Gran Bretaña: 450.000 manifestantes contra plan de ajuste del gobierno conservador
14:10 › EN CONTRA DE RECORTES DISPUESTOS POR CAMERON
Protesta en Londres
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Protesta en Londres
Alrededor de 450 mil londinenses salieron a las calles a reclamar contra los recortes sociales y el programa de ahorro que dispuso el gobierno conservador. Los manifestantes se habían congregado cerca de la sede gubernamental, en Downing Street. Entidades bancarias y comercios del centro de la ciudad fueron escenarios de los incidentes. En algunas esquinas hubo enfrentamientos con la policía británica, que dispuso un operativo de seguridad de alrededor de 5 mil agentes. Se trata de la mayor manifestación desde las protestas contra la Guerra de Irak, en 2003.
El argumento del gobierno de David Cameron es que los recortes previstos hasta 2015 se decidieron para paliar el déficit fiscal que su gestión pretende llevar a cero. Y justifica estas medidas por la mala situación económica heredada del anterior gobierno y para equilibrar las cuentas públicas. Lo cierto es que a comienzos de año, el IVA se elevó a un 20 por ciento y se impuso un programa de ahorro a los municipios. El miércoles, el ministro de Finanzas, George Osborne, presentó los presupuestos para el próximo año y anunció que el endeudamiento total de Reino Unido ascenderá al 60 por ciento del Producto Interior Bruto en 2011, y en 2012 al 71 por ciento.
Entre los manifestantes hay numerosos estudiantes, profesores, enfermeras y empleados en los servicios públicos, que mostraron su descontento en carteles y en declaraciones a los medios.
Durante el acto central, habló el líder del Partido Laborista, Ed Miliband: «Sabemos lo que el Gobierno va a decir, que esta es la marcha de una minoría. Están equivocados. David Cameron (primer ministro británico): tu querías crear una gran sociedad, esta es la gran sociedad», subrayó Miliband en referencia a la protesta. «La gran sociedad unida contra lo que tu Gobierno está haciendo a nuestro país. Estamos aquí hoy no como minoría, sino como la voz de la mayoría en este país», agregó.
«Estamos absolutamente satisfechos: hay cientos de miles de personas, probablemente medio millón», se felicitó Paul Nowak, uno de los responsables de la organización de la protesta. Los sindicatos destacaron el éxito de la convocatoria, pese a algunos enfrentamientos con la policía ocurridos al margen del desfile que empañaron la jornada.
A pesar del fuerte operativo de seguridad, se produjeron incidentes al margen del desfile de los manifestantes. Personas con la cara tapada y ondeando banderas negras y rojas, atacaron con botes de pintura y botellas de vidrio los escaparates de las tiendas y bancos ubicados alrededor de Oxford Street, una de las principales arterias comerciales de la capital británica.
También lanzaron bombas molotov contra las fuerzas de seguridad, según la policía. Las televisiones mostraron imágenes de gente lanzando proyectiles contra el hotel Ritz. Según informó a EFE un portavoz de la Policía Metropolitana de Londres, nueve personas fueron detenidas y 24 resultaron heridas, de las que siete han tenido que ser hospitalizadas, pero la fuente no pudo precisar si entre los heridos había agentes del orden.
Además, hubo forcejeos entre manifestantes y policías ante la tienda Fortnum & Mason, famosa por vender el tradicional té inglés, donde varios jóvenes accedieron al tejado de la marquesina.
Sin embargo, la marcha propiamente dicha transcurrió sin incidentes. Participaron muchas familias, así como grupos de músicos y bailarines que dieron a la marcha un aire festivo. La comitiva pasó por delante del Parlamento y de la residencia del primer ministro David Cameron, al que la muchedumbre abucheó, antes de llegar a Hyde Park, donde hubo una gran concentración.
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Londres acoge la mayor marcha desde la guerra de Irak para protestar contra los recortes del Gobierno
Más de 400.000 personas salen a la calle, según los convocantes, que se desmarcan de los disturbios aislados
Decenas de miles de personas han inundado el centro de Londres para plantar cara a las medidas de austeridad del Gobierno, en la mayor movilización que atestigua la capital británica desde las protestas contra la guerra de Irak (2003). Maestros, enfermeras, trabajadores del sistema sanitario público, muchas familias y gente de edad avanzada desfilaron desde orillas del Támesis hasta el Hyde Park, encarnando el primer gran desafío de los sindicatos a la política de drásticos recortes de la coalición que dirige David Cameron, integrada por conservadores y liberal demócratas.
Disturbios en Londres
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La marcha en Londres contra las medidas del Gobierno terminó con ataques contra comercios y enfrentamientos con la policía.- GETTY
Conatos aislados de violencia no consiguieron enturbiar el tono mayoritariamente pacífico de la marcha, en la que participaron, según los convocantes, más de 400.000 personas, extremo no confirmado por la Policía Metropolitana que declinó facilitar estimaciones. La respuesta al llamamiento de la asociación nacional de sindicatos (Trade Union Congress, TUC) fue a todas luces arrolladora, gracias a los 800 autocares y decenas de trenes fletados por la organización que, sin embargo, se revelaron insuficientes ante la enorme demanda de transporte desde numerosos puntos de la geografía británica.
«Hoy le decimos [al primer ministro, Cameron] que no vamos a dejarle que destruya lo que ha llevado generaciones construir, porque esos recortes brutales costarán empleos a gran escala», clamó el secretario general del TUC, Brendan Barber, abriendo el turno de intervenciones en el escenario del parque londinense más famoso. Quienes se oponen a esa manifestación, vaticinó Barber, argumentarán que los que han salido a la calle son una minoría. El último sondeo, publicado ayer mismo por The Guardian, da la razón a los argumentos sindicales, aunque no de forma contundente. Un 35% de los encuestados considera que las reformas del Gobierno han llegado demasiado lejos, frente al 29% que se declara a favor de los recortes presupuestarios.
Mientras el Ejecutivo esgrimía, a través del ministro de Educación, Michael Grove, que ha heredado de las administraciones laboristas un Estado desastroso de las cuentas que exige emplear la tijera, los manifestantes del Hyde Park aplaudían al flamante líder de la oposición, Ed Milliband. El dirigente laborista, que no ha conseguido remontar su bajo perfil en los últimos meses, aprovechó la plataforma sindical para sostener que existe una alternativa a ese proyecto gubernamental de recortes que en realidad sofoca la recuperación económica.
«Cada mes, cuando cierra una biblioteca pública, un centro de asistencia a la gente mayor o a tantos jóvenes con problemas, quiero que sientan el miedo y la furia de los que hoy han venido desde todos los rincones del país para defender un futuro más justo», apostilló el secretario general del sindicato Unison, Dave Prentis. La irritación de los manifestantes fue especialmente palpable en las proclamas proferidas al paso de la marcha por Trafalgar Square, aunque no se registró ningún tipo de desmán. Sí consiguió romper el sentido cívico de la protesta un grupo que destrozó marquesinas y cubrió de pintura varios comercios y sedes bancarias en Oxford Street. Cuatro heridos y 14 detenidos fue el balance de ese episodio en una de las principales arterias comerciales de la ciudad, tomada ayer por 4.500 policías.