8 diciembre, 2024

Chancellor preso otra vez

Ciudad Guayana. martes, 29 de marzo de 2011 (Foto William Urdaneta).- Quema de cauchos, forcejeo entre estudiantes y policías, equipo reporteril lesionado y un nubarrón de dudas e indignación siguieron a la frustrada excarcelación de Carlos Chancellor como consta en el Oficio Nº 016-11 (boleta de libertad). El Tribunal Primero de Ejecución del estado Bolívar emitió ayer en la tarde la decisión que permitía al ex burgomaestre recobrar su libertad, tras acordarse la conversión del resto de la pena por cumplimiento en confinamiento, aunque de esto poco se precisó.

Ciudad Guayana. martes, 29 de marzo de 2011 (Foto William Urdaneta).- Quema de cauchos, forcejeo entre estudiantes y policías, equipo reporteril lesionado y un nubarrón de dudas e indignación siguieron a la frustrada excarcelación de Carlos Chancellor como consta en el Oficio Nº 016-11 (boleta de libertad). El Tribunal Primero de Ejecución del estado Bolívar emitió ayer en la tarde la decisión que permitía al ex burgomaestre recobrar su libertad, tras acordarse la conversión del resto de la pena por cumplimiento en confinamiento, aunque de esto poco se precisó.

Hubo dos firmas. La de Elena Di Ciocio Muñoz, “juez segundo de ejecución de la extensión territorial de Puerto Ordaz”, y la de Carlos Marcelino Chancellor Ferrer.

A la rúbrica de este último se antepone un “recibido”. Más abajo, la hora y la fecha: “06:11 PM. 28-03-11”. Y, pensó él (en español, por supuesto) Cette nuit la liberte (Esta noche la libertad), como aquella narración sobre la caída del imperio británico en la India escrita, a cuatro manos, por Dominique Lapierre y Larry Collins.

Pero, qué va. La historia fue otra. Cuando Carlos Chancellor firmó el documento, nada menos que su boleta de libertad emitida por el Tribunal Primero de Ejecución del estado Bolívar, apenas tuvo tiempo de abrazar y besar a su hija antes de que esa felicidad se tornara, nuevamente, en amargura.

“Este tribunal, mediante decisión de esta misma fecha, acordó la conversión del resto de la pena por cumplimiento en confinamiento”. Pero… no hubo libertad. Y Chancellor, después de abrazar a su descendiente, tuvo que regresar a la celda.

Confusión

Desde las 6:30 de la tarde, la sede de Patrulleros de Caroní comenzó a llenarse de gente que esperaba la salida del dirigente político. Ya para ese momento, el alcalde electo del municipio Sifontes había sido detenido nuevamente.

Pronto se supo el motivo: una llamada había informado sobre la revocación de la decisión. ¿Quién llamó y de dónde? Nadie, hasta anoche, lo sabía.

“Si existe una decisión de este tipo, el fiscal tiene que apelar a la Corte de Apelaciones. A pesar de que tenemos la boleta de excarcelación firmada por Carlos, fue retenido ilegítimamente y se está esperando una confirmación del TSJ (Tribunal Supremo de Justicia para anularla). Es un proceso telefónico e irregular que va contra el estado de derecho”, denunció, en frente de cámaras, micrófonos y grabadoras, Luz María Álvarez, presidenta de la Seccional Ciudad Guayana del Colegio de Abogados.

Carmen Cedeño, esposa de Chancellor, también declaró hasta donde le permitieron los sollozos: “Nos dieron esta boleta de excarcelación para Carlos Chancellor. Con mucha tristeza vemos cómo juegan con la vida de una persona. Carlos Chancellor es una persona inocente. ¿Cómo es posible que hayan revocado todo con una llamada? De verdad no entendemos lo que está pasando”.

Ardió la calle

Luego de las 8:00 de la noche, la molestia se evidenció cuando algunos de los que se encontraban en el recinto policial exigieron “vámonos para la Plaza Monumento”. Una vez allí, los manifestantes quemaron cauchos en la avenida Guayana.

La confusión comenzó cuando llegaron los funcionarios de la Policía del estado Bolívar: los presentes relataron que los uniformados agredieron a algunos de los estudiantes, e incluso cuatro de ellos fueron detenidos: José Peña, Jesús Peña, Oswaldo Rodríguez y Juan Betancourt.

“Me tuvieron en (el módulo policial de) Los Olivos. Un oficial me golpeó la cara. En la patrulla no me hicieron nada, pero en la protesta me comenzaron a golpear la cara contra el vidrio de la patrulla”, denunció Oswaldo Rodríguez.

En total, ocho patrullas y dos motos se utilizaron para disipar la protesta. El comandante de la Policía del estado Bolívar, Julio César Fuentes Manzulli, participó de la acción.

Los funcionarios decomisaron la cámara del equipo de Globovisión, encabezado por Lorena Cañas. En medio del forcejeo, la periodista fue golpeada en la cara.

“Mientras que mi camarógrafo grababa lo que estaba sucediendo, llegaron esos funcionarios de la Policía, arremetieron contra los muchachos y los empujaron. Cuando me dijeron que se estaban llevando a mi camarógrafo, corrí hasta una de las patrullas, y le pedí al funcionario que no se la llevara. Pero él estaba bloqueado y nos dijo que estaba mal lo que hacíamos (…) forcejeamos, quise meterme en la patrulla, me dio el empujón y fue cuando me dio en la boca”, relató la periodista.

A la expectativa

Luego de la liberación de los estudiantes, todos los manifestantes se congregaron de nuevo en el Palacio de Justicia para repudiar la acción y permanecer en vigilia.

Por un momento se corrieron rumores que aseguraban que funcionarios policiales dispersarían a los manifestantes con gas lacrimógeno. Nunca ocurrió, y entre tantos murmullos, algo sí resultó verdad: Carlos Chancellor continuó detenido en la sede de Patrulleros de Caroní.

Cuando se anunció la excarcelación, desde las afueras del Palacio de Justicia, Daniel Chancellor manifestó, en medio de una inocultable emoción: “¡Tranquilo, que dentro de un rato llega el hombre al que tienes que entrevistar!”. Ese hombre, su hermano, nunca llegó. ¿Cuánto habrá que esperar para entrevistarlo, ahora sí, en libertad?

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