8 noviembre, 2025

Fracasó intento de conformar gobierno de unidad entre Zelaya y golpistas

«El diálogo está totalmente fracasado y roto», dijo Rasel Tomé, uno de los asesores de Zelaya, quien lo acompaña en la embajada de Brasil, donde se refugia desde el 21 de septiembre.

Los miembros de la Comisión de Verificación estaban en un hotel donde se concretó el Acuerdo Tegucigalpa/San José esperando que llegaran los representantes en ese organismo de Zelaya (Jorge Arturo Reina) y del mandatario de facto (Arturo Corrales).

«El diálogo está totalmente fracasado y roto», dijo Rasel Tomé, uno de los asesores de Zelaya, quien lo acompaña en la embajada de Brasil, donde se refugia desde el 21 de septiembre.

Los miembros de la Comisión de Verificación estaban en un hotel donde se concretó el Acuerdo Tegucigalpa/San José esperando que llegaran los representantes en ese organismo de Zelaya (Jorge Arturo Reina) y del mandatario de facto (Arturo Corrales).

El acuerdo «está sin valor y efecto por el incumplimiento de Micheletti, porque él lo que ha estado haciendo es burlándose del pueblo hondureño», agregó Tomé.

Zelaya dio por fracasado en la noche del jueves el diálogo al cumplirse el plazo que dio sin haber sido restituido por el Congreso para poder presidir un gobierno de «unidad nacional» que las dos partes debían formar.

Micheletti anunció la constitución de un gobierno de «unión y reconciliación nacional» sin Zelaya, y que el mismo «Goriletti» seguirá presidiendo.

Despechado, Zelaya dijo que el gobierno de facto de Micheletti, «no entiende la palabra diálogo, ni la palabra arreglo pacífico». Sin embargo, el zelayismo y una parte de la izquierda hondureña han descartado luchar por derrocar al gobierno golpista, y han preferido negociar bajo la tutela del imperialismo y sus agentes como Oscar Arias.

Micheletti llamó el viernes pasado al Congreso a «seguir adelante» con la decisión de definir si restituye o no al depuesto presidente Manuel Zelaya. El Congreso decidió poner en manos del máximo tribunal de Honduras la definición de este asunto. Todas las instituciones están bajo control de los golpistas.

Zelaya dijo que desconocería las elecciones a realizarse a finales de noviembre si se realizan bajo el control de la dictadura de Micheletti.

La traición no paga

Zelaya aceptó las condiciones indignas propuestas en el Plan Arias, incluyendo la conformación de un gobierno de unidad nacional con los golpistas. Llegó al extremo de pactar que fuera el Congreso hondureño, cuya mayoría estaba comprometida en el golpe, el que resolviera su restitución. Pero todas estas claudicaciones no le sirvieron en su propósito de regresar a la presidencia de Honduras, así fuera de manera simbólica. Al contrario, legitimaron a los golpistas, al plantear como objetivo la conformación de un gobierno de unidad con los usurpadores. Luego de haber traicionado a las masas hondureñas que se movilizaron contra el golpe, Zelaya se lamenta de que los golpistas hayan sido «poco dados al diálogo», como si no se tratara precisamente de golpistas.

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