Colombia: Retiran a siete militares por asesinatos y violaciones
Este martes, mientras los presidentes de Venezuela y Colombia brindaban y pactaban, las autoridades militares colombianas anunciaban el pase a retiro de dos coroneles, un mayor, un subteniente, un sargento y dos cabos, por su responsabilidad en la violación y asesinato de tres niños en la región del Arauca. El tema de los derechos humanos no formó parte de la reunión bilateral efectuada en Caracas.
Este martes, mientras los presidentes de Venezuela y Colombia brindaban y pactaban, las autoridades militares colombianas anunciaban el pase a retiro de dos coroneles, un mayor, un subteniente, un sargento y dos cabos, por su responsabilidad en la violación y asesinato de tres niños en la región del Arauca. El tema de los derechos humanos no formó parte de la reunión bilateral efectuada en Caracas.
Las autoridades militares intentan, con la medida, encubrir el carácter sistemático de estos crímenes, con los que se busca aterrorizar a la población rural. «Los hechos que se investigan se consideran el resultado de una conducta individual», dijo el vocero de la cúpula militar.
Los oficiales retirados del servicio activo son los tenientes coroneles Germán Belalcázar Arciniegas y James Édison Pineda Parra; el mayor James Alberto Granados y el subteniente Raúl Muñoz Linares, quien según fuentes judiciales está implicado en la violación de dos niñas, el 2 y el 14 de octubre y que quedó a disposición de la Fiscalía.
Igualmente, fueron retirados el sargento Luis Giovanni Torrijos Medina y los cabos Juan Esteban Sánchez Bonilla y Róbinson Javier Castro.
El padre de las víctimas ha sido amenazado de muerte por efectivos del Ejército, según denunció el Defensor del Pueblo.
El rostro del terrorismo de Estado
A partir de la década de los ochenta las Fuerzas Armadas colombianas trabajan mano a mano con escuadrones paramilitares de derecha que, desde la semilegalidad, mataron a decenas de miles dirigentes campesinos y sindicales, así como políticos de izquierda, defensores de derechos humanos, miembros de organizaciones indígenas, estudiantes.
Mientras Juan Manuel Santos se desempañaba como ministro de la Defensa del ex presidente Álvaro Uribe, se estrenó la modalidad de ejecuciones extrajudiciales conocida como la de los «falsos positivos». El Ejército, para mostrar supuestos avances en la lucha antiguerrillera y cobrar jugosas recompensas en metálico, secuestraba y asesinaba a civiles, a quienes luego presentaba como guerrilleros muertos en combate.
Estados Unidos ha premiado este récord en violaciones a los derechos humanos con un financiamiento de 7.000 millones de dólares para gasto militar en los últimos 11 años.