Condenan a esbirro camboyano a 35 años de prisión
Un tribunal respaldado por Naciones Unidas sentenció el lunes a un comandante de los Jemeres Rojos a 35 años en prisión, en su primera condena contra un jefe del régimen camboyano apoyado por los EEUU y China en la década de los 70. El gobierno encabezado por Pol Pot asesinó un estimado de 1,7 millones de personas en Camboya.
Un tribunal respaldado por Naciones Unidas sentenció el lunes a un comandante de los Jemeres Rojos a 35 años en prisión, en su primera condena contra un jefe del régimen camboyano apoyado por los EEUU y China en la década de los 70. El gobierno encabezado por Pol Pot asesinó un estimado de 1,7 millones de personas en Camboya.
Kaing Guek Eav, de 67 años, mejor conocido como Duch, deberá pasar 19 años encarcelado, pues ya ha cumplido con 16 años de prisión. El esbirro admitió durante los ocho meses de juicio haber supervisado la tortura y asesinato de más de 14.000 personas en la cárcel bajo su supervisión, también conocida como S-21, aunque alegó que sólo cumplía órdenes.
«Esperábamos que este tribunal diera un golpe a la impunidad, pero si se puede matar a 14.000 personas y pasar sólo 19 años en prisión, 11 horas por cada vida arrancada, ¿qué es ésto? Es una broma», dijo Theary Seng, hijo de una de las víctimas de la prisión S-21.
Duch no dejó traslucir ninguna emoción cuando se leyó el veredicto. El acusado fue declarado culpable de asesinato, tortura, violación, actos inhumanos, crímenes de lesa humanidad y otros cargos durante el período que estuvo a la cabeza de Tuol Sleng, una escuela convertida en prisión.
Se calcula que alrededor de un quinto de la población del país murió pereció en el período desde 1975 a 1979 en el que los Jemeres Rojos gobernaron el país. Antes de esto, los bombardeos yanquis y la guerra civil habían diezmado la población. Aunque Nixon autorizó bombardeos secretos contra Camboya mientras que los Jemeres Rojos luchaban por el poder, como parte de la agresión contra Indochina, luego del pacto con Mao Tse Tung y el triunfo militar de los Jemeres Rojos, el imperialismo apoyó el reconocimiento diplomático del nuevo régimen. Durante muchos años, los yanquis minimizaron las denuncias acerca de las atrocidades de Pol Pot, quien finalmente fue derrocado por las fuerzas vietnamitas en 1979.