EEUU: Crisis por altísima tasa de suicidio entre tropas imperialistas
El comandante de una base del Ejército estadounidense suspendió las tareas por tres días para dedicarse a indagar un aumento de los suicidios entre sus tropas, en medio de preocupaciones sobre una tendencia que podría extenderse en todas las fuerzas militares.
La suspensión entró en su tercer día el viernes en Fort Campbell, base en Kentucky (sureste) de la célebre división aerotransportada 101, donde se registró la mayor tasa de suicidios del Ejército, con al menos 11 casos, entre confirmados y sospechosos.
El comandante de una base del Ejército estadounidense suspendió las tareas por tres días para dedicarse a indagar un aumento de los suicidios entre sus tropas, en medio de preocupaciones sobre una tendencia que podría extenderse en todas las fuerzas militares.
La suspensión entró en su tercer día el viernes en Fort Campbell, base en Kentucky (sureste) de la célebre división aerotransportada 101, donde se registró la mayor tasa de suicidios del Ejército, con al menos 11 casos, entre confirmados y sospechosos.
El general de brigada Stephen Townsend anunció que suspendería las operaciones regulares de la base a fin de concentrar la atención en este problema, luego de que otros dos soldados se quitaran la vida la semana pasada.
«Esto es malo para los soldados, para las familias, para nuestras unidades, para esta división, para nuestro Ejército y para todo el país y debe parar ya. Los suicidios en Fort Campbell deben parar ya», dijo a las tropas, como dictando una orden.
«El suicidio es una solución permanente a lo que es sólo un problema temporal… No importa cuán terribles parezcan sus problemas hoy, créanme, no es el fin del mundo. Mañana será mejor», agregó, empleando frases de autoayuda.
El trauma del combate y las tareas represivas de la ocupación militar, combinado con el efecto de los reiterados servicios, condujo a un aumento récord de los suicidios en los servicios militares y en el Ejército estadounidense luego de la invasión de Irak y Afganistán. Las fuerzas de ocupación rutinariamente asesinan a civiles y torturan a los detenidos bajo su poder en esos países, actividades que favorecen el desarrollo de enfermedades mentales en las tropas imperialistas.
En 2007 se suicidaron 115 soldados y el año pasado 128, mientras los períodos de servicio desde 2001 se volvieron cada vez más frecuentes y más prolongados.
Con los 64 suicidios confirmados o sospechosos en lo que va de este año, el Ejército podría sobrepasar en 2009 las cifras del año pasado.
La tasa de suicidios de 20,2 por cada 100.000 entre los soldados estadounidenses es superior a la tasa récord de 19,5 por cada 100.000 en 2005.
A principios de mayo un soldado norteamericano, el sargento John Russell, disparó contra sus compañeros en una clínica psiquiátrica en una base estadounidense en Bagdad. Fue inculpado por cinco cargos de homicidio. El caso levantó preocupaciones sobre el bienestar psicológico de las tropas en los altos mandos militares. Sin embargo, la sociopatía siempre ha sido algo inherente a la actividad militar imperialista. En el caso de la invasión y ocupación de Irak, alrededor de un millón de civiles iraquíes han sido asesinados y centenares detenidos, torturados y violados por las tropas yanquis, lo cual no ha despertado «preocupación» entre los responsables políticos y militares de la ocupación. Incluso, el presidente Obama se ha opuesto de manera vehemente a la divulgación de fotografías que revelan el proceder de los militares estadounidenses con los detenidos iraquíes, pues ello pondría en riesgo la «seguridad» de los militares invasores.
Según fuentes militares yanquis, los soldados suelen resistirse a pedir ayuda psiquiátrica, pues ello repercutiría negativamente en su carrera militar. Claramente, aquello que en el mundo civil es visto como una abominación, la capacidad para torturar y asesinar personas indefensas, en un ejército imperialista es una gran virtud.
En marzo, líderes militares ordenaron suspender las actividades en todas las instalaciones del Ejército estadounidense para concentrarse en prevenir los suicidios.