El gobierno continua maniobrando con el ajuste salarial a los trabajadores y trabajadoras venezolanas

Por Prensa PSL

Caracas, 15 de marzo de 2022. Desde el año pasado los y las trabajadoras del sector público hemos venido generando acciones de calle para presionar por lograr un salario igual al costo de la canasta básica.

A comienzos del año hubo dos importantes concentraciones de los trabajadores de carácter nacional, una el 15 de febrero, y el 9 de marzo, en casi todos los estados del país. Esto marcó una nota importante en el estímulo a la protesta, al punto que amplios sectores gremiales, sindicales, populares, de partidos e independientes nos unificamos en torno a la exigencia de un salario igual a la canasta básica, que según el Cendas, ronda los $600.

En días pasados Maduro anunció el incremento del salario mínimo, llevándolo a medio Petro, el cual se rige por el precio del barril de petróleo venezolano, que en este momento está en 57,81 dólares.

De acuerdo a esto, ahora el salario mínimo será de 126,6 bolívares y el cestaticket queda en 45 bolívares, es decir que el ingreso total mínimo de los trabajadores y trabajadoras sería de 171,6 bolívares, lo que equivale a 39,3 dólares.

Consideramos que el conjunto de movilizaciones realizadas por los trabajadores y trabajadoras, presionaron al gobierno para decretar este aumento que sin duda es insuficiente y está muy lejos del costo de la canasta básica. Pero esto nos deja claro que presionando, sin abandonar la calle, podremos lograr un salario que cubra nuestras necesidades.

Por otra parte es inaceptable que el gobierno siga burlándose de los trabajadores al anunciar a través del diputado y burócrata sindical de la Cbst, Franklin Rondón, que el salario no se incrementará con las fluctuaciones del valor del Petro. Desde el PSL decimos, si el barril de petróleo aumenta, lo cual ya esta sucediendo, impactando al valor del Petro, el salario mínimo también debe aumentar en esa medida.

De esta forma el gobierno utiliza a los diputados gobierneros y dirigentes de la Cbst, que ha sido cómplice en la aplicación del paquetazo contra los trabajadores, como sus voceros.

Junto a esta pretensión del gobierno de no reconocer su misma iniciativa del anclaje al Petro, surgen los rumores, fundados en la vieja conseja campesina, “cuando a uno lo pica una culebra, cualquier bejuco te espeluca”, en cuanto a los ajustes de las distintas tablas salariales que dejan entrever que a cada sector laboral (docentes, salud, educación universitaria, empleados públicos, etc.) le corresponderán variedad de bonos, salario base, inter-escalas, etc. diferenciados.

La Oficina Nacional de Presupuesto (Onapre), viene haciendo ajustes sin que las distintas federaciones nacionales sepan cuáles son, además de no discutir las convenciones colectivas de conjunto con los y las trabajadoras.

El gobierno ha tenido la desfachatez de venir imponiendo las Convenciones Colectivas de todos los sectores de trabajadores del país, y de esa forma viola todo el estamento legal vigente en cuanto a las conquistas adquiridas. Incluso impuso el memorándum 2792 y con ello el desconocimiento del concepto general del salario y todos sus benéficos, adquiridos y por adquirir.

Por otro lado ha dejado vía libre a los empresarios privados para que utilicen ese instrumento en su provecho, con lo cual se desconocen los derechos laborales en el sector privado. Los empresarios ganan en dólares y pagan a los trabajadores en bolívares devaluados.

Lo anterior, nos llama a los trabajadores y trabajadoras del país, a mantenernos movilizados y unificados, y a luchar por un plan obrero y popular que contenga los siguientes elementos: Un impuesto a los grandes capitales y transnacionales; rescindir los contratos de empresas mixtas. Que Pdvsa sea 100% estatal, sin transnacionales y gestionada por sus trabajadores, técnicos y profesionales; suspender el pago de la deuda externa, los gastos militares y policiales; confiscar los bienes de los corruptos en el país y en los paraísos fiscales; que cesen las sanciones de los Estados Unidos y la Unión Europea, y se recuperen los recursos confiscados por estos países. Y con todos estos recursos conformar un fondo económico y social de emergencia, para tomar medidas urgentes para recuperar el nivel de vida de todo el pueblo trabajador y de la economía. Y seguir luchando por la libertad plena de todas y todos los trabajadores presos por luchar.

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