Chávez logra acuerdo con los yanquis para normalizar la situación diplomática
Caracas, 3 de enero.- El gobierno imperialista de los Estados Unidos confirmó este lunes que presentará un nuevo candidato a embajador en Caracas, luego de la conversación entre el presidente Hugo Chávez y la secretaria de Estado Hillary Clinton, durante la toma de posesión de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
Caracas, 3 de enero.- El gobierno imperialista de los Estados Unidos confirmó este lunes que presentará un nuevo candidato a embajador en Caracas, luego de la conversación entre el presidente Hugo Chávez y la secretaria de Estado Hillary Clinton, durante la toma de posesión de la presidenta brasileña, Dilma Rousseff.
El portavoz del Departamento de Estado, P.J. Crowley dijo en conferencia de prensa que la candidatura de Larry Palmer como embajador expiró al culminar la sesión legislativa del 2010, después de que el gobierno venezolano rechazara el mes pasado su beneplácito al diplomático estadounidense por haberse entrometido en la política venezolana.
«Tendremos que renominar un candidato a embajador», dijo Crowley, anunciando así la fórmula para el entendimiento con el gobierno venezolano. Pese a utilizar en ocasiones un discurso supuestamente antiimperialista, el gobierno venezolano es uno de los principales proveedores de petróleo de los EEUU, y multinacionales como Chevron son socias y copropietarias de los yacimientos petrolíferos venezolanos.
Hace pocos días, el gobierno de Estados Unidos revocó la visa del embajador venezolano Bernardo Álvarez como represalia por el rechazo a Palmer por parte del gobierno venezolano.
Durante la ceremonia de toma de posesión de Rousseff, la ex izquierdista que sucederá a Lula Da Silva, se pudo observar a Chávez sonriente en compañía de los derechistas Juan Manuel Santos y Sebastian Piñera, presidentes de Colombia y Chile respectivamente. Con Hillary Clinton, Chávez llevó a extremos su intención de agradar a la máxima representante de la diplomacia imperialista. Numerosas fotografías de la prensa internacional dan testimonio del vergonzoso episodio.
Chávez dijo a periodistas en el aeropuerto de Brasilia poco antes de su retorno a Caracas que «nos saludamos. Ella creo que estaba entrando al salón, tenía una sonrisa muy espontánea y yo le saludé con la misma efusividad. Fue un rato ameno, hablamos una dos o tres cosas puntuales».