Datanálisis: “Baja la popularidad de Chávez en las clases populares”
Caracas, 28 de octubre de 2009. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, registra una baja en la confianza hacia su Gobierno, según un sondeo publicado hoy, en el que se aprecia un aumento del número de venezolanos alejados tanto del oficialismo como de la oposición.
La encuesta de Datanálisis, realizada entre el 23 de septiembre y el 8 de octubre, a nivel nacional, refleja, asimismo, que la inseguridad sigue siendo el problema que más preocupa a los ciudadanos (48%), seguido, de lejos, por el alto costo de la vida (10,8%).
Caracas, 28 de octubre de 2009. El presidente de Venezuela, Hugo Chávez, registra una baja en la confianza hacia su Gobierno, según un sondeo publicado hoy, en el que se aprecia un aumento del número de venezolanos alejados tanto del oficialismo como de la oposición.
La encuesta de Datanálisis, realizada entre el 23 de septiembre y el 8 de octubre, a nivel nacional, refleja, asimismo, que la inseguridad sigue siendo el problema que más preocupa a los ciudadanos (48%), seguido, de lejos, por el alto costo de la vida (10,8%).
El sondeo refleja que un 21,5% de los encuestados se define como “progobierno” (en septiembre era 32%) y que la caída de 10,5 puntos se centra sobre todo en sectores más desfavorecidos, habitualmente considerados próximos al “chavismo”.
Disminuye también el porcentaje de quienes se declaran de oposición: eran un 20,4% en septiembre, y pasan ahora a ser 17,4%.
En cambio, según la encuesta, aumentaron un 8,9% en un mes los llamados “ni-ni”, es decir quienes declaran no ser ni afectos al oficialismo ni a la oposición, y se sitúan ahora en 54%.
De la misma manera, a la pregunta “de qué partido político se considera”, una mayoría de 59,6% dice no sentirse afín a ninguno.
El sondeo muestra una baja de la confianza en el presidente Chávez en todos los sectores de la sociedad, especialmente entre la población más desfavorecida, considerada afecta al oficialismo, donde la disminución es del 15%.
Según se desprende de la encuesta, ese 15% pasa, en su mayoría, a englosar las filas de quienes ahora responden “no sabe, no contesta”.
A la pregunta de para quién votaría si las presidenciales fueran mañana, un 51% de los entrevistados considera que es “muy temprano para pensar” o no contestan.
Entre quienes responden, un 17,2% dice que votaría por Chávez, cuando a la misma pregunta en septiembre el 31,1% de los encuestados daba su intención de voto al presidente, lo que supone una baja de 13,9%.
No obstante, la suma de todos los demás líderes juntos -entre ellos los dirigentes opositores Antonio Ledezma, Henrique Capriles y Manuel Rosales- tan solo alcanza un total de 11,7% en intención de voto. Ninguno de ellos supera el 3,1%.
Asimismo, un 14,2% afirma que no votaría por ninguno, ni por el presidente, ni por uno de los líderes opositores.
A la pregunta de quién es responsable de los problemas que tiene el país, un 23,9% de los encuestados dice que es “el pueblo-la gente”, mientras un 23,2% considera que es Chávez, y el resto da respuestas diversas.
La encuesta nacional Ómnibus, realizada para Datanálisis, fue llevada a cabo en 1.300 personas, con un margen de error de 2.72% y un nivel de confianza del 95%, según la ficha del sondeo, que no ofrece el porcentaje de “popularidad” del presidente.
En una reciente entrevista al canal privado Globovisión, el director de Datanálisis, Luis Vicente León, señaló que la popularidad de Chávez ha bajado en los últimos meses y se ubica alrededor de un 50%.
Muy sintomáticos son los resultados de esta encuesta de Datanálisis, por cierto, la encuestadora menos agresiva políticamente contra el gobierno.
Lo políticamente interesante de la misma, es que además de caer el respaldo al gobierno, especialmente entre los sectores que han sido la base social fundamental del chavismo, también cae el apoyo a los partidos y potenciales candidatos de la derecha proimperialista. Ambos procesos son facilmente constatables en la realidad concreta.
Son los sectores populares los más afectados por la inflación, por los constantes apagones en casi todo el país, por la carencia ostensible de agua, por el desempleo y la inseguridad, por ello no es casual el desgaste del gobierno. Pero también es frecuente oir críticas a los partidos de la derecha por parte de personas provenientes de la clase media, la cual tradicionalmente ha sido el soporte social y político de estos partidos que se han opuesto a Chávez.
Este proceso combinado de deterioro del respaldo al gobierno y rechazo a los partidos de la derecha, está produciendo la conformación de una amplia franja de población que se distancia políticamente de ambos sectores, que a fin de cuentas representan las dos caras de una misma moneda, que reproduce y sostiene el sistema capitalista, en el marco de una disputa de ambos por controlar la renta petrolera.
Esta situación abre una perspectiva completamente nueva, que podría posibilitar la materia prima social para construir una alternativa verdaderamente revolucionaria y socialista, que se plante con firmeza frente al gobierno y los patronos, desde una perspectiva de oposición de izquierda, que reivindique la necesidad y urgencia de profundizar el proceso revolucionario venezolano hacia el verdadero socialismo, sin patronos, boliburgueses, burócratas y corruptos rojo rojitos.
Ya se está produciendo un proceso de reacomodo en el seno de la izquierda. Distintos agrupamientos comienzan a discutir la necesidad de trascender a un gobierno y un régimen que se pinta de rojo por fuera, pero que sigue siendo blanco por dentro; que balbucea la palabra socialismo, pero que por ningún lado la aplica; que ante la crisis económica capitalista opta por los empresarios y posterga los reclamos obreros y populares; un gobierno que nos lleva para atrás, que reivindica el conuco, la totuma y las velas, en medio de la más grande crisis eléctrica conocida por los venezolanos, habitantes de un rico país petrolero.
Un ejemplo de esto que mencionamos es el surgimiento de la Unidad Socialista de Izquierda (USI), joven partido con una fuerte inserción en el movimiento obrero, a través de su influencia político-sindical en la corriente CCURA, la cual, acaba de obtener unos significativos resultados en las elecciones sindicales del sector petrolero.
Esta organización política socialista revolucionaria, ya se legalizó en el estado Aragua, participando en las pasadas elecciones regionales, y a la que le asesinaron tres dirigentes sindicales de la UNT de ese estado (Richard Gallardo, Luis Hernández y Carlos Requena), quienes habían sido candidatos en dichos comicios. Ahora ha comenzado el proceso para legalizarse nacionalmente, y eventualmente participar en las próximas elecciones parlamentarias del 2010.
La USI, en todos sus documentos públicos, se presenta como una opción de izquierda al gobierno y a los partidos de la burguesía. Su eventual crecimiento puede ser facilitado por el proceso que las encuestas están poniendo en el escenario político venezolano.