Crisis EEUU-Israel: Netanyahu contraataca junto al lobby judío de Washington
JERUSALÉN (AFP) – El gobierno del primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu, enfrentado a la peor crisis de confianza desde hace décadas con Estados Unidos, esboza su contraataque, apoyándose en el
JERUSALÉN (AFP) – El gobierno del primer ministro de Israel Benjamin Netanyahu, enfrentado a la peor crisis de confianza desde hace décadas con Estados Unidos, esboza su contraataque, apoyándose en el influyente lobby pro-israelí de Washington.
El anuncio hecho por Israel la semana pasada, durante la visita del vicepresidente estadounidense Joe Biden, de un importante proyecto de colonización en Jerusalén. Este anexado, desencadenó una tormenta diplomática entre los dos países, tradicionalmente aliados próximos.
El embajador de Israel en Estados Unidos, Michael Oren, citado por la prensa, estimó que se trataba de «la crisis más grave de los últimos 35 años», cuando Estados Unidos obligó a Israel a retirarse parcialmente del Sinaí egipcio, entonces ocupado por el Estado hebreo.
Oficialmente, Netanyahu se abstiene de criticar abiertamente al presidente estadounidense Barack Obama, para evitar agravar la polémica, y dio consignas imperativas a sus ministros para que eviten de expresarse sobre el caso.
Esto no impidió que un ministro de su partido, el Likud, se expresara de manera anónima en el cotidiano popular Maariv, acusando al presidente Obama de «buscar la caída del gobierno de Netanyahu» y de explotar la crisis para obtener concesiones de Israel en el proceso de paz.
En Estados Unidos, el grupo de influencia pro-israelí AIPAC (American Israel Public Affairs Committee), en contacto estrecho con el Estado hebreo, criticó las recientes declaraciones de la administración Obama sobre los vínculos entre Estados Unidos e Israel.
Las observaciones del gobierno estadounidense «sobre las relaciones entre Estados Unidos e Israel son un tema de grave preocupación», estimó la AIPAC en un comunicado publicado el domingo.
Un día antes, el presidente de una importante organización judía, la Anti Defamation League (ADL, Liga Anti-Difamación), Abe Foxman, se había declarado «atónito» por el hecho de que la administración (estadounidense) «amonestara públicamente a Israel sobre la cuestión de la construcción en Jerusalén».
«Es del interés de nuestros dos países solucionar lo antes posible este diferendo y estoy convencido de que lo conseguiremos, como siempre lo hemos hecho en el pasado», declaró a la AFP el ex embajador de Israel en Washington Zalam Shaval, miembro del Likud en el poder.
Shaval advirtió contra el riesgo de que «críticas estadounidenses demasiado severas hacia Israel, supuestamente para reactivar el proceso de paz, tengan un efecto contrario y lleven a los palestinos a ser más intrasigentes».
Para el politólogo Eytan Gilboa, la crisis de confianza «tiene doble sentido, porque Israel duda de la determinación del presidente Obama para detener el programa nuclear iraní».
Netanyahu puede aprovecharse de la «declinante popularidad de Obama en Estados Unidos, teniendo en cuenta sus fracasos en el plano interno, en particular en el seno del electorado judío que votó masivamente por él», estimó este profesor de la universidad Bar Ilan, cerca de Tel-Aviv.
Otros analistas en Israel consideran por el contrario que un amplio sector de los judíos estadounidenses no está dispuesto a seguir al AIPAC en su apoyo incondicional a Israel.
«Estamos perdiendo el apoyo de toda un ala del judaísmo estadounidense, la izquierda moderada, que juzga provocadora la política (de colonización) de Netanyahu», se inquietó el lunes el cotidiano de gran circulación Yediot Aharonot.
Varios miembros del equipo de Obama, entre los cuales están Joe Biden, la secretaria de Estado Hillary Clinton y el principal consejero del presidente David Axelrod, han criticado en términos muy duros el proyecto de las viviendas en Jerusalén Este y el momento elegido para anunciarlo.
Netanyahu y Clinton deben pronunciarse durante la conferencia anual de la AIPAC, prevista del 21 al 23 de marzo.