El G-20 apoya el ajuste al compás de la música griega

El G-20 reúne a los principales países imperialistas (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Japón, Canadá) con Rusia y doce llamados países “emergentes”, entre ellos China, India, México, Brasil y Argentina.

El G-20 reúne a los principales países imperialistas (Estados Unidos, Francia, Gran Bretaña, Alemania, Italia, Japón, Canadá) con Rusia y doce llamados países “emergentes”, entre ellos China, India, México, Brasil y Argentina.

La reunión mostró crudamente la crisis europea. El primer ministro conservador británico, David Cameron, dijo que su país -que no participa de la moneda única- se prepara para una eventual desaparición del euro. “Cada día suplementario para la crisis del euro tiene un efecto negativo para el resto de la economía mundial”, declaró.

“La mayor noticia que se desprende de la Conferencia fue el compromiso a reducir los déficits fiscales y las deudas públicas, una propuesta presentada por Canadá y apoyada por Alemania y Gran Bretaña. Los líderes europeos se preciaron de este resultado. La Canciller alemana Ángela Merkel dijo, “para ser honesta, fue más de lo que esperaba”. El primer ministro británico, David Cameron, informó al Parlamento que el G-20 se mostró de acuerdo con sus esfuerzos por reducir el presupuesto público y Michael Heise, economista jefe de la mayor aseguradora europea, Allianz, declaró que “el resultado positivo es que los programas europeos de consolidación… han sido respaldados por otros en el G-20” (citado por Consejo Argentino de Relaciones Internacionales).

Detrás de este montón de palabrerío sobre supuestas buenas intenciones, ésta es la verdadera resolución del G-20: apoyar el ajuste antipopular en Europa. Barack Obama dijo que aún el ajuste era poco y manifestó la necesidad de profundizar el mismo. En contraparte, no resolvieron un aumento de los impuestos a los bancos, que habían anunciado algunos, ya que fueron los causantes de la crisis.

El propio Obama está ajustando a su pueblo, mientras el déficit en Estados Unidos es el más alto del mundo por el gasto militar, la ayuda a los bancos y porque los ricos no pagan impuestos.

Al volver de la cumbre, Nicolás Sarkozy, presidente de Francia, decretó un nuevo ajuste de 100.000 millones de euros en su país. Un aumento de impuestos contra la clase media, adelanto de la edad jubilatoria (62 años), reducción de ayudas para alquiler en medio de la crisis de vivienda, aumento del IVA y baja del presupuesto de salud.

La respuesta la están dando las movilizaciones de masas en Europa y Estados Unidos, los indignados que dicen representar al 99%, contra el 1% de multimillonarios que se benefician de la crisis. La crisis comenzó con los Estados auxiliando a los banqueros con tres billones de dólares en Estados Unidos y Europa. Ahora quieren que la cuenta la paguen los trabajadores y los pobres del mundo.

Va quedando al descubierto que efectivamente una pequeña minoría de banqueros y dueños de multinacionales son cada vez más ricos, mientras la mayoría de la población se empobrece o queda en la miseria absoluta. Al revés de lo que dijo Cristina (ver página 2), este sí es el capitalismo “en serio”.

Por eso se ponen al orden del día en Europa y Estados Unidos la necesidad de medidas anticapitalistas, por soluciones de fondo, como la nacionalización sin pago de los bancos, la expropiación y encarcelamiento de los banqueros ladrones que se llevaron los fondos, la nacionalización con control de los trabajadores del comercio exterior y de las transacciones financieras para impedir las fugas de capitales, la reestatización de empresas de servicios públicos, la nacionalización sin pago de las fábricas que cierren o despidan, y el reclamo de no pagar la deuda que se generaliza desde Grecia a la propia Latinoamérica. Sectores de izquierda en Grecia y España están reclamando también romper con la Unión Europea dominada por multinacionales y banqueros ¡Ni un centavo más a los usureros de la banca mundial!

Grecia: cayó Papandreu

Yorgos Papandreu, ahora ex primer ministro griego, quien en dos años sometió a su pueblo a cinco planes de ajuste sucesivos por orden de la Troika (UE, Banco Central Europeo y FMI), convocó el 2 de noviembre a un referéndum sobre el segundo “plan de rescate” de Grecia.

La convocatoria fue una desesperada maniobra ante el odio y movilización masiva del pueblo trabajador griego, que ya hizo 10 huelgas generales, la última hace dos semanas, la más contundente y masiva, con 250.000 personas manifestando en las calles de Atenas.

Pero la posibilidad de que el pueblo griego dijera en la consulta NO al “plan de rescate” (en realidad al plan de ajuste) causó pánico en la Unión Europea y un caos en los mercados. Además, este referéndum sería un ejemplo para el resto de los pueblos de Europa y en primer lugar para Italia. Merkel (Alemania) y Sarkozy (Francia) se enfurecieron, retiraron 8.000 millones prometidos, amenazaron a Grecia con expulsarla de la Unión Europea y anunciaron una catástrofe para el pueblo griego.

Papandreu retrocedió asustado, retiró la propuesta de referéndum y finalmente renunció.

e formó un gobierno de “unidad nacional” entre el PASOK (Partido Socialdemócrata) y la derecha de “Nueva Democracia”.

La izquierda con representación parlamentaria del PKK (PC) y Coalición de Izquierda Radical (Syriza) rechazaron al nuevo gobierno. El dirigente de Syriza, Alexis Tsipras, dijo que el nuevo gobierno es ilegítimo porque no recoge la voluntad popular. Recientes sondeos indican que ambos partidos, el PASOK y ND, antes mayoritarios, ahora sumados alcanzan apenas el 37,3% de la intención de voto.

Esto que ocurre en Grecia, el odio a los gobiernos y los reclamos de que se vayan, también se generaliza. En Italia tambalea Berlusconi, Merkel pierde elecciones regionales en Alemania, Zapatero perderá las elecciones en España (aunque ahí ganará la oposición de derecha del PP).

La continuidad de la crisis y la extensión de la lucha obrera y popular contra el ajuste, se profundiza ahora con los reclamos para que se vayan los gobiernos del ajuste. Esto está abriendo un espacio a sectores de vanguardia revolucionaria, que plantean cambios de fondo.

80 millones de empleos menos

La OIT anunció la escalofriante cifra arrojada en estos años fruto de la crisis capitalista mundial, sólo en las llamadas “economías avanzadas” -Europay EE.UU.- (Página12, 2/11). Lo peor es que por la desaceleración económica, en los próximos dos años se van a crear la mitad de esos puestos. Si a eso le sumamos la mano de obra que se incorpora al mercado laboral, el augurio es que bajo el capitalismo sólo habrá más desocupación. ¡Que la crisis la paguen quienes la provocaron.

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