“En Bolivia la burguesía nunca estuvo tan contenta”
“Para el 2040 quizá en América Latina ya estos movimientos sociales hayan logrado destruir el poder actual del Estado y crear un mundo donde no existan políticos ni ejército ni jerarquías ni patrones.
“Para el 2040 quizá en América Latina ya estos movimientos sociales hayan logrado destruir el poder actual del Estado y crear un mundo donde no existan políticos ni ejército ni jerarquías ni patrones. Creo que hacia allá estamos avanzando”.
(Franz Chávez para Oxígeno).- Los movimientos sociales en América Latina y en particular en Bolivia se sienten insatisfechos porque las promesas de gobiernos de izquierda, al igual que los de derecha, fueron incumplidas y cambiadas por agendas de la burguesía y presagian una nueva movilización alrededor de consignas como “otros mundos son posibles”. Tras analizar el proceso político que está en curso en el país, el reconocido estudioso concluye: “En Bolivia, la burguesía nunca estuvo tan contenta”.
La afirmación en tono de sentencia corresponde al sociólogo mexicano, Carlos Antonio Aguirre Rojas, que sacudió al Paraninfo de la estatal Universidad Mayor de San Andrés (UMSA), el pasado miércoles, y a los estudiantes que escucharon la conferencia titulada “Presente y futuro de los movimientos sociales en América Latina y Bolivia”, auspiciada por el Foro de Interculturalidad de la Carrera de Sociología.
Aguirre pronostica una nueva ola de cambios en la región porque observa a grandes sectores populares frustrados por la ausencia de cambios efectivos para la atención de los marginados de modelos de economía libre.
La derecha y la izquierda prometieron ofrecer respuestas que al fin no se concretaron, describe y estima que los movimientos sociales continuarán fijando agendas políticos en períodos importantes. Como referencia cita al líder aymara Felipe Quispe (El Mallku) por sus propuestas de cambio expresadas durante los actos de rebeldía social, entre septiembre de octubre de 2003 en Bolivia y que terminaron con la caída del presidente liberal Gonzalo Sánchez de Lozada (1993-1997 y 2002-2003).
Cuestiona al principal cambio aplicado por el gobierno de Evo Morales, en mayo de 2006, cuando anunció la nacionalización de los hidrocarburos. En opinión del cientista social, la nacionalización no es otra cosa que un mayor aporte en impuestos de las transnacionales, lejos de la demanda popular de recuperación de las riquezas petroleras sin compensación económica.
En medio de ironías por la reciente compra de costosos aviones para uso del presidente Morales y sus colaboradores, Aguirre considera que América Latina posee materias primas de alto valor y fuentes de energía como el litio, en Bolivia, que proyectan a la región como el futuro terreno a conquistar por países industrializados.
“La cultura capitalista y las estructuras de los partidos están en decadencia”, observa convencido del surgimiento de un nuevo discurso de los movimientos sociales sustentado en la defensa de la naturaleza, la tierra, las materias primas, los espacios de vida y los derechos de los pueblos originarios.
Cuestiona a modelos de gobierno, aparentemente regidos por principios de izquierda, a los que señala como responsables de aplicar “medidas más radicales de derecha” con una clara tendencia a favorecer a grupos de la burguesía. “A estos gobiernos no les interesan los sectores populares. Se dice que son gobiernos de izquierda pero hacen las misma políticas neoliberales con un neoliberalismo moderado”, afirma.
“En Bolivia, la burguesía nunca estuvo tan contenta”, expresó tras describir que los ingresos privados por la explotación del petróleo, gas natural y otros recursos naturales, generan