24 abril, 2025

Grupo de Río, el Alba y el SICA rechazan el golpe en Honduras

Los líderes del Grupo de Río, el Alba y el SICA, tres organismos regionales, condenaron el lunes desde Managua «el golpe de Estado» con que fue depuesto al presidente Manuel Zelaya en Honduras y exigieron su inmediata restitución.

Los líderes del Grupo de Río, el Alba y el SICA, tres organismos regionales, condenaron el lunes desde Managua «el golpe de Estado» con que fue depuesto al presidente Manuel Zelaya en Honduras y exigieron su inmediata restitución.

Zelaya arribó a la capital nicaragüense la noche del domingo, procedente de Costa Rica, hasta donde fue expulsado por los golpistas y sostiene que sigue siendo presidente de su país.

En la víspera recibió el respaldo Estados Unidos, de la Organización de Estados Americanos (OEA), la Unión Europea, los países de la Alternativa Bolivariana para las Américas (Alba) y de los cancilleres del Sistema de la Integración Centroamericana (SICA). La crisis hondureña era abordada en las Naciones Unidas el lunes.

El presidente venezolano Hugo Chávez destacó «la capacidad de respuesta rápida de los mecanismos de integración de nuestro continente».

En declaraciones desde Managua vía telefónica transmitidas el lunes en Venezuela por la televisora estatal, el presidente venezolano catalogó los acontecimientos como un «atropello flagrante, descarado de una elite burguesa contra un pueblo, contra un gobierno, contra las instituciones y eso no estamos dispuesto a tolerarlo». Recordó que los eventos se asemejan al golpe que él mismo padeció en abril de 2002.

«Aqui no hay negociación posible con los golpistas de Honduras. Exigimos el inmediato retorno del presidente y que se retome el camino democrático en Honduras», manifestó el líder y principal promotor del Alba. Sin embargo, Zelaya y su canciller han dicho estar dispuestos a dialogar con los golpistas y llamaron a que las protestas contra el gobierno de facto no sean violentas.

La reunión del SICA convocada por el presidente nicaragüense Daniel Ortega y la del Grupo de Río, convocada por los cancilleres centroamericanos, tiene como único objetivo, según declararon «analizar la situación de Honduras».

El mandatario mexicano Felipe Calderón declaró a su arribo a Managua expresó a nombre del «gobierno de México y del Grupo de Río nuestro más enérgico rechazo al golpe de Estado ocurrido el día de ayer en Honduras».

Dijo que en el transcurso del día, diversos mandatarios y representantes analizarán la situación en Honduras y «el curso de acción» que tomarán las naciones latinoamericanas, según declaraciones reproducidas en la ciudad de México por la radio Formato 21.

Calderón, presidente pro tempore del Grupo de Río, llegó acompañado de la canciller hondureña Patricia Rodas, quien había llegado a la capital mexicana horas antes.

También arribaron el secretario general de la Organización de Estados Americanos (OEA), José Miguel Insulza, y los presidentes de Panamá, Martín Torrijos; de Guatemala, Alvaro Colom; de El Salvador, Mauricio Funes; de Costa Rica, Oscar Arias; y de Bolivia, Evo Morales.

La noche del domingo acudieron a Nicaragua los presidentes miembros del Alba: Hugo Chávez de Venezuela, Rafael Correa de Ecuador y el canciller cubano, Bruno Rodríguez, quienes junto al presidente anfitrión también condenaron el golpe militar y demandaron la restitución de Zelaya al poder.

El congreso de Honduras, cuya mayoría se confabuló con los militares para el golpe fascista, proclamó como presidente al ex jefe del congreso, Roberto Micheletti, quien decretó un toque de queda para intentar liquidar las protestas contra el golpe y el gobierno espúreo.

Obama llama al gobierno depuesto y a los golpistas a «respetar las normas democráticas»

En un lenguaje ambiguo, absteniéndose de calificar el golpe de Estado propinado por la burguesía hondureña, Barack Obama llamó al gobierno depuesto de Zelaya y a los golpistas a respetar las normas democráticas, una extraña declaración en la que Obama coloca en el mismo nivel al gobierno legítimo y a los golpistas.

«Estoy sumamente preocupado por informes provenientes de Honduras sobre la detención y expulsión del presidente Manuel Zelaya. Como lo hizo la Organización de los Estados Americanos el viernes, hago un llamado a todos los actores políticos y sociales en Honduras para que respeten las normas democráticas, el estado de derecho y los principios de la Carta Democrática Interamericana», afirmó el mandatario en un comunicado emitido por la oficina del secretario de prensa de la Casa Blanca.

«Cualquier tensión y disputas que existan tienen que ser resueltas pacíficamente a través de diálogo sin ninguna interferencia externa», agregó Obama, con lo cual le tiende un puente a los golpistas.

Por otro lado, el presidente venezolano Hugo Chávez aseguró el domingo que puso a las fuerzas armadas de su país «en alerta» tras el golpe militar contra Zelaya. Chávez dijo que no reconocerá a ningún gobierno que no sea el de Zelaya y que «Venezuela está en batalla» ante los acontecimientos en Honduras.

Las tropas hondureñas detuvieron ayer y golpearon a los embajadores de Venezuela (José Laguna), Cuba (Juan Carlos Hernández), y el embajador nicaragüense, Mario Duarte.

Corte Suprema forma parte de la comparsa golpista

En un comunicado divulgado en cadena de radio y televisión, la Corte Suprema hondureña dijo que los militares golpistas actuaron de acuerdo a la Constitución hondureña.

Saúl Escobar, presidente del Tribunal Supremo Electoral (TSE), leyó un comunicado en el que ratificó que «habrá (el 29 de noviembre) elecciones generales en cumplimiento de la Constitución».

Zelaya fue detenido por soldados el domingo temprano, horas antes de que iniciara la encuesta a la que convocó para consultar a la población sobre una posible reforma constitucional, una medida a la que se opusieron gran parte de los demás miembros del gobierno hondureño.

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