Críticas a la izquierda del Gobierno cubano
El Gobierno de Cuba ha establecido una nítida separación entre quienes defienden el socialismo y los partidarios del intervencionismo estadounidense. Aún así, hay grupos que mantienen posiciones críticas para fortalecer las libertades y conquistar derechos.
El Gobierno de Cuba ha establecido una nítida separación entre quienes defienden el socialismo y los partidarios del intervencionismo estadounidense. Aún así, hay grupos que mantienen posiciones críticas para fortalecer las libertades y conquistar derechos.
Revolucionarios o disidentes. A simple vista parece que en Cuba no haya más opciones que ensalzar el sistema cubano o tildarlo de cruenta dictadura. Quien discrepa es tachado de contrarrevolucionario desde las filas oficialistas, y quien defiende el socialismo, calificado de cómplice del régimen por una oposición procapitalista. Sin embargo, en ese clima polarizado afloran colectivos que arremeten contra la falta de libertades y el autoritarismo del Gobierno desde un discurso anticapitalista y antiimperialista. Redes de activistas y blogueros critican la visita del Papa, claman contra el racismo y la homofobia, alertan de la deriva de la política económica de Raúl Castro y difunden en la isla las movilizaciones del 15M. Sobre todo, exigen poder organizarse sin ser controlados por el Gobierno cubano ni utilizados por el estadounidense.
Internet, una esperanza
El tímido avance en el uso de internet (minoritario y precario; pero la información se expande mediante las socorridas memorias USB) es uno de los elementos que han permitido consolidar espacios autogestionados como el Observatorio Crítico, una especie de paraguas de proyectos autónomos que promueven la participación ciudadana desde discursos emancipadores como el feminismo, el ecologismo, el antirracismo el anarquismo.
Apuestan por un proceso revolucionario que se aleje del estalinismo, en el que se hagan efectivas la igualdad, el respeto a las libertades y la autogestión. Difunden por email compendios de artículos, celebran foros sociales y debates sobre temas tan diversos como los transgénicos, el transfeminismo o el reguetón y la cultura popular, y organizan acciones en espacios públicos, en las que se cuelan (ocurrió en un debate con una activista del 15M) tanto agentes de la Seguridad del Estado como periodistas “independientes” –de la disidencia oficial–.
Observatorio Crítico nació de la Cátedra Haydée Santamaría, creada dentro de la Asociación Hermanos Saiz (AHS, la institución de jóvenes artistas y escritores) para investigar las transformaciones de la sociedad cubana. En 2010, cuando sus propuestas empezaron a resultar incómodas, AHS comunicó que sus integrantes habían superado la edad para permanecer vinculados a la institución. “Entonces ya no hubo la necesidad de ser políticamente correctos en cuanto a la crítica a las instituciones”, señala una de sus integrantes, Yasmín Silvia Portales Machado, lo que convirtió al Observatorio en uno de los colectivos más contestatarios de la isla. Varios de sus integrantes participan también en la comunidad Bloggers Cuba y como columnistas del diario digital Havana Times, dos espacios que aportan pluralidad y debate sosegado frente a la “ciberguerra” declarada entre webs oficialistas y disidentes.
Estos grupos exigen poder organizarse sin ser controlados por el Gobierno ni utilizados por la oposición procapitalista
Aunque esos espacios puedan resultar innovadores e ilusionantes, su incidencia es muy limitada. ¿Por qué no existen en Cuba movimientos sociales autónomos? El bloguero y miembro de Observatorio Crítico Rogelio M. Díaz Moreno cita el discurso oficial de que el concepto sociedad civil es “burgués, subversivo y una estrategia de EE UU para penetrar en el Tercer Mundo”, mientras que “las organizaciones de masas incorporan en sus estatutos el liderazgo del partido”. Dado que muchas asociaciones “no son más que grupúsculos promovidos por EE UU”, el bloguero considera imprescindible que ese país renuncie a promover un cambio de régimen en Cuba: “Entonces veríamos qué voluntad tiene el Gobierno de dejar de ejercer sus férreos controles”.
Se refiere entre otras cosas a la conjunción de trabas burocráticas y falta de voluntad política que hacen prácticamente imposible constituir asociaciones. Si bien la Constitución reconoce en su artículo 54 los derechos de reunión, manifestación y asociación –aunque el artículo 62, advierte que es punible ejercer esas libertades contra “la existencia y fines del Estado socialista–, para que el Ministerio de Justicia autorice la inscripción de una asociación, ésta tiene que recibir el aval de una entidad estatal “que la controla y atiende”, explica Dmitri Prieto, fundador del Observatorio Crítico. El registro tarda años en llegar (cuando llega), así que los colectivos optan por fórmulas como crear cátedras académicas o proyectos adscritos a centros culturales: “Mientras no hay confrontación con el sistema actual, las autoridades no ponen impedimentos, pero pueden toparse con incomprensión, falta de recursos y poca visibilidad”, señala. “Toda iniciativa individual asociativa se demoniza sistemáticamente, más si es de carácter político. Cuestionar de fondo las estructuras políticas y sociales es muy difícil, y además es suicida”, lamenta Portales.
Feminismo y diversidad sexual
Una estrategia reciente del Gobierno, según Rogelio, ha sido la de “canalizar inteligentemente las tensiones sociales”. El caso paradigmático es el del movimiento LGTB. El Centro de Educación Sexual (Cenesex), adscrito al Ministerio de Salud, promueve redes de gays, lesbianas y transexuales que, si bien se movilizan por sus derechos, lo hacen tuteladas por la institución.
Fuera de la institución, el Gobierno frenó iniciativas como el boletín electrónico NotiG.Se informó de que no podía circular sin estar inscrito en el Registro Nacional de Publicaciones Seriadas. “Aceptamos el aval Del Cenesex, pero seguimos esperando respuesta”, cuenta Isbel Díaz, uno de sus promotores, que se unió al proyecto para encontrar “un espacio de mayor libertad, no mediatizado”. Isbel –impulsor también de El Guardabosques, un proyecto ecologista contra la deforestación– y Yasmín se han embarcado en una nueva aventura: Proyecto Arcoiris, adscrito al Observatorio Crítico. Quieren ofrecer asesoría legal sobre discriminación y promover debates contra los prejuicios heteronormativos.
En el caso del feminismo, el discurso oficial mantiene que no hace falta un movimiento autónomo, puesto que existe la Federación de Mujeres Cubanas. Sin embargo, esta organización de masas no afronta con valentía problemas como la violencia machista o la presión policial hacia las prostitutas. En 1993 se formó Magín, la asociación de mujeres comunicadoras que aglutinó a un centenar de periodistas, artistas, científicas e incluso políticas. No duró mucho: en 1996 se les informó de que no podían seguir funcionando, bajo el argumento de que se temía que Estados Unidos las utilizase.
Desde hace año y medio, el foro feminista Mirar desde la Sospecha se ha convertido en un espacio de debate interesante, promovido por tres comunicadoras feministas con el respaldo de una ONG legalizada y de la Unión Nacional de Escritores y Artistas de Cuba. “Podíamos habernos reunido en nuestras casas, pero nos interesaba penetrar en el espacio institucional”, explica Danae C. Diéguez, una de sus impulsoras. En todo caso, varias de las participantes habituales fantasean con la idea de crear una red de comunicadoras autónoma y transgresora, como lo fue Magín.
PASOS ADELANTE: CUATRO EXPERIENCIAS
‘HAVANA TIMES’
El diario digital Havana Times publica en castellano e inglés artículos de actualidad; aporta informaciones sobre cuestiones que los medios oficiales silencian (los derrumbamientos de edificios o el misterioso cable de fibra óptica) y entrevistas para dar a conocer a nuevos talentos de la cultura.
ANTIRRACISMO
La Cofradía de la Negritud es el proyecto más potente de los ligados a Observatorio Crítico. Critica las formas de racismo social e institucional que persisten en la sociedad cubana y construye la memoria histórica de una comunidad ignorada a menudo en los relatos oficiales.
FEMINISMOS
Feministas institucionales y autónomas debaten en Mirar desde la Sospecha, un espacio promovido por tres comunicadoras dentro del programa Género y Cultura, que cuentan con el respaldo legal del Grupo de Reflexión y Solidaridad Monseñor Óscar Arnulfo Romero.
BLOGGERS CUBA
Esta comunidad de blogs nació con la vocación de romper con la dicotomía entre la experiencia de vida en la isla y su escaso reflejo en los medios nacionales y extranjeros. La mayor parte de sus integrantes defienden el socialismo y se distancian así de blogs anticastristas como el de Yoani Sánchez.