Europa al borde de la implosión: El euro colapsa frente al dólar
Los emergentes sociales y sindicales del brutal ajuste fiscal en Grecia, exigido por el capitalismo usurario para «refinanciar» la deuda griega, además de proyectarse a otros países, como España y Por
Los emergentes sociales y sindicales del brutal ajuste fiscal en Grecia, exigido por el capitalismo usurario para «refinanciar» la deuda griega, además de proyectarse a otros países, como España y Portugal, ya se presenta como la mecha de una crisis generalizada que amenaza con implosionar las bases económicas, políticas y monetarias de la Unión Europea. En este escenario, el colapso del euro frente al dólar juega como elemento clave y variable de ajuste de un proceso de descomposición que el propio Banco Central Europeo ha reconocido como la «mayor crisis financiera en un siglo».
El temor a los estallidos sociales y huelgas programadas en Grecia y en España, genera cada vez más dudas y temores en los mercados internacionales que ya comienzan a dudar de la efectividad del ajuste fiscal exigido por el capitalismo usurario para «refinanciar» la deuda griega.
En este escenario, el desplome histórico del euro frente al dólar se convierte en señal emblemática de un proceso de crisis económica generalizada que pone en peligro la solidez de la alianza política y económica de la eurozona
Por otra parte, y como consecuencia de la debilidad de su recuperación económica y del efecto contagio de la crisis fiscal que atraviesan algunos de sus integrantes, la Unión Europea transita por el peor momento histórico desde su creación y los peligros de desmembramiento y de ruptura de su moneda ocupan el centro del debate.
La semana pasada, las principales bolsas mundiales se desbarrancaron con caídas históricas, que en algunos días superaron el 5%. El euro, el lunes pasado, se cotizaba a US$ 1,30 después de que la UE aprobara su megaplan financiero de 750.000 millones de euros (US$ 1billón, según la cifra final).
Este lunes el euro caía a su nivel más bajo en cuatro años, según los especialistas, a causa de los temores sobre el impacto social y sindical de las políticas de ajuste fiscal ya aplicadas en Grecia y España, y que amenazan con extenderse por toda la zona del euro.
La moneda única agudizaba su caída tras situar su cotización por debajo de los 1,2300 dólares tocando un mínimo de 1,2234 dólares, su nivel más bajo desde abril de 2006.
El euro perdió más de un 7 % frente al dólar en lo que va de este mes, y acumula un 14 % de pérdida desde principios de año, convirtiéndose en la divisa con el peor comportamiento en los mercados.
«Nadie sabe cómo salir de esta situación después de haber visto la caída del euro pese al paquete de rescate financiero», dijo a Reuters Minoru Shiori, de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities. «Hay grandes preocupaciones por la zona euro».
«El euro tiene un débil recorrido debido a que se ha incrementado la presión sobre el sistema bancario europeo y a que la credibilidad del Banco Central Europeo se ha visto tocada» por la crisis de la deuda, dijo a Bloomberg un analista de Schneider Foreign Exchange, de Londres.
Los analistas del banco privado de inversión UBS consideran que la moneda única podría depreciarse hasta caer por debajo de los 1,15 dólares y los de BNP Paribas creen que en marzo llegará a la paridad frente al dólar y auguran un futuro «lúgubre» al euro.
Por su parte, Minoru Shiori, de Mitsubishi UFJ Morgan Stanley Securities, advertía esta mañana que «nadie sabe cómo salir de esta situación después de haber visto la caída del euro pese al paquete de rescate financiero».
El propio presidente del Banco Común Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, admitió el sábado que Europa «sufre la mayor crisis financiera en un siglo».
En una entrevista con el semanario alemán Spiegel, Trichet advirtió a los dirigentes europeos que la situación económica del continente es «grave», y aconsejó no dudar a la hora de recortar déficits y deuda pública.
Trichet manifestó que los mercados y el panorama bursátil «están, sin duda, en la situación más difícil desde la Segunda Guerra Mundial, tal vez desde la Primera. Hemos vivido y vivimos tiempos verdaderamente dramáticos».
Para el presidente del BCE, la semana pasada fue crítica: «los mercados no funcionaban, fue casi como cuando cayó Lehman Brothers en septiembre de 2008», dijo en alusión al gigante bancario norteamericano que desató la actual crisis financiera global.
A las declaraciones de Trichet, se sumaron otras más alarmantes, por parte del economista jefe del BCE, el alemán Jürgen Stark, que avanzó aún más al minimizar los efectos del plan de salvataje a los países en crisis de la eurozona.
Stark cafirmó que el plan europeo de 750.000 millones de euros «sólo sirve para ganar tiempo, nada más». Añadiendo que «cuando los mercados se vuelven locos, nadie puede prever las consecuencias».
El economista jefe del BCE señaló en una entrevista en el dominical del diario alemán Frankfurter Allgemeine Zeitung, que el «rescate» financiero implementado , «no tendrá efectos sin reformas económicas».
Pero el BCE no está solo en la propuesta de aconsejar más ajuste salvaje para «tranquilizar a los mercados» y detener el desplome del euro y el contagio de la crisis por toda la eurozona.
Según el semanario Spiegel, el gobierno alemán plantea que la eurozona apruebe «un programa concertado de reducción de déficits para restablecer la confianza en la moneda común».
La propia canciller alemana, Angela Merkel, reconoció este fin de semana que el plan de rescate de 750.000 millones de euros aprobado hace unos días por los miembros de la eurozona es solo una fórmula para «ganar tiempo» y advirtió que el rescate del euro no resuelve la crisis que atraviesa la UE.
En general, la sombra de una insolvencia de pago generalizada (producida por los déficit y la baja de recaudación ) ya desató una crisis financiera, devenida en crisis fiscal fiscal, que precipita una embestida del dólar contra el euro creando un escenario de ruptura de la unidad política y económica de la Unión Europea.
En este contexto, el ánimo de los especuladores internacionales pasó del pesimismo frente al dólar al pesimismo sobre el euro, cuya debacle se suma al cuadro de debacle financiera en que se encuentra sumida la segunda economía mundial (en bloque) detrás de EEUU.
El euro, la moneda única, forjada en el seno de la antigua Comunidad Económica Europea, afronta su examen más crítico frente a la embestida del dólar, como vaticinan los especialistas.
Por otro lado, los brutales ajustes de Grecia y España dejaron de manifiesto la fragilidad de la recuperación de la zona euro.
En este marco, Grecia y España, seguidos de Portugal, coinciden todos los analistas, ya se han convertido en mecha de un potencial estallido económico financiero en cadena que podría, como emergente principal, desencadenar un proceso de crisis social y política en toda la eurozona.
Es así que el reconocimiento de la profundidad de la crisis por los propios líderes y autoridades monetarias, acompañado de anuncios de más ajustes salvajes, se convierte en la antesala natural de más explosiones sociales y conflictos sindicales contagiándose por toda la eurozona.
Es un proceso natural y lógico de acción-reacción: Más ajustes = mayor conflictividad social y sindical.
Y como al sistema capitalista europeo (por razones de supervivencia y rentabilidad) no tiene más salida que los ajustes, los estallidos sociales y sindicales son la única herramienta de resistencia que les queda a los sindicatos y a las mayorías que sufren, y van a sufrir, el impacto de los recortes salariales y desempleo en masa que se avecinan.
Este proceso (por razones lógicas y matemáticas) es el mejor pasaporte a una implosión en cadena que puede terminar de un plumazo con la unidad económica, política y monetaria de la Unión Europea.
Un proceso ya anunciado «entre líneas» por los principales expertos europeos.