina Sisa, perdurarán para siempre en la memoria de los oprimidos, de los explotados, de los humillados.
Huérfano desde muy pequeño, sirvió durante años en la parroquia de su localidad natal, y si bien no tuvo acceso a la educación por la humildad de su condición, se nutrió de la tradición oral aymara. Todos los testimonios sobre su vida indican que desde muy temprano compartió el sufrimiento de sus hermanos indígenas, y manifestó públicamente su rechazo a la opresión a que los sometían los españoles.
Los indígenas eran obligados a entregar la mayoría de sus productos como tributo a los invasores. Y como la mayoría no contaba con dineros eran obligados a dejar sus familias para ir a las minas y las haciendas. En 1697 los españoles decidieron que además de la mita y del tributo en productos, iban a cobrar dinero. Y como nuestros abuelos no tenían dinero se vieron obligados a dejar a sus familias para ir a las minas y haciendas, pero los patrones les pagaban muy poco y no alcanzaba para pagar el tributo. Entonces eran apresados y maltratados, los esclavizaban y les quitaban la tierra. Julián Apaza creció y se dedicó al pequeño comercio de la bayeta y de la coca. Viajó por diferentes comunidades y haciendas, viendo como sus hermanos de raza eran maltratados y asesinados por los españoles. En uno de sus viajes conoció a Bartolina Sisa, una bella jóven, con la cual se casó y tuvo 3 hijos. En 1780, Julián oye hablar de Tomás Katari, quien inició una lucha con los Ayllus guerreros Q’aqachacas de Macha frente a los abusos de los españoles. Julián tomó contacto con Tomás Katari, y ambos compartieron sus ideas, en su honor adoptó el nombre de Katari. Tupac lo adoptó como nombre como símbolo que su franternidad con Tupac Amaru, el héroe Quechua. La Guerra de la Confederación de Naciones Originarias había comenzado.
Después de la gran rebelión, que unió a quechuas y aymras, Tupac Amaru en Perú, Tupac Katari en Alto Perú (hoy Bolivia), que hizo tambalear al poder español en América, en Peñas, se dio la batalla final, Katari es sorprendido y traicionado, es capturado el 15 de noviembre de 1781 y muerto de forma horrible.
El Alto Perú, la actual Bolivia, y Haití son hoy los dos países más empobrecidos de América. Pero en el siglo dieciocho fueron las colonias más ricas de América. Bolivia por sus minas de plata del Potosí, Haití por su enorme producción de azúcar, alimento “estrella” de esa etapa del capitalismo. En ambos casos, detrás de esa producción de riqueza, estaba la brutal explotación de millones de personas, indios mitayos en Bolivia, negros esclavos en Haití. No es casualidad entonces que en 1780 en Bolivia y en 1791 en Haití se prendiera la llama de la rebelión de los trabajadores esclavizados, indios y negros contra el voraz y genocida capitalismo naciente. Fueron derrotados. Pudieron haber triunfado y hubiera sido otra la historia de América. Pero su rebelión perduró y perdurará históricamente como un alto ejemplo de dignidad humana, al igual que la rebelión de los esclavos romanos protagonizada por Espartaco hace 2.000 años.
Los negros haitianos triunfaron pero por pocos años, porque fueron bloqueados y condenados a pagar por los “daños” a sus amos una deuda interminable. Fueron invadidos incontables veces, ocupados durante décadas y hoy es un país ocupado por sus propios hermanos latinoamericanos, pero por cuenta del imperialismo yanqui.
Bolivia logró su independencia, 34 años después de la rebelión de katari, pero para erigir una república racista dominada por una pequeña oligarquía blanca.
Ambos países fueron condenados por el capitalismo imperial a pagar muy cara su osadía de rebelarse contra el capitalismo naciente. Ambos países fueron saqueados, bloqueados, atacados, descuartizados como Tupac Katari, aconteció también con la propia Bolivia, privada de más de la mitad de su territorio original y despojada de su litoral marítimo. Los trabajadores y el pueblo boliviano jamás dejaron de luchar, de protagonizar levantamientos heroicos como los de 1952 y el 2003 marcando rumbos para la rebelión mundial anticapitalista.
Hoy mismo renace la lucha en Bolivia, contra la traición del gobierno del MAS, por la Agenda de Octubre, por expropiar y expulsar a las transnacionales, modernas formas de explotación colonial. Hoy el gobierno del MAS homenajea a Tupac Katari y a Bartolina Sisa, pero vaciados de su real contenido revolucionario. Ellos se sublevaron contra el poder colonial español. Evo se somete a ese poder y entrega buena parte de los hidrocarburos a la Repsol. Recientemente recibió y homenajeó a la reina de España.
La revolución internacional obrera y de todos los oprimidos, que se vuelve a gestar en los indignados en las propias entrañas imperialistas de Europa, hoy en huelga general en cinco países, que se expresa en múltiples levantamientos en Africa y Asia, en las huelgas y movilizaciones de trabajadores en Argentina, de los estudiantes chilenos, de los pueblos que se rebelan contra la minería capitalista depredadora en Perú, tiene una deuda histórica con los pueblos oprimidos de Bolivia y Haití, precursores de la libertad.
Como dice la Internacional Socialista, “el día que el triunfo alcancemos”, cuando caigan rotas definitivamente las cadenas del capital en el mundo, los pueblos oprimidos de Bolivia y Haití serán merecidamente compensados y homenajeados como iniciadores de la lucha por la liberación. Tupac Katari y sus hermanos y hermanas de lucha de 1780 serán reconocidos entre grandes héroes de toda la humanidad trabajadores y explotada.
Cuenta la tradición aymara que, antes de que sus verdugos le cortaran la lengua, Tupac Katari nos dejó su predicción en aymara «Nayjaj sapjarukiw jiwyapxittaxa nayxarusti, waranqa, waranqanakaw kutt’anipxani…» «A mí solo me están matando, pero VOLVERÉ Y SERÉ MILLONES……»
La Protesta
14 de noviembre 2012

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