Fidel Castro ataca a ministros destituidos
A través de su columna de opinión, titulada «Cambios sanos en el Consejo de Ministros», Fidel Castro respondió a las versiones que asignaban a la destitución de 22 altos funcionarios del Estado cubano el carácter de una sustitución de «hombres de Fidel por hombres de Raúl». Fidel lanzó ataques durísimos contra el ex Secretario del Consejo de Ministros, Carlos Lage, y el ex canciller, Felipe Pérez Roque: «Ninguno de los dos mencionados por los cables como más afectados (Lage y Pérez Roque), pronunció una palabra para expresar inconformidad alguna. No era en absoluto ausencia de valor personal. La razón era otra. La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos.»
A través de su columna de opinión, titulada «Cambios sanos en el Consejo de Ministros», Fidel Castro respondió a las versiones que asignaban a la destitución de 22 altos funcionarios del Estado cubano el carácter de una sustitución de «hombres de Fidel por hombres de Raúl». Fidel lanzó ataques durísimos contra el ex Secretario del Consejo de Ministros, Carlos Lage, y el ex canciller, Felipe Pérez Roque: «Ninguno de los dos mencionados por los cables como más afectados (Lage y Pérez Roque), pronunció una palabra para expresar inconformidad alguna. No era en absoluto ausencia de valor personal. La razón era otra. La miel del poder por el cual no conocieron sacrificio alguno, despertó en ellos ambiciones que los condujeron a un papel indigno. El enemigo externo se llenó de ilusiones con ellos.»
Pérez Roque y Lage eran los ministros más jóvenes, y nacieron luego de 1959, año del triunfo de la revolución. Lage se desempeñaba en el cargo de Secretario del Consejo de Ministros desde 1986, y sigue siendo Vicepresidente del Consejo de Estado.
Pese a que Pérez Roque, quien se desempeñó como canciller entre 1999 y 2009, fue asistente personal de Fidel Castro antes de ser designado en ese ministerio, el dirigente se desmarcó de él y de Lage:»La mayoría de los que fueron reemplazados nunca los propuse yo. Casi sin excepción llegaron a sus cargos propuestos por otros compañeros de la dirección del Partido o del Estado… Jamás subestimé la inteligencia humana, ni la vanidad de los hombres…».