Gerardo Sosa: “Los obreros derrotaremos el fraude laboral y la política nefasta de las autoridades universitarias”
Este 15 de septiembre, en vísperas de una asamblea del Sindicato de Obreros de la Universidad de los Andes (SOULA), entrevistamos a Gerardo Sosa, Secretario General de este sindicato, para conversar acerca de la conflictiva situación laboral que se presenta en esta institución universitaria.
Este 15 de septiembre, en vísperas de una asamblea del Sindicato de Obreros de la Universidad de los Andes (SOULA), entrevistamos a Gerardo Sosa, Secretario General de este sindicato, para conversar acerca de la conflictiva situación laboral que se presenta en esta institución universitaria.
Cabe destacar que el SOULA se solidarizó activamente con la lucha de los trabajadores de la planta de reciclaje de Mérida, y ha venido encabezando una serie de conflictos con las autoridades de la ULA, en defensa de los derechos de los trabajadores tercerizados y en condiciones de empleo precario. Luego de escuchar sus planteamientos hacia los estudiantes en el comedor de La Liria, nos dirigimos a la sede de SOULA para recoger el testimonio de este dirigente obrero.
CLAN: ¿En qué consiste el conflicto laboral que se desarrolla en el sector obrero de la Universidad de Los Andes en estos momentos?
Gerardo Sosa: El conflicto se debe al fraude laboral que ejecutan las autoridades universitarias, por medio de una simulación de contrato que aplican para socavar los derechos laborales establecidos en la Constitución y la Ley Orgánica del Trabajo, así como en la convención colectiva. El artículo 67 de la LOT establece que a todo trabajador por tiempo o permanente se le debe garantizar su trabajo fijo después de los tres meses cumplidos de relación laboral, mientras que aquí en la Universidad se aplica un esquema de contratación por menos de ese tiempo, para evitar que el trabajador ejerza este derecho. Pero como sigue habiendo necesidad de ese personal en la Universidad, entonces se contrata a otro grupo de trabajadores, y van intercalando la contratación de estos grupos, de tal manera que no tienen posibilidad alguna que se regularice su situación laboral y pasen a ser trabajadores fijos. Además, a esos trabajadores no se les paga de acuerdo con el regulador de salarios. Se trata de una práctica fraudulenta que va en contra de un derecho humano, como lo es el derecho al trabajo, y atenta contra la estabilidad laboral, negándole al trabajador la posibilidad de una vida digna para él y para su familia. Esta práctica antiobrera además está trayendo consecuencias negativas para el funcionamiento de los servicios universitarios, ya el comedor universitario empieza a sentir los embates de esta mala política que entre otras cosas también busca que empeore el servicio para luego justificar su privatización.
Además de exigir el cumplimiento del contrato colectivo en lo que se refiere a dotación de uniformes y otros implementos de seguridad, nuestra principal reivindicación actualmente es que se pase a la nómina como trabajadores fijos a los centenares de trabajadores que están sujetos a este fraude laboral.
CLAN: ¿Existe tercerización laboral en la ULA?
Gerardo Sosa: La tercerización se realiza a través de las empresas que tiene la universidad, como el Parque Tecnológico, donde hay aseadores, choferes, vigilantes, torneros, y otras funciones que están dentro de lo que contempla el manual de cargos. Eso está pactado entre la patronal y los trabajadores, por lo tanto hay que respetar lo que se establece como un cargo permanente. También están PROULA, Lácteos Santa Rosa, donde hay personal al que hay reconocerle los beneficios que tiene el personal fijo. Las autoridades universitarias vienen ejecutando una política de creación de empresas, por un lado, y por el otro las quiebran. La única farmacia que quiebra, y de paso es un laboratorio, es PROULA, que tuvieron que inyectarle 500 millones de Bolívares viejos este mismo año a través del Consejo Universitario. Igualmente, al Parque Tecnológico se le invirtió una cantidad de millones. Entonces hay muchos recursos para tapar los huecos de la mala administración, pero supuestamente no hay para cumplir con los compromisos legales con los trabajadores.
CLAN: ¿Cuál es la política de las autoridades universitarias hacia el servicio del comedor y el transporte?
Gerardo Sosa: La ruta estudiantil desapareció, no hay una política de reposición de cargos de tal manera que cuando se jubilen las personas, o si fallecen o renuncian, se tomen las previsiones y se cubran las funciones que ellas desempeñan. En cambio, hay una política neoliberal de ir cubriendo esos puestos con personal contratado. Actualmente hay 15 personas enfermas en el comedor universitario, por las malas condiciones de seguridad en el trabajo. En el comedor del núcleo La Hechicera falta personal y es por eso que abre una sola taquilla. Hace falta aseadores para lavar los instrumentos sucios y esto causa problemas graves, los trabajadores hacen de tripas corazón para poder funcionar y brindarle un buen servicio a los estudiantes. En el caso del comedor de La Liria no solamente hace falta personal sino también equipos, pues los que hay ya no están en condiciones para cubrir la cantidad de comida que se produce. La política es nefasta por parte de las autoridades universitarias, ya que busca hacer colapsar el comedor para justificar su privatización y la entrega a una empresa, de manera que puedan convertir este servicio en un negocio particular y obtener ganancias.
CLAN: Con respecto a la estabilidad laboral, ¿ven los trabajadores amenazado su trabajo por llevar a cabo acciones reivindicativas?
Gerardo Sosa: A los trabajadores nos tienen como peones de hacienda. En la marcha contra la Ley de Educación obligaron a varios trabajadores a marchar y a prestar seguridad, sobre todo a los vigilantes. Satanizan las acciones del sindicato. La directora de personal, un día durante una protesta frente al Edificio Administrativo, llegó amenazando y filmando a los trabajadores con su Blackberry, y luego usó esa acción provocadora para intentar criminalizar a los trabajadores, hay dos miembros del sindicato acusados ante la Fiscalía, bajo cargos falsos. Sí hay persecución y terrorismo laboral en contra de los trabajadores. Frente a las amenazas, nosotros estamos luchando para que se le respete su dignidad y sus derechos al trabajador.
CLAN: ¿Cómo se preparan para enfrentar esta política de las autoridades universitarias?
Gerardo Sosa: Ya la junta directiva de SOULA está realizando las labores que corresponden, convocando a las asambleas de trabajadores y dirigiéndonos a la Dirección de Personal y a diferentes instancias del gobierno a fin de que cumplan como patronal con los trabajadores. Giramos una comunicación al ministro de Educación, y nos respondió que el conflicto es competencia de las autoridades de la ULA y el Ministerio del Trabajo. Estamos convocando a los delegados de cada facultad y dirección, son 22 delegados que se están activando, asimismo estamos realizando asambleas sectoriales y asambleas generales, para activar un pliego con carácter conflictivo ante la Inspectoría del Trabajo. Nosotros estamos dispuestos a ir hasta las últimas consecuencias contra estas autoridades universitarias que han venido burlándose de los derechos de los trabajadores y no han querido dar respuestas oportunas. La gestión de Mario Bonucci ha sido nefasta hacia los trabajadores. Ha designado a una déspota como directora de personal, a la que usan como la punta de lanza de la política antiobrera, para realizar provocaciones contra los trabajadores. Así que tomaremos la vía legal ante unas autoridades que han roto todo canal de diálogo, a través de un pliego de peticiones con carácter conflictivo.
CLAN: ¿Qué llamado hacen a los estudiantes en esta lucha?
Gerardo Sosa: Nosotros queremos que se le haga justicia a una parte muy importante del sector obrero de la universidad, y yo sé que el sector estudiantil estará presente debido a que se trata de dos sectores que son los más golpeados, el estudiantil y el obrero. El obrero es quien hace la comida, limpia sus salones, le brinda el servicio del trasporte, y el estudiante siente que a pesar de que tiene un ticket también es necesario tener un transporte que le brinde una ruta estudiantil y así desplazarse por la ciudad. Así que lo natural es que se desarrolle esta relación de solidaridad y que se vayan unificando criterios en función de la lucha por objetivos que son comunes.