17 enero, 2025

Chavez se queja de prepotencia imperial pero patea a la izquierda

Habló Chávez, lo hizo en el lanzamiento de otro globo electoral, el Plan de vivienda que terminará en manos de los boliburgueses del PSUV y la Guardia, y lo hizo para agraviar a la izquierda revolucionaria por atreverse a resistir su enorme arbitrariedad y violacion de derechos del camarada Joaquín Pérez Becerra, pues un verdadero gobierno revolucionario, con vocación solidaria e internacionalista, habría velado por las garantías de JPB, como la presunción de inocencia y el derecho a la defensa. Ya está visto que estas palabras no encajan en la retórica superficial del chavismo demagógico, al que le vale un huevo los principios universales del derecho.

Habló Chávez, lo hizo en el lanzamiento de otro globo electoral, el Plan de vivienda que terminará en manos de los boliburgueses del PSUV y la Guardia, y lo hizo para agraviar a la izquierda revolucionaria por atreverse a resistir su enorme arbitrariedad y violacion de derechos del camarada Joaquín Pérez Becerra, pues un verdadero gobierno revolucionario, con vocación solidaria e internacionalista, habría velado por las garantías de JPB, como la presunción de inocencia y el derecho a la defensa. Ya está visto que estas palabras no encajan en la retórica superficial del chavismo demagógico, al que le vale un huevo los principios universales del derecho.

Se queja el señor Chavez, a propósito de Libia, de la prepotencia imperialista y de los bombardeos contra su amigo Gadafi por parte de la fuerza aerea de la OTAN. Clama por la paz, defiende la soberania nacional libia y pide la conciliacion, la concertacion y el dialogo para evitar más derramamiento de sangre. En ese trance pacifista, descubre los gestos de una mansa paloma que no parte un vaso de cristal. Sin embargo, a renglón seguido salta el duende jupiterino para estigmatizar, ridiculizar, macartizar y amenazar la izquierda revolucionaria, por atreverse a señalar y hasta quemar los monigotes de sus lacayos ministeriales, Maduro e Izarra, protagonistas de la grotesca deportación de un periodista sueco, de origen colombiano, víctima del exterminio de la UP, entregado a los sicarios del narcoparamilitarismo de Bogotá, por el único delito de escribir contra el sistema de muerte que rige en Colombia contra líderes populares y políticos de oposición al régimen narcoparamilitar.

Su sarcasmo, en un discurso que alcanza los niveles de órdenes oficiales generadoras de atropellos, alude a minorías ultraizquierdistas, inconsecuentes, incoherentes, marxistas, leninistas, infiltrados, terroristas y siga contando adjetivos en este universo de rabias y venganzas de una supersubjetividad descontralada hasta los límites de la borrachera, deriva del elogio y la salameria de su legion de aulicos a sueldo, vestidos en la ocasion de rojos socialistas.

Coherencia es lo mínimo que se le puede pedir a Chavez. Si se queja de un mal trato y de la prepotencia de los dueños del planeta, lo logico es que no aplique la misma medicina a sus adversarios de izquierda. Se supone que su conducta se atiene a principios democraticos, pues asi lo proclama a cada minuto, lo que lo obliga al respeto y la consideracion por las opiniones de los contradictores que se atreven a cuestionarlo en el desvio sorpresivo, no obstante haberle acompañado con desprendimiento y desinteres en su reciente andar, que son como casi 12 años.

La repugnante traición de Chávez y su descarado viraje hacia la ultraderecha, puesto de manifiesto en el bochornoso y repugnante caso de nuestro camarada JPB, entregado a la jauría de Santos, debe tener consecuencisa políticas inmediatas. Que los culpables paguen su irresponsabilidad política.

Con sus típicas bravuconadas, Chávez pretende distraer el asunto. Por supuesto que él es responsable y deberíamos quemar su tremendo muñecón, a estas alturas bastante desconfigurado por su falsificación ética y contrarevolucionaria. Así deberían proceder, frente a Miraflores, brigadas de manifestantes indignados con esta arbitrariedad. La carga simbólica de una movilizacion de esta envergadura no debe ocultarse. Hay que mantener en alto el dedo acusador. Nada de componendas y acuerdos para lo del Polo Patriótico, donde Soto Rojas, intenta contrarrestar la indignacion popular con frases incoherentes y sin sentido. Ya veo algunos abogadillos (¿comunistas?) decir que dejemos asi. Que sigamos en el gobierno porque no se puede hacer mas. No quieren perder sus chanfainas y sinecuras en los establecimientos ministeriales. A los farsantes hay que darles su merecido. Lo digo por el oportunismo de algunos juristas que nos estan haciendo recomendaciones para regresar a la contemporizacion con el Comandante.

Por supuesto, que Izarra y Maduro, son protagonistas de primera linea en esta fechoria. Ellos le echaron bastante leña al fuego. Organizaron un concierto delincuencial con el Comandante para desconocer las leyes y principos del Derecho Penal Internacional contra JPB. Para que decir que los principios de la etica revolucionaria les vale un bledo. Estos boliburgueses no saben de ética. Para ellos la moral no es mas que el fruto de la mata de mora. Lo unico que se ve en sus ojos es el billete y los privilegios en hoteles de seis estrellas. El amor de su vida es el dinero y los privilegios personales.

Que se vayan Maduro e Izarra. Son unos verdaderos farsantes.

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