9 diciembre, 2024

Exigimos una moratoria unilateral sobre la deuda pública

Traducido para Rebelión por Susana Merino

Señor Gobernador de nuestro Banco central de Túnez (BCT),
El 21 de enero de 2011, con oportunidad de la conferencia de prensa que mantuvo poco después de su regreso de Washington, en donde ejerció la dirección del departamento Medio Oriente/Africa del Norte del Banco Mundial para desempeñar el cargo de Gobernador del BCT, usted declaró que: “Túnez reembolsará el monto de sus deudas de 1.120 millones de dinares, recurriendo a los fondos del presupuesto del Estado”

Traducido para Rebelión por Susana Merino

Señor Gobernador de nuestro Banco central de Túnez (BCT),
El 21 de enero de 2011, con oportunidad de la conferencia de prensa que mantuvo poco después de su regreso de Washington, en donde ejerció la dirección del departamento Medio Oriente/Africa del Norte del Banco Mundial para desempeñar el cargo de Gobernador del BCT, usted declaró que: “Túnez reembolsará el monto de sus deudas de 1.120 millones de dinares, recurriendo a los fondos del presupuesto del Estado”

Nosotros, tunecinos y tunecinas reunidos en este día glorioso, ante nuestro Banco Central:

Considerando que Túnez tiene necesidad de movilizar urgentemente todos sus recursos financieros, con el objeto de hacer frente a las necesidades de la actual situación, especialmente: la extrema pobreza, los subsidios a los desocupados, la mejora de la situación material de los asalariados, etc.

Considerando la excepcional situación que atraviesa nuestro país y en vista de las inmensas necesidades sociales,

Considerando el argumento jurídico del estado de necesidad que permite a los Estados que se encuentran en grandes dificultades suspender unilateralmente el pago de sus deudas (con congelamiento de los intereses) para otorgar prioridad a las necesidades de la población,

Considerando el ejemplo de Argentina que eligió suspender unilateralmente el reembolso de su deuda pública entre 2001 y 2005 para no sacrificar las necesidades de la población y pudo, gracias a esa moratoria, recuperar su crecimiento económico.

Considerando que el ex dictador, su gobierno y su parlamento que escogieron pagar el servicio de la deuda han sido derrocados por la revolución del pueblo tunecino, esas decisiones son desde ahora nulas y sin efecto;

Visto que usted mismo declaró, con oportunidad de dicha conferencia de prensa, que ejercería sus funciones bajo la autoridad del Presidente de la República y que solo a él tendría que rendirle cuentas;

En vista de que el mandato del actual Presidente de la República ya no tiene fundamento legal desde el 15 de marzo de 2011.

En consecuencia, su decisión de pagar 1.120 millones de dinares prevista por Ley 2010-58, del 17 de diciembre, referida a la ley de presupuesto para el año 2011, no tiene ningún fundamento legal. Y deberá ser sancionada mediante los fueros civil y penal por tratarse de un acto hostil al pueblo.

Más que pagar la deuda del dictador, usando el dinero del pueblo, le informamos de que solicitaremos al poder judicial que actúe inmediatamente para repatriar el dinero malhabido por Ben Alí y sus colaboradores y que está depositado en bancos extranjeros.

Considerando el llamado (cuya firma está en curso) de los parlamentarios europeos que solicita la inmediata suspensión del reembolso de las deudas europeas (con congelamiento de intereses) con respecto a Túnez y una auditoria de sus deudas para identificar la parte legítima de aquella que no benefició al pueblo tunecino que deberá ser incondicionalmente anulada.

Le solicitamos que decrete inmediatamente una moratoria unilateral sobre la deuda pública tunecina (con congelamiento de los intereses), mientras dure la realización de una auditoria de dicha deuda. En efecto una parte importante de la misma ha sido heredada de la dictadura de Ben Alí y jurídicamente constituye en consecuencia una “deuda odiosa” según la doctrina de la deuda odiosa, reconocida por el derecho internacional. “Si un poder despótico contrae una deuda no para cubrir las necesidades ni los intereses del Estado, sino para fortalecer su régimen despótico, para reprimir a la población que lo combate, etc., esa deuda es odiosa para toda la población del Estado (…) Esa deuda no es obligatoria para la nación, es una deuda del régimen, una deuda personal del poder que la contrajo, de modo que cae con la caída del poder”. Otorgando préstamos a la dictadura de Ben Alí, los acreedores “cometieron un acto hostil con respecto al pueblo; por lo tanto no pueden esperar que la nación liberada del poder despótico asuma las deudas “odiosas” que constituyen deudas personales de ese poder, según esa doctrina.

La auditoría, que debería realizarse sobre la totalidad de la deuda pública de Túnez incorporando a representantes de la sociedad civil tunecina e internacional, como lo hizo el gobierno ecuatoriano en 2007/08, permitirá echar luz sobre el destino de los fondos tomados en préstamo, las circunstancias que rodearon la contratación de los préstamos, la contrapartida de esos préstamos (las condiciones) así como sus impactos ambientales, sociales y económicos. La auditoría permitirá además identificar la parte ilegítima de la deuda tunecina, que por lo tanto deberá repudiarse, pero también la formación de un nuevo ciclo de endeudamiento ilegítimo e insostenible responsabilizando a los acreedores y al futuro gobierno de Túnez.

Esa riqueza que es propiedad del pueblo tunecino se le debe restituir. Solo él tiene derecho a decidir sobre su utilización con el objeto de ponerlo al servicio de las legítimas aspiraciones que ha puesto de manifiesto la revolución.

Reciba, señor Gobernador, nuestros saludos ciudadanos.

Firmantes;

RAID ATTAC/CADTM Túnez

Unión de profesionales universitarios sin trabajo

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