24 mayo, 2025

Gobierno venezolano interviene a Stanford Bank

Resulta paradójico que la crisis de un banco, el Stanford Bank Venezuela, ponga en evidencia la buena salud económica de los banqueros en el país. Efectivamente, la decisión del gobierno venezolano de intervenirlo, para posteriormente subastarlo, deja al descubierto una serie de elementos que es interesante presentar a nuestros lectores.

Resulta paradójico que la crisis de un banco, el Stanford Bank Venezuela, ponga en evidencia la buena salud económica de los banqueros en el país. Efectivamente, la decisión del gobierno venezolano de intervenirlo, para posteriormente subastarlo, deja al descubierto una serie de elementos que es interesante presentar a nuestros lectores.

El pasado jueves, el ministro de Finanzas, Alí Rodríguez Araque, anunció la intervención de Stanford Bank, sacudido por el caso de fraude del Stanford International Bank, el cual es otro ejemplo de las marramucias y triquiñuelas hamponiles –no precisamente de baja monta- en medio de las que se desenvuelve el inescrupuloso capitalismo internacional.

El ministro aseguró que el banco resultó impactado por factores externos y no internos, y que la entidad será puesta en venta lo antes posible. «Esta acción está guiada por el interés de resguardar a los depositantes y ahorristas del banco». Es bueno dejar en claro que a los que se está “protegiendo” es a una élite privilegiada de sólo 10.000 ahorristas, que como el propio ministro aseguró, pertenecen a los estratos socioeconómicos A y B, la mayoría de los cuales lograron sacar del banco sus capitales y trasladarlos electrónicamente a otras instituciones financieras.

Rodríguez Araque puso en el tapete otra realidad del llamado “socialismo del siglo XXI”, y es que como el propio ministro afirmara: «El sistema financiero venezolano es sólido y estable”. Y no es para menos, dadas las elevadas ganancias obtenidas por este sector en los últimos años.

Incluso, puntualizó que el gobierno subastará muy pronto el banco, y que ya había varios grupos económicos dispuestos a comprarlo, lo cual, de acuerdo a lo dicho por el ministro, es otra prueba de la solidez del sistema bancario nacional. En otras palabras, los banqueros tienen “real” para seguir adquiriendo bancos.

Los grupos que estarían interesados en adquirir el Stanford Bank serían el BBO, entre cuyos principales accionistas se encuentra Ignacio Enrique Oberto, personaje ligado históricamente al partido COPEI, y Gonzalo Tirado, ex presidente del propio Stanford Bank Venezuela, propietario del banco de inversión Inverunión, y quien estuvo envuelto en un escándalo a su salida del Stanford, acusado de fraude.

Y al referirse específicamente al Stanford Bank, dijo: “En el último informe de inspección ese banco alojaba informes muy positivos con toda solvencia y unos rendimientos para los accionistas significativos».

Todo esto lo dijo el ministro Rodríguez Araque en rueda de prensa junto a Víctor Gil, presidente del Consejo Bancario Nacional, quien a su vez dio un espaldarazo a la medida de las autoridades venezolanas y dijo que tomar está decisión, a 24 horas de haber estallado la situación, constituye un reto «porque es necesario e indispensable salvaguardar los intereses de los depositantes». No debe extrañar lo afirmado por Gil, ya que él es uno de los miembros de los llamados “Empresarios Socialistas”, junto a su colega Víctor Vargas Irausquin del BOD, Marcos Zarikian (Eurobuilding), Alberto Vollmer (Ron Santa Teresa), Alberto Cudemus y Alejandro Uzcátegui. Lo que sí es llamativo, y vale la pena recordar, es que este personaje estuvo acusado, en los días del golpe del 2002, de facilitar la aeronave que sacaría a Chávez del país.

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