«Chávez no acepta la autonomía de nadie y mucho menos la sindical»
(Foto: Wilfredo Yustis) Caracas.- El edificio de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv) es una sólida construcción que parece invadida. La falta de mantenimiento de su fachada –una mezcla de muros curtidos, rejas y pancartas del Psuv pintadas de mala manera- dan paso a la réplica enana de un balancín con los infaltables colores de la bandera venezolana en el pasillo de entrada. El vigilante ha salido a la esquina. Se impone la calma chicha del abandono. Tras una ventana, allá al fondo, una voz responde a quienes preguntamos por Orlando Chirino, el destacado luchador sindical ex chavista. “¿Quiééén? Ahh, suba al quinto”.
Allí está, sacrificando su almuerzo para tener tiempo de contestar las preguntas. Se le nota entusiasmado. Acaba de llegar de una marcha, ha organizado varias recientemente y prepara otras. La calle es ahora su obsesión.
(Foto: Wilfredo Yustis) Caracas.- El edificio de la Federación Unitaria de Trabajadores Petroleros de Venezuela (Futpv) es una sólida construcción que parece invadida. La falta de mantenimiento de su fachada –una mezcla de muros curtidos, rejas y pancartas del Psuv pintadas de mala manera- dan paso a la réplica enana de un balancín con los infaltables colores de la bandera venezolana en el pasillo de entrada. El vigilante ha salido a la esquina. Se impone la calma chicha del abandono. Tras una ventana, allá al fondo, una voz responde a quienes preguntamos por Orlando Chirino, el destacado luchador sindical ex chavista. “¿Quiééén? Ahh, suba al quinto”.
Allí está, sacrificando su almuerzo para tener tiempo de contestar las preguntas. Se le nota entusiasmado. Acaba de llegar de una marcha, ha organizado varias recientemente y prepara otras. La calle es ahora su obsesión.
¿Cuál socialismo?
-Antes de venir acá le pedí a una periodista revolucionaria referencias sobre usted. Lo primero que me dijo fue: “es escualidísimo”. ¿Se siente usted así?
-No, al contrario. Yo formo parte de los verdaderos revolucionarios, no sólo de este país sino del mundo, que creemos en un socialismo con democracia obrera.
-¿Es que hoy son contradictorios?
-El problema es que en Venezuela hay mucha gente, comenzando por el presidente Hugo Chávez, que sostiene que estamos en un proceso socialista. Y no es verdad. Desde el punto de vista de la economía, todas las medidas que ha venido tomando Chávez desde 2001 son neoliberales: aumento del Impuesto al Valor Agregado, liberación de precios y para hacer pasar estas políticas hizo un aumento miserable de 20% del salario mínimo. Pero además, flexibilizó la permisología para adquirir dólares destinados a la importación, medida que coronó con un acto con los empresarios en junio de 2009, en el cual estaba Lorenzo Mendoza al que invitó a invertir en petróleo. Y en enero de 2010, después de haber dicho todo lo contrario en diciembre de 2009, decretó una brutal devaluación.
-¿Es usted antiempresarial?
-No, en todo caso el socialismo que nosotros defendemos es la socialización de los medios de producción –máquinas, tierras- que permitirían que el trabajo excedente sea utilizado para defender la calidad de vida del trabajador venezolano.
-¿Así que usted aprueba las expropiaciones gubernamentales de empresas privadas?
-No, de ninguna manera, porque esas expropiaciones son unilaterales, inconsultas e inequívocamente tienen el objetivo de favorecer a la boliburguesía. Y lo más grave es que en el balance de las expropiaciones que hace el gobierno, estas se han convertido en un búmeran contra los trabajadores: les liquidan el derecho a la contratación colectiva, a la organización sindical y pretenden cambiar esta por unos supuestos Consejos de Trabajadores escogidos por el Psuv o el presidente Chávez.
-¿No será que los sindicatos tradicionales pretenden seguir manteniendo sus cuotas de poder para meter en las empresas a obreros a los que cobran comisiones por entrar en ellas?
-Eso es una distorsión utilizada por la vieja dirigencia sindical, sobre todo la cúpula de la CTV, y hoy quienes la practican son los dirigentes sindicales del chavismo. Y quien te lo dice es un testigo de excepción de ello. Lo he combatido desde que intentamos construir la Unión Nacional de Trabajadores (UNT).
-¿Por qué fracasó la UNT en aglutinar a todos los trabajadores inconformes con la dirigencia sindical tradicional?
-La UNT fue la conquista más importante, organizativamente hablando, de este proceso político porque fue fruto de un enfrentamiento desarrollado durante el golpe y el paro petrolero, donde la CTV estaba al lado de los patronos de Fedecámaras y del imperialismo norteamericano, y nosotros, el resto de los dirigentes, estábamos al lado del proceso del presidente Chávez. De tal manera que ahí se produjo una derrota muy grande que liquidó a la CTV.
-¿Por qué a Chávez le incomoda que los dirigentes sindicales le exijan?
-Muy facilito: es un militar autoritario, antiobrero, antidemocrático y antisindical. Chávez no acepta la autonomía de nadie y menos de los dirigentes sindicales.
-¿Y por qué tendrían que ser autónomos del gobierno los dirigentes sindicales si este proceso se llama a sí mismo obrerista? Sería como estar en contra de tu familia.
-Este gobierno no es obrerista. Los sindicatos son organizaciones independientes del Estado, del gobierno, de los partidos políticos y del Presidente de la República. Pero es que además, aquí no estamos en socialismo y, si así fuera, tendríamos la misma posición de defensa de la autonomía sindical. ¿Cómo puede ser obrerista un gobierno que ante el derecho sagrado de la protesta y la huelga responde criminalizándolo, expresado en tres dirigentes sindicales presos, 200 procesados, 73 con régimen de presentación y de prohibición de acercarse a las empresas donde trabajan? Este gobierno, en el caso de los sindicatos petroleros, les desconoció hasta el comisariato.
-Pero todo el mundo sabe que los comisariatos instalaban una suerte de ghetto exclusivo donde se tenía el privilegio -que no tenía el resto de la población- de comprar a precios ridículamente bajos. ¿Eso es justo?
-No solo es justo sino que era una gran conquista. Lo que tenía que hacer el gobierno de Chávez era extenderle ese beneficio a todos los trabajadores del país.
-¿Y cuánto costaría ese gigantesco subsidio?
-Sale más barato en relación con el despilfarro, la corrupción y los privilegios que tiene un grupo grande de funcionarios de este país, comenzando por el Presidente. Además, chico, estamos hablando de un país petrolero, cuyo barril lo encontró Chávez a 7 dólares y hoy está a más de 100. ¿Tú sabes en qué ha convertido este gobierno a los trabajadores petroleros? En los peores pagados del mundo, con una diferencia de hasta ocho y diez veces menos del salario que cobran por el mismo trabajo en otros países. Hoy el salario básico diario de los obreros petroleros venezolanos es de 79 bolívares, mientras que en las grandes empresas como Polar y en filiales de transnacionales, oscila entre 130 y 150 bolívares diarios. ¿Tú te acuerdas de que aquí a los padres les encantaba que sus hijas se casaran con petroleros? Ahora ni de vaina. Antes los petroleros brindaban, ahora hay que brindarles o, en mi caso, esconderme.
Deuda pendiente
-¿ Tiene usted esperanzas en relación con una pronta aprobación de la nueva, y demorada, Ley del Trabajo?
-Lo que estamos planteando es que se abra un proceso con los trabajadores de base para, desde abajo, elaborar un proyecto de ley que conquiste seguridad social plena, trabajo fijo, respeto a la libertad sindical y al derecho a sindicalizarse y que penalice con cárcel a quienes violen los derechos de los trabajadores.
-Ustedes, los dirigentes sindicales –ha dicho el Presidente- piden, piden y piden pero dan muy poco. Ahí está la caída de la producción en las empresas básicas de Guayana. Pareciera que Chávez tiene razón.
-La destrucción de las empresas básicas es responsabilidad del propio Presidente de la República.
-¿Él lo quiso así?
-Yo no puedo decir si lo quiso o no lo quiso. Yo voy a lo concreto: todas esas empresas están arruinadas, ¿y quién nombró a los directores?, fue el propio Presidente que nombró a burócratas cuyo único mérito era ser miembros del Psuv, desconociendo totalmente las representaciones de los trabajadores, sus sindicatos, sus técnicos, imponiendo una política criminal de discriminación donde si no eres del Psuv, te persiguen. Además, son directivos que nadie controla. De ahí la enorme corrupción en ellas. Pero es que no le puedo dejar pasar su afirmación de que los trabajadores piden y piden. ¿Por qué? Porque los trabajadores producen y producen y tienen enfrente a un gobierno que no les da las botas, desmejora su comida, no les discute contrato colectivo y les intenta destruir su único instrumento de lucha que son sus sindicatos.
-Oyéndolo, uno no alcanza a distinguirlo de los opinadores asiduos de Globovisión. ¿Hay alguna diferencia entre ellos y usted?
-Muy grande: no tengo medios de producción, trabajé 27 años en una empresa transnacional llamada Celanese, vengo de ser limpiabotas e hijo de campesinos y laboré por siete años en Pdvsa donde se violaron todos mis derechos, y a pesar de una orden de reenganche de noviembre de 2009, este gobierno que se dice “socialista” no acata esa orden. Y como a mí no me entrevistan por el canal 8, tengo el derecho de conceder entrevistas a quien yo crea para defender mis derechos. Escuálido es Diosdado Cabello. Ese sí se parece a los opinadores de Globovisión.
Perfil
La historia sindical de Orlando Chirino comenzó hace 36 años, en 1974, cuando fundó y fue secretario general del sindicato de empleados de la transnacional Celanese, corporación dedicada a la producción de especialidades químicas.
En 1980 fue candidato a la presidencia de la Central de Trabajadores Textiles (Centratex), aunque finalmente fue electo para la secretaría general.
En 2000 fundó la Fuerza Bolivariana de Trabajadores de Venezuela, donde se desempeñó como miembro principal.
En 2001 optó también a la presidencia de la Federación de Trabajadores de Carabobo (Fetracarabobo), pero terminó escogido para la secretaría ejecutiva.
Dos años después, en 2003, fundó -junto con otros dirigentes obreros militantes del proceso revolucionario – la oficialista Unión Nacional de Trabajadores de Venezuela, de la cual fue coordinador general.
En 2009 asumió la coordinación nacional del independiente Movimiento Solidaridad Laboral y más reciente, este mismo año 2011, se desplegó como activista de la agrupación Corriente Clasista y Unitaria C-Cura.