6 diciembre, 2024

Entre Tajeldine y Orlando Chirino

Estimado camarada Bassem Tajeldine, no necesito saber quién es usted para comprender tres cosas.

La primera, que está totalmente errado respecto a los hechos de la historia político-personal de Orlando Chirino. La segunda, que usted es víctima de un viejo modo de hacer política, aprendido en las tres últimas generaciones del siglo XX.

Estimado camarada Bassem Tajeldine, no necesito saber quién es usted para comprender tres cosas.

La primera, que está totalmente errado respecto a los hechos de la historia político-personal de Orlando Chirino. La segunda, que usted es víctima de un viejo modo de hacer política, aprendido en las tres últimas generaciones del siglo XX.

Estas son sus cuatro calificaciones (dejo a un lado el carácter procaz, melindroso y arrabalero del lenguaje, ese es su derecho… y su espejo):

A) que Chirino es «lumpen», o sea un vago, un descompuesto. Para esto se apoyó en dos autoridades de la izquierda mundial: Marx y el Manifiesto Comunista. Si Marx se enterara se volvería a morir.
B) que fue cómplice de la CTV,
C) que fue un corrupto sindicalero,
D) que se vendió o se regaló a la burguesía.

¿Puede usted mostrar un solo hecho, dato, testimonio o prueba documental que avale sus acusaciones? Si no lo hace, usted quedará desnudo con su escrito a cuestas, o sea, su escrito se volverá contra usted y será su peor enemigo.

Esa es la ventaja de escribir, hablar y actuar con los hechos. A diferencia de la novela o el cuento, dos disciplinas en las que es necesaria la ficción y el invento, en política no está permitido, aunque se haga. Sencillamente se vuelve en contra.

Usted tiene a mano más de 30 años de historia personal para buscar un solo ejemplo que muestre y demuestre lo que dijo en apenas 30 líneas de su escrito. Pero usted cometió un pequeño descuido: ¡30 años de hechos hablan por el personaje!. Usted habla por su escrito.

Pero es más grave el tercer error: usted sabe que Orlando Chirino no es ni fue lo que usted dice que fue y es. Puedo inferir que lo conoce de años. El problema es que no podría sostener lo que dijo, sin acudir a las cuatro falsificaciones que usó, ni justificar el odio que lo llevó a escribir tamaña acusación moral sin la menor responsabilidad… pero a conciencia.

Yo no tengo coincidencias políticas con Orlando Chirino en varias materias muy importantes de lo que pasa en nuestro país. Salvo el objetivo general del socialismo y el antiimperialismo, no creo que comparta con él mucho más. Lo vi en un canal de la televisión venezolana en agosto de 2007 cometiendo el error de hablar junto a Andrés Velásquez, y sentí la profundidad de su incomprensión del proceso político.

Es posible, no lo sé, pero es posible, que comparta con usted algunos detalles tácticos, momentáneos o parciales del proceso, que no comparto con él. Pero hay un detalle, un pequeñito detalle: no mentimos ni necesitamos inventar falacias para hacer una polémica política. Incluso tratándose de un camarada equivocado en las caracterizaciones políticas y las tácticas parciales como Orlando Chirino.

Las revoluciones del siglo XX estuvieron llenas de tragedias y grandezas, proesas y miserias. Usted y su modo de diferenciarse en la vida política son herederos de la primera y de la última. Pero la historia sigue.


modestoguerrero@gmail.com

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *