Doble vía a la mexicanización
En el Foro Interuniversitario se preguntó a un vocero de la oposición sobre po rqué no se había enfrentado a la LOPE como se enfrentaba a la LOE; cuando aquella apunta más profundamente a la institucionalidad de las relaciones generales de poder y que en consecuencia correspondía enfrentarla mas amplia en intensamente. La pregunta en sí, no fue respondida.
En el Foro Interuniversitario se preguntó a un vocero de la oposición sobre po rqué no se había enfrentado a la LOPE como se enfrentaba a la LOE; cuando aquella apunta más profundamente a la institucionalidad de las relaciones generales de poder y que en consecuencia correspondía enfrentarla mas amplia en intensamente. La pregunta en sí, no fue respondida.
La LOPE, es el eje político-institucional de la legalización sustento y garantía del paquete de leyes orgánicas leyes especiales y ordinarias reglamentos y normativas, en el 2007 de la RC ahora a ser impuestas vía AN para la “construcción” del “estado socialista”; apunta a lo que pertinentemente se califica como “la mexicanización” de la política venezolana.
El modelo mexicano
El PRI en México gobernó autoritaria y hegemónicamente tres cuartos de siglo; sobre la base de un “sistema electoral de mayorías”; documentado recientemente aquí en Venezuela a raíz de ser básicamente el que está en la LOPE; y que en esencia, permite que con base a tener la primera votación aunque sea, digamos, de un 35 o menos porciento, de los votos emitidos se otorga 70 o 75% de los cargos a elegir. O sea que aparte de que siendo una minoría, aunque sea la primera, cual es el caso del chavismo, queda en mayoría absoluta en los organismos de elección; y junto a que se elimina la representación proporcional de las minorías; además y peor aún, se eliminan político institucionalmente a las minorías como tales.
Fue luego de 72 años y de una prolongada crisis interna de fragmentaciones sucesivas de las cuales la mas importante fue la que inicialmente encabezó Cuauhtemoc Cárdenas, a fines de los ochenta; en el 2000 beneficiándose del debilitamiento que significó el ascenso del PRD con López Obrador y que lo convirtió en tercera minoría cuando el PAN le quitó al PRI la presidencia y la mayoría parlamentaria. Hasta entonces mediante el referido “sistema electoral de mayorías”; sin que se conozca hasta cuando ese partido fue realmente mayoría o siquiera primera minoría; ni desde cuando siendo solo una minoría igual o hasta inferior a las demás, su control del poder y sobre el sistema electoral le permitió seguir ejerciendo político-institucionalmente la hegemonía en México.
El discurso de la oposición sobre la LOPE
Indicativamente, en la oposición, declaradamente, hay plena claridad y nadie relativiza sobre la perversión del “sistema de mayorías” que impone la LOPE; y, hay conciencia de que su aplicación previsible implica la mejicanización de la política nacional; de que hace legalmente viable que el chavismo, el PSUV guardando las distancias, se convierta en un PRI venezolano. Lo que muestra la pertinencia de la pregunta sobre la no confrontación a ella por la oposición, y su prioridad a la LOE; coincidente con la oscura y oportunista manipulación mediática del PPT que acertadamente la emplazó en ese mismo sentido.
Claro que no es que no se entienda de qué se trata; la exhaustiva revisión técnica hecha de la LOPE junto a las demostraciones realizadas de la “ingeniería del fraude”, no permiten relativización alguna sobre el futuro de mejicanización a que apunta su inevitable aplicación.
En la oposición, en general, se ha armado el discurso mediático de que no solo tal efecto de la LOPE es neutralizable; sino de que con base a la misma, Chávez va a ser derrotado y su efecto se revertirá contra él resultando igual una hegemonía, pero inversa, de la oposición en su contra. Discurso que se pretende soportar en el rechazo mayoritario, que es real, del país al autoritarismo, en que haya tarjeta y candidatos únicos; y un programa único, etcétera.; y en pasar por alto tanto los estudios de la “ingeniería del fraude” como la facultad que al CNE le otorga la ley para descomponer y recomponer a su antojo el mapa jurisdiccional electoral
Todos juegan a la mexicanización
La incoherencia de tal discurso de la oposición, de la aparente o simulada certeza de derrotar electoralmente a Chávez con su propio montaje ventajista ajustable contenido en la LOPE; con el control absoluto de todos los poderes e instancias que tiene; no admite sino dos supuestos, el de que no se sabe de lo que realmente se trata; o, el de que se juega a la mexicanización; a llegar a constituir una minoría institucional. Evidentemente se trata de lo segundo.
El sistema electoral “de mayorías”, en realidad la legitimación de la hegemonía de una minoría; “la dictadura perfecta” del PRI por 72 años; es históricamente la perversión extrema de la representatividad de la democracia liberal de la que el chavismo a pesar de su retórica “participacionista”,no es sino una variante. Perversa aparte de que se diera la impensable “derrota” del chavismo aplicándole su propia LOPE con su CNE y etcéteras. En tal impensable, el resultado, aunque invertido, sería igual la negación de la representación proporcional y la liquidación político-institucional de las minorías; como en México y paradigmáticamente, como en los EEUU. De lo que está conciente la oposición, propiamente, las oposiciones; desde las menos hasta las mas minoritarias; como están igualmente concientes desde la mayor minoría chavista, el PSUV hasta las menores, el PPT etcéteras.
Tanto en el oficialismo como en la oposición; o, en los oficialismos como en las oposiciones, todos están en el mismo juego; por eso de éstas la LOPE no tuvo sino un rechazo mediático breve; mientras que indicativamente en el chavismo lo tuvo y lo tiene mas. Así, a la “mexicanización” de la política nacional vamos en doble vía. Y, no siendo cierto, es un discurso manipulador, que la cuestión concreta de la oposición es derrotar a Chávez; la realidad es que la lucha interna es por qué partido y candidato o grupo de partidos y candidatos, resultan la minoría institucional mexicana; el PAN venezolano.