EEUU: absuelven a racistas que lincharon y dieron muerte a inmigrante mexicano
Un jurado compuesto por ciudadanos blancos absolvió a dos adolescentes implicados en el asesinato a golpes de Luis Ramírez, un inmigrante mexicano de 25 años, en la población de Shenandoah en Pensilvania a mediados del año pasado. El hecho ocurre a pocas semanas de que el presidente de los EEUU, Barack Obama, boicoteara la cumbre de las Naciones Unidas contra el racismo.
Un jurado compuesto por ciudadanos blancos absolvió a dos adolescentes implicados en el asesinato a golpes de Luis Ramírez, un inmigrante mexicano de 25 años, en la población de Shenandoah en Pensilvania a mediados del año pasado. El hecho ocurre a pocas semanas de que el presidente de los EEUU, Barack Obama, boicoteara la cumbre de las Naciones Unidas contra el racismo.
La fiscalía consideró que la muerte a golpes de Ramírez, de 25 años, era equiparable a un delito de intolerancia racial y pidió al jurado que declarara culpables a dos adolescentes por su participación en el ataque.
Empero, el jurado absolvió a los adolescentes de los cargos de homicidio no premeditado e intimidación étnica. Ambos fueron declarados culpables de agresión y podrían ser condenados de uno a dos años de cárcel por el asesinato.
«Hubo un fracaso completo de la justicia», afirmó Gladys Limón, abogada del grupo activista Mexican American Legal Defense and Education Fund (Fondo de Defensa Legal y Educación Mexicano Estadounidense), que asistió al juicio e informó a los familiares de la víctima del fallo.
«Es indignante y muy difícil de entender cómo cualquier jurado pudo haber tenido una duda razonable» de la culpabilidad de los acusados, agregó.
El presidente interino del grupo, Henry Solano, pidió el sábado al Departamento de Justicia que «proporcione justicia a la familia de Ramírez y proclame con el ejemplo que la violencia dirigida a los inmigrantes no será tolerada».
Piekarsky y los otros adolescentes podrían encarar ahora cargos federales por violar los derechos civiles de Ramírez.
La fiscalía sostuvo que Ramírez fue víctima de adolescentes blancos borrachos. Los abogados defensores, en cambio, dijeron que la víctima había agredido a la pandilla racista. y dijeron que el incidente fue «una pelea callejera que concluyó trágicamente».
Ramírez llegó al pueblo hace unos siete años, desde la localidad mexicana de Iramuco. Trabajó en una fábrica, además de recoger fresas y cerezas durante la temporada. Fue asesinado por una pandilla racista, que lo linchó hasta la inconciencia y luego pateó su cabeza, mientras gritaban insultos racistas.