Colombia se enfrenta a semana de agitación social
El malestar se ha manifestado desde hace semanas en huelgas y paros de disímiles sectores, a los cuales se prevé se sumen otros en los próximos días.
Este lunes continúan en huelga los empleados de la Registraduría Nacional en reclamo de mejoras salariales, prácticamente en vísperas de consultas internas de varios partidos previstas para el próximo domingo y que podrían ser afectadas por la protesta.
El malestar se ha manifestado desde hace semanas en huelgas y paros de disímiles sectores, a los cuales se prevé se sumen otros en los próximos días.
Este lunes continúan en huelga los empleados de la Registraduría Nacional en reclamo de mejoras salariales, prácticamente en vísperas de consultas internas de varios partidos previstas para el próximo domingo y que podrían ser afectadas por la protesta.
También por similares motivos unos tres mil trabajadores de la Dirección de Impuestos y Aduanas Nacionales (DIAN) siguen en un paro que podría involucrar a los ocho mil 500 empleados del resto de la nación si no llegan a un acuerdo con el ejecutivo.
Tras una especie de tregua durante el fin de semana, las comunidades indígenas anunciaron una serie de marchas en varios departamentos para exigir a las autoridades el respeto a sus derechos y la entrega de tierras.
La semana pasada los indígenas bloquearon varias carreteras y protagonizaron violentos enfrentamientos con fuerzas antimotines con saldo de tres muertos y alrededor de un centenar de heridos.
Igualmente persiste un ya prolongado paro de los cortadores de caña en el departamento de Valle del Cauca, que tiene paralizada la producción azucarera en numerosas fábricas.
Para el resto de la semana está anunciado un paro nacional convocado por las principales centrales sindicales para el día 23, con marchas en la mayoría de las ciudades del país.
Asimismo los 280 mil afiliados a la poderosa Federación Colombiana de Educadores anunciaron una jornada de protesta y no se descarta que el gremio de camioneros haga algo parecido.
Los transportistas, que ya realizaron una larga huelga en agosto, están cada vez más disgustados porque el gobierno no ha cumplido lo acordado entonces para levantar la movilización, según han expresado sus dirigentes gremiales.