Crece respaldo a lucha por empresas básicas
*** No son pocos los que se encuentran apoyando las manifestaciones de calle que desde el lunes han protagonizado los trabajadores de Bauxilum, Venalum, Alcasa y Carbonorca. Las movilizaciones son cada vez más numerosas.
*** Empleados de diversas áreas señalan que la lucha es justa, y coinciden en señalar que el Gobierno debe ofrecer prontas soluciones a esa crisis.
*** La dirigencia sindical mantuvo la unidad en su tercer día de movilización. Hoy realizarán asambleas en los portones.
*** Trabajadores de Alcasa objetaron la cobertura de las protestas por parte de VTV. Piden a los medios oficiales informar con veracidad.
*** No son pocos los que se encuentran apoyando las manifestaciones de calle que desde el lunes han protagonizado los trabajadores de Bauxilum, Venalum, Alcasa y Carbonorca. Las movilizaciones son cada vez más numerosas.
*** Empleados de diversas áreas señalan que la lucha es justa, y coinciden en señalar que el Gobierno debe ofrecer prontas soluciones a esa crisis.
*** La dirigencia sindical mantuvo la unidad en su tercer día de movilización. Hoy realizarán asambleas en los portones.
*** Trabajadores de Alcasa objetaron la cobertura de las protestas por parte de VTV. Piden a los medios oficiales informar con veracidad.
Puerto Ordaz, 16 de julio de 2009 (Correo del Caroní.)Desde el lunes la ciudad se ha visto sacudida por las protestas. La sola presencia de Raúl Bastardo da a entender el por qué apoya la lucha que durante esta semana han protagonizado los empleados del sector aluminio.
Son las 4:45 pm del miércoles, y Bastardo sale de su sitio de trabajo, una cadena de supermercados en donde se dedica al área de carnicería. Una bolsa de comida, sus ropas, y su condición de padre de cuatro hijos son el motivo de la empatía con los protestantes que desde el lunes se han hecho sentir por reclamar sus derechos.
Y es que no podía faltar más, cuando este carnicero siente lo que a veces es no tener dinero en el bolsillo para poder hacer un mercado, para comprar una medicina o costear un colegio, tal y como le sucede a muchos de los empleados de Venalum, Alcasa y Carbonorca, a quienes no les queda más remedio que exigir sus derechos a través de la protesta,
Bastardo es un reflejo de lo que muchos trabajadores experimentan en la maltrecha Ciudad Guayana, y como él, muchos se solidarizan con esta manifestación sin precedentes que hoy cumple cuatro días.
Razones de sobra
Según Raúl Bastardo, existen motivos suficientes como para que toda la colectividad guayanesa apoye las consignas de lucha en el sector aluminio.
“No sólo los ciudadanos, sino también el Gobierno, que es el que debería meterle la mano a las empresas. ¿Cuántos padres no habrán desempleados por eso? Pienso que la protesta que tienen hoy es justa”, declara.
Como cabeza de familia, señala que los empleados deben tener respuestas inmediatas para sus solicitudes, pues muchos de ellos deben hacer “milagros” con lo que ganan.
“Yo tengo cuatro hijos, y sé cómo es eso. Igualito ellos son padres de familia, y les toca sobrevivir”, manifiesta.
Su compañero de labores, Luis González, opina de igual forma, considerando que durante los últimos meses el estado de las empresas básicas ha sido más decadente.
“No hay otra opción que meterles dinero a esas empresas. ¿Cómo echan para adelante entonces? Están decaídas. Todos deberíamos estar allí y apoyando de lleno a esos trabajadores”, opina.
Sinceridad primero
Para Adolfo Marín, las reclamaciones de los trabajadores del sector aluminio deben alejarse de los entuertos políticos.
“Pienso que se está utilizando la política en esto, y no se está dando la lucha como debería. Hay una crisis que afecta a los ciudadanos, y dentro de eso es que se debería llevar la protesta”, expone.
Para Marín existe otro factor importante que se ha dejado de lado al desarrollar la protesta: la sinceridad de la dirigencia sindical.
“No hay sinceridad con los trabajadores. Durante estos días de protestas se perdieron muchas horas-hombre y, sin embargo, no hay garantías para ellos. Supuestamente para estos días se iban a concretar algunos pagos, pero no se sabe nada”, lamenta.
Por su parte, Sigfredo Tomes está convencido de que “esto no es más que un lío del Gobierno nacional, que pretende acabar con las empresas básicas. Han sido varias las veces que el Presidente viene a hablar con el sector oficialista de los trabajadores, y estos no exponen la verdad de los problemas. Tampoco se escucha a los sindicalistas, y por eso el desbarajuste”.
Entre tantas opiniones son muchas las conclusiones. Sin embargo, también existen personas como Doris Ruiz, quien opina que los trabajadores deberían buscar otra manera de protestar.
“No deberían cerrar las calles, sino buscar otros medios para protestar”, apunta, arrastrada por el agite propio de la vida de la ciudad.
¿Profética advertencia?
“Hago un llamado a los trabajadores (del sector aluminio) para que asuman su papel. Me voy a meter en esa batalla, porque no puede seguir eso de que si no me apruebas esto o aquello voy a parar la planta, no voy a poner la plata para que se la dividan en tajadas” (Hugo Chávez desde Ciudad Piar. 7 de marzo de 2009.)