Cartas de Roger Waters a Caetano Veloso y Gilberto Gil pidiéndoles que cancelen su concierto en Israel

Veloso y Gil en Israel

Primera carta

22 de mayo

Queridos Caetano y Gilberto:

Cuando miro sus fotos o escucho sus canciones, cuando leo la historia de sus luchas personales y profesionales, me acuerdo de todas las luchas de todos los pueblos que resistieron al dominio imperial, militar y colonial a lo largo del milenio, de sus luchas por los presos y los muertos. Nunca fue fácil, pero siempre fue correcto.

En una de sus canciones, Gil, usted menciona al arzobispo Desmond Tutu. Yo no hablo portugués, pero asumo que ambos aplauden la resistencia del arzobispo Tutu contra el racismo y el apartheid que finalmente fue derribado en Sudáfrica. Aquellos eran días agitados, en los que la comunidad mundial de artistas estaba junto a sus hermanos y hermanas oprimidos en África. Nosotros, los músicos, lideramos en aquél momento el apoyo a Nelson Mandela, al CNA, al pueblo africano oprimido y a todos los presos y muertos.

Ahora estamos ante una oportunidad igualmente significativa. Estamos en un punto culminante. Aquellos que estamos convencidos de que el derecho a una vida humana decente y a la autodeterminación política deben ser universales estamos, en consonancia con 139 naciones de la Asamblea General de la ONU, enfocados en Palestina.

Luego del brutal ataque de Israel a la población palestina de Gaza, en junio del año pasado, la opinión pública, de manera acertada, se definió en favor de las víctimas, en favor de los oprimidos y sin privilegios, a favor de los presos y muertos.

El Primer ministro israelí, Netanyahu, con su gobierno de extrema derecha, me recuerda aquella historia de “El traje nuevo del emperador”; ya que ciertamente nunca hubo un gabinete más expuesto en sus calumnias. Ellos se condenan cada vez más con cada aliento, con cada discurso racista. “Mira, mamá, el emperador está desnudo”.

Recientemente tuve la oportunidad de escribirle una carta a un joven artista inglés, Robbie Williams, en la que le comentaba el destino de cuatro jóvenes palestinos que fueron asesinados por la artillería israelí mientras jugaban al fútbol en una playa de Gaza. ¿Pero por qué yo traería a cuento una playa y un partido de fútbol? ¿Por qué? Porque amo Brasil, tengo la playa de Ipanema en los ojos de mi mente, recuerdo los shows que hice en San Pablo, Puerto Alegre, Manaos y Río de Janeiro. ¿Cómo podría olvidarlos? También tengo una camiseta de fútbol firmada: “Para Roger, de su fan Pelé”.

Cuando estuve allí por última vez, una niña inocente acababa de ser muerta, arrastrada por un carro conducido por delincuentes que escapaban de la escena del crimen. El luto nacional era palpable, todos estaban involucrados y ustedes, todos ustedes, se conmovían por aquella pobre criatura. Ustedes han sido un foco de luz para el mundo de muchas maneras.

Como ustedes saben, los artistas internacionales preocupados por los derechos humanos en la Sudáfrica del apartheid se negaron a cruzar la línea del piquete para tocar en Sun City. En aquellos días Little Steven, Bruce Springstein y otros cincuenta músicos protestaron contra una opresión cruel y racista sobre los sudafricanos. Aquellos artistas ayudaron a ganar esa batalla y nosotros, parte del movimiento no violento Boicot, Desinversión y Sanciones (BDS), luchamos por la libertad, la justicia y la igualdad. Y vamos a ganar esta pelea contra las políticas igualmente racistas y colonialistas del gobierno de ocupación de Israel. Vamos a seguir presionando en favor de iguales derechos para todos los pueblos de Tierra Santa. Del mismo modo que aquellos músicos no tocaron en Sun City, somos cada vez más los que no vamos a tocar en Tel Aviv. No queda lugar en el mundo para otro régimen racista de apartheid.

Cuando todo esto termine, iremos a Tierra Santa, cantaremos nuestras canciones de amor y solidaridad, miraremos las estrellas a través de las hojas de los olivos, sentiremos el olor de la madera quemándose en las cocinas de nuestros anfitriones, valoraremos esa legendaria hospitalidad. Pero, hasta que esto termine, hasta que todos los pueblos sean libres, vamos a dejar nuestra marca en la arena. Hay una línea que no cruzaremos, no vamos a ser animadores en la corte del rey tirano.

Queridos Gilberto y Caetano, los prisioneros y los muertos les están tendiendo sus manos. Por favor, únanse a nosotros cancelando su show en Israel.

Segunda carta

El mes pasado les escribí a Caetano y Gil pero no recibí ninguna respuesta, por lo que supongo que ellos van a cruzar la línea del piquete para tocar en Tel Aviv. Que así sea. Tendrán razones imperativas que se guardan para sí mismos. En mi carta anterior les hablaba de fútbol, playas, derechos humanos y sueños. Aquí va otra historia de sueños y fútbol.

Jawhar Nasser Jawhar, de 19 años, y Adam Abd al-Raouf Halabiya, de 17, dos jóvenes y promisorios jugadores de fútbol, soñaban con jugar profesionalmente algún día, tal vez defendiendo la casaca de su país. Pero el 31 de enero, mientras caminaban para su casa, a la salida de una sesión de entrenamiento en el Estadio de Faisal al-Husseini de al-Ram, en el centro de Cisjordania, fuerzas militares israelíes abrieron fuego sobre ellos sin previo aviso.

Jawhar fue alcanzado por siete disparos en su pié izquierdo y tres en el derecho. Halabiya fue herido una vez en el pie izquierdo y otra en el derecho. Los médicos del hospital gubernamental de Ramallah dicen que ninguno de los dos podrá volver a patear una pelota de fútbol y que, aún más, serán necesarios seis meses de tratamiento antes de que los médicos puedan evaluar si podrán volver a caminar.

Estos dos jóvenes no fueron acusados de ningún delito y ninguna investigación se abrió respecto de las acciones de los soldados responsables de sus lesiones incapacitantes.

Así que, Caetano y Gil, Jawhar y Halabiya no estarán presentes en su show de Tel Aviv. En cambio, los hombres que los balearon se encuentran libres para concurrir, si así lo desean.

Roger Waters
7 de junio de 2015, Nueva York

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