G20: la vuelta del FMI
Con enorme promoción mediática, se reunió en Londres hace dos semanas el G-20 (Grupo de los 20).
Con enorme promoción mediática, se reunió en Londres hace dos semanas el G-20 (Grupo de los 20). Terminó con todos los jefes de Estado sonriendo para la foto, con el anuncio de un “nuevo orden mundial basado en una nueva era progresiva de cooperación internacional”. Pero, no hay “nuevo orden”: el anuncio más importante fue la vuelta del viejo FMI. Pocos días después la reunión de la OTAN resolvió aumentar las tropas en Afganistán.
El G-20 agrupa a los países imperialistas Estados Unidos, Unión Europea y Japón, a varios países semicoloniales, entre ellos Rusia, China y la India, y, por América Latina, México, Brasil y Argentina. Barack Obama, con su amplia sonrisa, fue la “estrella” de la reunión. Pero lo único nuevo fue la cara de Obama. La “cooperación”, de la que tanto hablaron, no fue para quienes están sufriendo la crisis con hambre, despidos, pérdidas de sus viviendas. La medida fue la vuelta del FMI, una sigla maldita para centenares de millones de personas en el mundo, sinónimo de ajustes antipopulares. ¿Acaso ahora cambió? ¡Ni siquiera cambiaron a sus burócratas directivos, quienes siguen cobrando sueldos multimillonarios mientras el mundo se hunde en la crisis que ellos contribuyeron a desatar! Hace 2 meses el FMI utilizó la misma medicina de los 90 con un ajuste brutal, que incluyó rebajas de sueldos, en Letonia, lo que llevó a una rebelión popular y a la caída del gobierno.
El único cambio anunciado es darle algunos votos en el directorio del FMI a China y Brasil, a cambio de que contribuyan con dinero para reunir el billón de dólares que le dieron al Fondo. Este dinero servirá para “fomentar el libre comercio” y rescatar países en crisis, a cambio, claro, de las “recetas” de ajuste. Y el “libre comercio” ya sabemos también lo que significa: condenar a los países sometidos a exportar sus alimentos y productos básicos a cambio de importaciones que en muchos casos revientan la industria nacional.
Estas reglas de estricto “libre comercio” son burladas permanentemente por los países imperialistas, cuando no les convienen. El Banco Mundial identificó 73 medidas de proteccionismo tomadas recientemente por 17 de los 20 países participantes. Entre ellos, Estados Unidos, que ató los “paquetes” de ayuda a que se utilicen para comprar productos fabricados dentro de sus fronteras.
Roces parciales y acuerdos de fondo
Alemania y Francia se enfrentaron con Estados Unidos y Gran Bretaña, porque se negaron a poner más dinero en el barril sin fondo de los bancos. China expresó su queja porque es el mayor tenedor de bonos en dólares del planeta y teme por la estabilidad de la divisa.
La otra disputa fue por los llamados “paraísos fiscales” adonde los multimillonarios ponen su dinero para no pagar impuestos y que nadie los investigue gracias al secreto bancario. Estos paraísos fiscales son fundamentales para el fraude financiero de los capitalistas contra las otras clases sociales y entre ellos mismos. Como jugadores tramposos, todos tienen un “paraíso fiscal” en la manga. Por eso, el acuerdo logrado es solo una frase hueca. Insólitamente solo señalaron a 4 paraísos fiscales que son marginales en relación a la economía mundial: Uruguay, Malasia, Filipinas y Costa Rica. Pero sólo 5 días después de la cumbre no quedaba ninguno de ellos en la lista, ya que prometieron “portarse bien”. Los más gigantescos paraísos financieros funcionan en Estados Unidos (Estado de Delaware), Gran Bretaña (islas Jersey y Caiman), Suiza, Hong Kong y Macao (China). Estos ni fueron mencionados, son intocables, porque son el centro del capitalismo mundial.
Pese a estos roces, tuvieron un acuerdo de fondo, que la crisis la paguen los trabajadores y sectores populares, mientras le siguen dando fondos a los banqueros y multinacionales.
La OTAN
La otra reunión cumbre, pocos días después de la del G-20, fue la de la OTAN (Organización del Tratado del Atlántico Norte), la alianza militar de Estados Unidos y la Unión Europea. La principal discusión fue la exigencia yanqui de aumentar las tropas en Afganistán de los 62.000 soldados actuales enviando 17.000 adicionales. Los países europeos solo acordaron enviarán pequeños contingentes. Pero, la reunión mostró que Obama sigue empeñado en mantener tropas en Irak y aumentar el contingente en Afganistán, adonde está perdiendo la guerra, incluso proponiendo extender la presencia militar a Pakistán, país de 170 millones de habitantes, con armas atómicas, supuesto aliado yanqui, en grave crisis política.
Para eso incluso tendió puentes a Irán. Por primera vez en mucho tiempo hubo una reunión pública , entre Richard Holbrooke, funcionario yanqui, y el viceministro iraní de Exteriores, Mohamed Mehdi Ajundzadeh, para discutir una “colaboración respecto a Afganistán y Pakistán”.
Crisis y rebelión obrera y popular
La crisis de la economía capitalista no tiene perspectivas de solución a corto plazo. El intento de Obama es llegar a acuerdos con el conjunto del imperialismo, por un lado, y con gobiernos semicoloniales, e incluso con gobiernos patronales independientes como Irán, para intentar medidas de conjunto que apuntalen las ganancias capitalistas, medidas que, indudablemente, irán dirigidas en primer lugar contra los trabajadores y los pobres. Pero estas medidas son de difícil aplicación por la rebelión de los pueblos. Las grandes huelgas en Grecia y Francia, la gigantesca manifestación de 2 millones de trabajadores en Roma, la rebelión popular en Letonia e Islandia, lo mostró recientemente. Esta rebelión popular y la feroz disputa por los mercados y mantener la tasa de ganancia en medio de la crisis, dificulta al extremo los acuerdos. Por eso la perspectiva más probable es que la crisis continúe.
En tanto, lo que se está produciendo es una revolución en la conciencia de millones de trabajadores. Tanto en Estados Unidos como en Europa crece el odio a los banqueros que se comienza a hacer extensivo a los multimillonarios en general.
¡Los trabajadores no pagaremos la crisis! ¡Que la crisis la paguen los capitalistas! ¡Fuera la OTAN de Irak y Afganistán!