Gobierno mantiene en agonía a Orinoco Iron

A diferencia del resto de las briqueteras,
Orinoco Iron no depende del mermado suministro
de pellas sino de fino de mineral de hierro Foto José Leal

A diferencia del resto de las briqueteras,
Orinoco Iron no depende del mermado suministro
de pellas sino de fino de mineral de hierro Foto José Leal

Los días pasan como si nada en Orinoco Iron… literalmente, porque desde hace siete meses la estatizada no produce ni una briqueta. Se acabaron los inventarios de subproductos, no hay recursos para acometer la inversión y oficialmente no hay ninguna respuesta de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG).

Los cuatro trenes de producción de la estatal están paralizados: el tren 1, desde octubre de 2010, poco después de la orden de nacionalización; el 2, desde enero del año pasado; y el 3 y 4 desde marzo y agosto de 2013, respectivamente.

En vista de la crisis productiva los trabajadores de la briquetera comenzaron, por cuenta propia, una parada de mantenimiento que otrora estaba a cargo de empresas contratistas.

Lo hicieron en agosto de 2013 con personal y recursos propios en el tren 4, lograron avanzar en 55 por ciento de los trabajos a ejecutar.

El mantenimiento se detuvo, sin embargo, por descontento de los trabajadores tras varios meses sin recibir respuesta sobre un punto de cuenta presentado en agosto del año pasado por 320 millones de bolívares para reactivar las operaciones de la fábrica y pagar pasivos laborales.

El documento fue recibido por el presidente de la Corporación Venezolana de Guayana (CVG), Carlos Osorio, mas siete meses después los trabajadores desconocen los trámites de ese punto de cuenta.

Algunos técnicos han relacionado la indisponibilidad de recursos con la denuncia de corrupción hecha por el exministro de Industrias, Ricardo Menéndez, en septiembre de 2013 durante el lanzamiento de la comisión centralizada de comercialización soberana de los productos de las empresas básicas.

En ese entonces el titular de la cartera de Industrias alertó que la gerencia vendía las briquetas con descuentos y precisó que la tonelada era vendida a $ 268,5, pese a que el precio de mercado rondaba los $ 310 la tonelada.

“Sólo en este barco tenemos un diferencial que no era percibido por la patria de un millón 260 mil dólares, cuando lo llevamos a los 80 barcos que se despacharon el año pasado estamos hablando que la República dejó de percibir 100 millones de dólares. Eso es corrupción, así de sencillo”, dijo.

A la deriva

Las denuncias de corrupción en Orinoco Iron, empero, no son nuevas. Desde 2009, cuando el presidente Hugo Chávez, decidió nacionalizar el sector briquetero, la empresa ha estado bajo la sombra de irregularidades.

La fábrica dio sus primeros pasos en manos del Estado bajo la conducción del exgerente de Comercialización de Sidor, Luis Velásquez, quien a su vez ejercía como presidente de la comisión de transición de Orinoco Iron.

En 2011 Velásquez es acusado de delitos asociados a la corrupción por su manejo en la comercialización de las cabillas. Es detenido y, en 2013, colocado en libertad, sin juicio, bajo una medida especial.

Entre 2011 y 2013, Orinoco Iron estuvo administrada por el “control obrero”. Una comisión de las mesas técnicas de trabajo más dirigentes sindicales manejaron la fábrica llevándola a su completa paralización.

Con la intervención de Menéndez en septiembre de 2013, se produce el nombramiento de una nueva gerencia pero sin recursos.

Un grupo de trabajadores consideró saludable la decisión del Ministerio de Industrias de remover a los gerentes transitorios, pero conminaron a que hubiese una investigación sobre la “estafa” a los beneficios de los trabajadores y a las finanzas de la empresa.

El delegado de prevención, Rona Figueredo, acompañado por dirigentes sindicales y voceros del Movimiento 18, pidió una investigación judicial a los representantes de la junta de transición y gerentes, entre ellos los dirigentes sindicales Alirio Guillén, gerente de comercialización, Odín Granados y los directivos Hugo Santoro, Dalila Marrero e Iván Salas.

Este jueves, en su visita a Guayana, el ministro de Industrias, Wilmer Barrientos, negó la paralización de Orinoco Iron y atribuyó la inoperatividad de toda la industria briquetera a una “parada de mantenimiento”.

En caída
Entre 2005 y 2008, Orinoco Iron produjo por año 1,2 millones de toneladas métricas de briquetas.

En 2009 cuando se produjo el anuncio de expropiación por parte del entonces presidente de la República, Hugo Chávez, la producción cayó a 498 mil toneladas y en los años posteriores hasta 2012 no superó la barrera de las 400 mil toneladas, debido a la falta de inyección de recursos.

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