Estado sionista de Israel protege a genocida involucrado en entrenamiento de paramilitares colombianos
23 de junio.- El gobierno de Colombia pidió finalmente ayer a Israel una respuesta a la solicitud de extradición de Yair Klein, un mercenario fascista condenado por una corte colombiana por entrenar a terroristas de ultraderecha. «No vamos a fijar ahora un plazo (para responder a la solicitud)», declaró el portavoz de la cancillería sionista, Igal Palmor. Palmor dijo que Colombia era un «país amigo», reconociendo la estrecha colaboración entre ambos regímenes. El fallo judicial contra Klein fue dictado hace más de cuatro meses.
23 de junio.- El gobierno de Colombia pidió finalmente ayer a Israel una respuesta a la solicitud de extradición de Yair Klein, un mercenario fascista condenado por una corte colombiana por entrenar a terroristas de ultraderecha. «No vamos a fijar ahora un plazo (para responder a la solicitud)», declaró el portavoz de la cancillería sionista, Igal Palmor. Palmor dijo que Colombia era un «país amigo», reconociendo la estrecha colaboración entre ambos regímenes. El fallo judicial contra Klein fue dictado hace más de cuatro meses.
La decisión de pedir la extradición de Klein, anunciada por el Gobierno colombiano en diciembre pasado, se tomó luego de que el mercenario israelí quedase en libertad luego de ser detenido en Moscú. Irónicamente, el Tribunal Europeo de Derechos Humanos favoreció al genocida con un fallo que le permitió burlar la orden de captura emitida en Colombia.
Klein, fue coronel del Ejército sionista antes de dedicarse a actividades mercenarias en el exterior. Estuvo detenido en Moscú durante casi tres años, hasta el 19 de noviembre de 2010, y optó por regresar al Estado colonial de Israel.
Fue condenado a diez años y ocho meses de prisión en 2002 por el Tribunal Superior de la ciudad de Manizales, que lo halló responsable de los delitos de adiestramiento en prácticas de guerra a paramilitares.
El mercenario y sus ayudantes impartieron en este país un curso que incluía, entre otras actividades, «planificación de atentados con granadas congeladas y de atentados terroristas con carro bomba». Klein participó en el asesinato en 1989 del entonces candidato presidencial Luis Carlos Galán, y traficó armas para abastecer a los terroristas de ultraderecha, tolerados por el régimen colombiano como parte de su estrategia contrainsurgente y de persecución al movimiento popular.
Klein también estuvo preso en Sierra Leona entre 1999 y 2000, por adiestrar a miembros del grupo «Frente Revolucionario Unido», acusado de atrocidades contra la población civil del país. En el caso de sus actividades terroristas en Colombia, Klein admitió en una entrevista que acudió bajo los auspicios de elementos de las fuerzas policiales colombianas.
Las actividades del mercenario sionista fueron realizadas a través de una empresa legalmente registrada en la entidad israelí, llamada Spearhead Ltd. Israel es uno de los países, junto con Sudáfrica y los EEUU, donde existen más compañías dedicadas a la actividad mercenaria.