En el PSUV la democracia es lo que diga Chávez
Efectivamente, cada día que pasa nos convencemos más que el título de este artículo es una verdad incuestionable.
Ayer nuevamente la realidad lo reafirmó con las palabras del presidente Chávez en el I Congreso Extraordinario del PSUV.
Efectivamente, cada día que pasa nos convencemos más que el título de este artículo es una verdad incuestionable.
Ayer nuevamente la realidad lo reafirmó con las palabras del presidente Chávez en el I Congreso Extraordinario del PSUV.
Ataviado con un peculiar uniforme estilo castrense, aunque no correspondiente a ninguno de los utilizados en los componentes de las Fuerzas Armadas, Chávez hizo acto de presencia en el evento que se desarrolla en el Teatro Municipal de Caracas, y allí madrugó a los delegados, proponiendo el método de las elecciones primarias para escoger los candidatos del partido de gobierno, a las elecciones parlamentarias del próximo 26 de septiembre.
Batesquebraos: «Cachicamo diciéndole a morrocoy conchúo»
Este partido que se autoproclamó, sin muchos méritos, el “partido de la revolución”, va de arbitrariedad en arbitrariedad. Como se recordará, en días pasados Freddy Bernal y Diosdado Cabello, queriendo ser más papistas que el Papa, y para congraciarse con el jefe, anunciaron a los delegados al Congreso del PSUV que Chávez escogería a los candidatos a diputados.
Es decir, en lugar de ser los delegados supuestamente elegidos por la base los que decidan cual será el método para escoger los candidatos para las elecciones de septiembre, son dos burócratas del partido, los que de manera unilateral, toman una decisión profundamente antidemocrática, otorgándole al “líder máximo” esa potestad, la cual debería ser asumida democráticamente por el Congreso Extraordinario. Es decir, dos arbitrariedes por el precio de una. Una ganga.
Pero ahí no queda la cosa. Cuando observamos los argumentos sobre los cuales estos dos personajes toman esta decisión es para quedarse boquiabierto.
Diosdado Cabello dijo a los medios que había que hacer “lo que diga Chávez”. Primera gran muestra de democracia. Y luego afirmó que: » Si metemos a batesquebrados ponemos en peligro la revolución. Van por Chávez. Es mejor que el pueblo facilite (la selección) al Presidente”. Imagínense ustedes, “cachicamo diciéndole a morrocoy conchúo”.
El “batequebrao mayor”, reconocido por muchos en el PSUV como el jefe de la supuesta derecha endógena en ese partido, quien saliera de la gobernación de Miranda tras ser derrotado por el insípido de Henrique Capriles Radonsky, es quien decide que Chávez nombre a dedo a los candidatos a diputados.
El caudillo decidió: sí hay primarias
Pero para que no quede lugar a dudas de quién es el que manda en el PSUV, Chávez anoche sorprendió a este par de jalamecates (Bernal y Diosdado), y en otro típico giro caudillesco y antidemocrático, se presentó en el Congreso de su partido para informar que sí se realizarán primarias para elegir a los candidatos para las elecciones del 26 de septiembre.
Es decir, de nuevo la antidemocracia. En lugar de ser el Congreso Extraordinario del partido quien decida si van o no las primarias, es Chávez quien toma esa decisión, después de consultarlo “consigo mismo” y después de oír lo que “dice el corazón”, pero nunca lo consultó con los delegados.
«Apenas anoche comencé a llamarlos, me dijeron: Por ahí nos vamos, por donde usted diga y no porque yo lo diga, sino que es producto de discusiones», afirmó el Presidente.
Claro que no, no es porque usted lo diga, si no que es producto de grandes discusiones… con su almohada, y por supuesto, con quién más, con usted mismo, y con su corazón, pero no con el de los delegados. Muy político y muy democrático este procedimiento.
Pero definitivamente, la democracia en el PSUV tiene nombre y apellido: Hugo Chávez. Para continuar dando una lección de ejercicio democrático, Chávez decidió en la cara de los delegados del congreso, que será la presidenta del parlamento, Cilia Flores, quien elaborará el reglamento de las primarias del partido de gobierno. Chávez, sin consultar con los delegados, le asigna esta responsabilidad a una de sus lugartenientes más acrítica y arrodillada. Ni siquiera esta simple tarea se la dejó a los delegados, al menos para que crean que en realidad son soberanos y que algo pueden decidir en el PSUV.
Lamentablemente, la mayoría de los delegados simplemente se pararon a aplaudir y aclamar la decisión presidencial.
Con una partido así no es posible hacer una revolución socialista verdadera con democracia obrera, ni mucho menos derrotar a la derecha y al imperialismo.
Hay que construir un verdadero partido revolucionario
Sin duda, los revolucionarios, los luchadores honestos que están dentro y fuera del PSUV, necesitan organizarse en un partido realmente revolucionario, profundamente democrático, donde la opinión de cada militante cuente y no esté sometida a la decisión arbitraria y cuartelaria de ningún caudillo, o a los caprichos de algún mesías ungido por voluntad de sus aduladores. Desde la Unidad Socialista de Izquierda estamos comprometidos con este objetivo, fundamental para movilizar al pueblo y a los trabajadores por sus derechos, en el camino al verdadero socialismo.
*Docente de la UCV y dirigente de la Unidad Socialista de Izquierda (USI)