¡Fuera yanquis de Colombia!
Tal como dice la letra del bullerengue sentao: en Colombia manda el gringo. El gobierno de Uribe conmemora la independencia de Colombia ampliando la intervención de los Estados Unidos en nuestro país con la instalación de 5 bases militares para reemplazar la base de Manta que eliminó Ecuador.
Tal como dice la letra del bullerengue sentao: en Colombia manda el gringo. El gobierno de Uribe conmemora la independencia de Colombia ampliando la intervención de los Estados Unidos en nuestro país con la instalación de 5 bases militares para reemplazar la base de Manta que eliminó Ecuador.
Esta ocupación y la instalación de los enclaves tiene como objetivo afianzar el dominio Norteamericano en Colombia y la región. El amo Yanki necesita aplastar los procesos de resistencia que saltan a diestra y siniestra en el continente. Para lograrlo combina los golpes militares con la concertación como lo hace en Honduras. Estas medidas son aplicadas porque el Imperio necesita impedir que se generalicen fenómenos como la triunfante lucha de los indígenas y trabajadores peruanos quienes obligaron al presidente Alan García a derogar los decretos con los que se intentó vender la selva y los recursos naturales del amazonas a las multinacionales. Obama, el gerente del imperio, busca con la intervención en Latinoamérica minimizar la derrota sufrida en Irak de donde fue expulsado por la triunfante resistencia del pueblo iraquí quien lo obligó a salir con el rabo entre las piernas.
El fiel esclavo, el de la encrucijada en el alma por su reelección embolatada, permite la ocupación norteamericana y esconde tras el discurso de la lucha contra el terrorismo y el narcotráfico la entrega de los recursos naturales a los monopolios y las multinacionales a través de leyes como la del agua y bosques. Cierra Cajanal, liquida la Red Hospitalaria Pública, se hace el de la vista gorda ante el genocidio a los indígenas, el aumento del desempleo y la gravísima situación de los desplazados.
Para cumplir con la parte del plan que le hace falta, Álvaro Uribe pretende terminar la venta de Ecopetrol y las centrales eléctricas, eliminar los impuestos parafiscales con los que se financia el Sena y el ICBF, implementar una nueva reforma tributaria para establecer nuevos impuestos contra los pobres, aplicar el acto legislativo 01 de 2005 que elimina conquistas pensiónales y coloca a todos los trabajadores bajo el rasero de la ley 100. Todo para lograr que la crisis económica la paguen los trabajadores y los pobres.
Mientras Uribe aplica este nefasto plan a nivel nacional, gobiernos locales como el de Bogotá y Cali que dicen ser “alternativos”, privatizan empresas municipales de servicio público como la ETB y Emcali.
El PDA, la dirección mayoritaria de las organizaciones de masas continúa como mero espectador derrochando energías alrededor de su apetito electoral, al servicio del cual coloca todos los eventos y luchas, incluyendo la próxima Cumbre de Organizaciones Políticas y Sociales. Lo que los trabajadores y el pueblo necesitan es unificar las luchas que se vienen realizando y convocar al resto de la clase obrera, a estudiantes, campesinos, desplazados, víctimas de la violencia y a la población en general a construir una coordinadora de lucha y solidaridad que organice la movilización para expulsar a los Yankis de Colombia, para derrotar la guerra preventiva, la seguridad democrática y el paquetazo económico, y, para unificar todas las reivindicaciones y necesidades en un pliego único nacional que acompañado de un plan de acción conduzca a la preparación y realización de un Paro General.