Hace 95 años, este partido bolchevique tomaba el poder
Cahiers Léon Trotsky N° 60
Noviembre de 1997 (traducción inédita). Título original: «Hace ochenta años, este partido bolchevique tomaba el poder»
Era una herramienta extraordinaria, una «maravilla de la historia», decían los suyos, un partido como nunca se había visto y como ya no se verá, probablemente, porque nació del encuentro de circunstancias históricas excepcionales, en la que la principal fue que la sublevación de la clase obrera y de la juventud de un inmenso país apenas rozado por la industrialización, el imperio zarista, encontró un partido presto a acogerla, a expresarla, a armarla en todos los sentidos del término, a combatir por ella y para ella… Y que una y otra conocieron en 1905 un ensayo general y una amnistía que permitieron volver a comenzar sobre nuevas bases.
Cahiers Léon Trotsky N° 60
Noviembre de 1997 (traducción inédita). Título original: «Hace ochenta años, este partido bolchevique tomaba el poder»
Era una herramienta extraordinaria, una «maravilla de la historia», decían los suyos, un partido como nunca se había visto y como ya no se verá, probablemente, porque nació del encuentro de circunstancias históricas excepcionales, en la que la principal fue que la sublevación de la clase obrera y de la juventud de un inmenso país apenas rozado por la industrialización, el imperio zarista, encontró un partido presto a acogerla, a expresarla, a armarla en todos los sentidos del término, a combatir por ella y para ella… Y que una y otra conocieron en 1905 un ensayo general y una amnistía que permitieron volver a comenzar sobre nuevas bases.
Son 170.000 militantes que se hicieron representar por sus delegados electos en la conferencia del Partido Obrero Socialdemócrata ruso de abril de 1917. El partido bolchevique está entonces en pleno crecimiento y todos los días grupos con itinerario variable, ex – bolcheviques, ex – mencheviques, ex-socialdemócratas autónomos, grupos de combatientes contra el zarismo y el imperialismo, contra la guerra y la gran masacre, se unen a él.
Sus miembros, y particularmente sus cuadros responsables, son lo que se denominaban entonces «revolucionarios profesionales». Esto no significa, como lo aseguran los ignorantes pedantes y maliciosos que son «permanentes» rentados por el partido, sino que tienen una actividad profesional, trabajo asalariado o estudios, y que su acción militante, en su ambiente de trabajo o fuera de él, está dirigida por una organización del partido. Respecto a esto, la frase de Serebriakov en su autobiografía es clara:
«Serebriakov fue encargado por el partido de viajar a través de toda Rusia; llegó a encontrar trabajo en diversas fábricas y así pudo realizar sus tareas políticas».
Su actividad es muy variada. Es necesario construir el partido y para esto, convencer y ganar incesantemente a nuevos militantes, jóvenes y obreros. Hay que confeccionar, redactar e imprimir los periódicos y los volantes, realizar la agitación y la propaganda sobre los obreros, en las calles, las tabernas, en los alrededores de las fábricas y los barrios. Sokolnikov resume esta dura actividad tal como se desplega en el momento de la crisis revolucionaria; no es la romería romántica que algunos quieren ver sino que se trata de una prueba:
«Los mitines en las calles, las reuniones en los bosques, las apariciones improvisadas de oradores bolcheviques en las casonas-dormitorios de obreros, la escuela de propagandistas obreros…»
Respecto a esto, para todos ellos, la revolución de 1905 fue un shock eléctrico, un impulso inolvidable, una ráfaga de tormenta y de viento, una preciosa experiencia y, de todos modos, una inspiración.
Cómo se convirtieron en «revolucionarios profesionales»
Excluyendo deliberadamente a Lenin, Trotsky y Stalin, hemos destacado más abajo los itinerarios de hombres que se convirtieron en revolucionarios profesionales en las filas bolcheviques. Tomamos prestado los elementos biográficos necesarios a la Enciclopedia Granat de 1927-1929, que sirvió de base a la obra francesa Los bolcheviques por ellos mismos de Georges Haupt y Jean-Jacques Marie. Veremos que no hay un itinerario único. Escuelas y universidades, fábricas, ejército son el cuadrado mágico en el que se reclutan estos jóvenes hombres que la represión forjó como «revolucionarios profesionales» y que construyeron ese partido.
Andrei S. Bubnov terminó el liceo en donde formó parte de los círculos de estudios revolucionarios, luego comenzó estudios superiores de agronomía. Ingresó al partido en 1903, a los 20 años; numerosos arrestos seguidos de penas de prisión hicieron de él un revolucionario profesional.
Nicolai I. Bujarin era hijo de una pareja de docentes. A partir del liceo participa en actividades para-políticas, del tipo círculo de estudio, para terminar en círculos abiertamente socialdemócratas, marxistas. Toma parte activa en la revolución de 1905, entra al partido en 1906, a los 18 años. Estudiante, es miembro del comité de Moscú. Para escapar de la prisión, emigra en 1910, inicio de su vida de revolucionario profesional.
Alexandr G. Chliapnikov creció en una familia sin padre y conoció la miseria. Hizo tres años de escuela primaria, tuvo que trabajar desde los 11 años, y luego de muchas peripecias, se volvió ajustador en San Petersburgo, en las construcciones navales, falsificando sus papeles porque no tenía 18 años. Su participación en apoyo a los huelguistas, la pequeña guerra en las calles a piedrazos que los muchachos de su edad llevan adelante contra la policía le vale ser despedido y puesto en las listas negras de la patronal. Regresa a su ciudad natal, encuentra trabajo, es contactado por militantes locales, entra al partido a los 20 años, en 1903, y comienza su carrera de revolucionario profesional con nueve meses de prisión.
Iakov N. Drobnis nació en una humilde familia de zapateros judíos, fue a la escuela hasta los 11 años, luego aprendió el oficio de su padre. A los 13 años, intenta huir y probar suerte en otra parte, pero fue deportado desde Astrakan como judío, y por lo tanto, con prohibición de estadía. El joven aprendiz se impresionó mucho con los conflictos agrarios, se encontró con militantes socialdemócratas que habían conocido prisión y exilio. En 1905 se puso al servicio del partido para tareas técnicas. Adhiere a él en 1906, a los 16 años. Ese mismo año es detenido, liberado después de un mes y medio. En 1907, nuevamente arrestado, fue condenado a cinco años de prisión y por supuesto, el futuro de un revolucionario profesional.
Pavel E. Dybenko, nacido en una familia de campesinos pobres, logró, gracias a una abnegada institutriz, hacer cuatro años de escuela técnica municipal, hasta los 15 años, luego de la escuela primaria; allí participó en la huelga de 1906. Primero trabajó como empleado, luego como estibador en Riga, a los 17 años (un trabajo estacional), en la construcción, luego nuevamente como estibador. Conoció a los bolcheviques en las huelgas. Insumiso, fue arrestado y enviado a la marina. Tiene 23 años cuando adhiere al partido bolchevique en 1912, revolucionario profesional en uniforme.
El georgiano Abel Safronovitch Enukidze pudo hacer estudios secundarios técnicos y trabaja enseguida en los ferrocarriles. Comienza a militar en uno de los «círculos obreros» que sólo se unen a la corriente marxista al cambiar el siglo. Adhiere en 1898, a los 22 años. Reparte su tiempo, a partir de 1904, entre la imprenta clandestina del partido y estadías en prisión. A partir de 1907, va de arresto en arresto y ya es un revolucionario profesional acosado.
Hijo de un ayudante de medicina, Mijail V. Frunze hace sus estudios secundarios, comienza sus estudios en el Instituto Politécnico de San Petersburgo, participa en círculos de estudios revolucionarios, luego se une al POSDR y a su fracción bolchevique. Expulsado de la capital por su actividad política, va a trabajar al interior a Ivanovo-Voznessensk en donde es, a los 21 años, un organizador y dirigente de la famosa huelga de un mes y medio de los trabajadores textiles. Durante la insurrección armada de los bolcheviques en Moscú en 1905, dirige un destacamento de obreros armados en las barricadas de Krasnaia Presnia. Convertido así en revolucionario profesional a los 20 años, es delegado en el congreso de Londres y Estocolmo, pero detenido en 1907. Dos veces condenado a muerte y perdonado, ya no deja la prisión antes de la guerra.
Lev Borissovich Kamenev (Rosenfeld) es hijo de un mecánico de ferrocarril que será director de una pequeña fábrica. Sus padres son instruidos y cultivados, lo autorizan a trabajar en la fábrica durante las vacaciones, y crece en medio de los obreros. En 1896, está en el liceo de Tiflis, ya en ligazón con los círculos de estudios socialistas, lo que le vale ser expulsado del liceo. En la universidad de Moscú, milita rápidamente y es arrestado en 1902 y expulsado de la universidad. Después de su primera emigración, ese mismo año, entra en el círculo de revolucionarios profesionales.
Sergei M. Kostrikov (Kirov), primero cuidado por su abuela, luego en un orfanato, cursó estudios primarios, luego técnicos en una escuela municipal en donde se encontró con folletos socialistas. A fines de 1904, terminó sus estudios técnicos y quiere prepararse en una escuela superior. Para eso se dirige a Tomsk en donde se encuentra con bolcheviques en el exilio, sobre todo con I.N. Smirnov, participa en la preparación de la manifestación armada de enero de 1905, es arrestado, liberado luego de tres meses de detención. A partir de entonces es un revolucionario profesional, dirigente de una imprenta clandestina. Tiene 19 años.
Nikolai N. Krestinsky es hijo de un profesor de liceo. Hace sus estudios secundarios en Vilno, luego estudios superiores de derecho en San Petersburgo y se diploma en 1907, se convierte en asistente de un abogado, y luego en abogado. Es así como conoce a los revolucionarios y adhiere al partido en 1904. Es un revolucionario, pero no totalmente profesional, que ha conservado una profesión útil para el partido, un poco marginal, pero muy abnegado, varias veces arrestado hasta un serio arresto y el exilio a Siberia, en 1914.
Nikolai I. Muralov es hijo de un granjero instruido, un ex combatiente que le da una instrucción elemental. Diplomado a los 20 años de una escuela de agricultura, ejerce responsabilidades diversas de dirección en el terreno de la industria alimenticia. Lee Iskra, participa en un círculo obrero, está tres meses en prisión en 1902, adhiere al partido en 1903, a los 26 años. Aunque continúa trabajando en su especialidad, los arrestos incesantes hacen de él un revolucionario profesional. Sobre el modelo de los socialdemócratas alemanes, funda un albergue popular que sirve de lugar de encuentro y de cobertura para las actividades clandestinas.
Sergei K. Ordjonikidze, proveniente de la pequeña nobleza georgiana, tiene una instrucción elemental que le permite convertirse en asistente médico (una suerte de enfermero). Ejerce todavía su profesión después de una breve emigración y su regreso al país. Prisión, exilio, emigración: escuela del partido en Longjumeau, conferencia de Praga que consagra la escisión con los mencheviques. Es en Francia en donde se convierte en un revolucionario profesional, y como tal, recorre el país luego de la reunión de la escuela de Longjumeau en 1912.
Giorgi L. (Iuri) Piatakov es el hijo de un ingeniero director de una fábrica cerca de Kiev. Va al liceo a los 14 años, participa en los círculos revolucionarios y, en 1905 es uno de los dirigentes del comité de relación interliceos, uno de los líderes de la «revuelta liceísta». Entonces era anarquista y perteneció durante un tiempo a un grupo terrorista. Pero a partir de 1907, cuando es estudiante, evoluciona hacia el marxismo luego de leer mucho, participa en la agitación estudiantil, se une a los bolcheviques en 1911, a la edad de 21 años. Convertido en revolucionario profesional, organizador permanente en la clandestinidad en Kiev, es arrestado en junio de 1912, logra escaparse en noviembre de 1914 y se va a Japón.
Eugeni A. Preobrajensky, hijo de un pope, fue muy religioso hasta los 14 años y se convirtió en un socialdemócrata bolchevique recién en 1903, a los 17 años. Miembro del comité bolchevique de Orel, milita en Briansk, cuidad fabril, luego en Krasnaia Presnia, barrio obrero de Moscú, en 1905, finalmente en Perm. Arrestado, luego liberado, es transferido a Ufa, reorganiza la zona del Ural antes de ser arrestado y pasar dos años en prisión. Es un verdadero revolucionario profesional que construye el partido, pero «desde afuera» de las fábricas, ya que no trabaja en ellas.
Fedor F. Raskolnikov estuvo pupilo hasta los 16 años en un colegio religioso, una verdadera prisión que lo hizo sublevar. Dirige dos huelgas de colegiales en 1905 y 1906, bajo la influencia del gran crisol de ideas que fue la revolución. Fue admitido en el Instituto Politécnico de Petersburgo, en la sección economía. Devora el Capital y entra en el POSDR en diciembre de 1910, luego se lanza impetuosamente en el trabajo de la Pravda. Sin dudas habría franqueado la etapa de «preso» hacia esa época de su vida de revolucionario profesional si no se hubiera convertido, y por mucho tiempo, en un militar, defendiéndose con su cuerpo.
Alexei I. Rykov era uno de los ocho niños huérfanos, de una familia miserable y fue cuidado por su hermana, rabajó para pagar sus estudios desde la edad de 11 años. Logró entrar a la facultad de Derecho de Kazan; lee mucho, publica un periódico clandestino en Samara y anima un círculo revolucionario. Tiene 19 años cuando se une al POSDR en Kazan en 1899. En 1902, entra a la clandestinidad, sin dejar de ser perseguido durante los siguientes años. Es quizás esta condición de clandestinidad extrema que hace de él el jefe de los “comitards” frente a Lenin, partidario del poder de los comités del partido y muy desconfiado con respecto a un régimen democrático.
Leonid P. Serebriakov es el hijo de un metalúrgico que tiene 6 niños. Debe trabajar desde los 9 a los 11 años, luego, al salir de la escuela primaria a los 14 años, se convierte en metalúrgico falsificando su identidad y se une al partido a los 17 años. Sufre dos años de deportación, a partir de 1910 hace una gira de grupos para preparar la conferencia de Praga del POSDR. Es un revolucionario profesional que financia su actividad trabajando en la fábrica.
Ivar T. Smilga es letón. Sus padres, propietarios de tierras, también son verdaderos intelectuales que lo forman. A principios de siglo se convierte en revolucionario. Su padre evoluciona también hacia la izquierda, es fusilado por las Guardias Blancas en 1906. Él todavía está en el colegio y a los 15 años adhiere al partido bolchevique. Pasa sus siguientes años de estudio acumulando conocimientos y reflexionando; pero también participa a fondo en las acciones de su partido, es arrestado varias veces y detenido desde 1912 a 1914.
El joven Ivan N. Smirnov, hijo de campesino, es ferroviario, luego obrero de fábrica. Se encuentra con estudiantes que le han pasado material marxista y organiza alrededor de estos textos un círculo de estudio formado por unos quince obreros de su fábrica. También es en esta actividad en donde es reclutado para el partido, a los 18 años. Es delatado y arrestado pronto, y pasa dos años en prisión y nueve meses en exilio. El partido lo envía entonces a trabajar en Vichny Volotchek en donde hay una fábrica de 10.000 obreros y ningún contacto. Maniobra en una curtiembre, se convierte en revolucionario profesional y regresa a prisión, esta vez por dos años.
Grigory I. Sokolnikov (Brilliant) es el hijo de un médico judío de los ferrocarriles. Colegial en Moscú, participa de los círculos de estudio de alto nivel, se une al partido bolchevique en 1905 que hace de él un dirigente del movimiento estudiantil y le encarga el trabajo del partido entre los tipógrafos, luego entre los tejedores, así como en el “buró militar técnico”. En prisión en 1909, luego en exilio, cuando alcanza a evadirse. El camino del revolucionario profesional en que se ha convertido pasa por París.
Lev S. Sosnovsky es el hijo de un abogado que también dirige un albergue. Escribirá: “Cuanto más se desarrollaba mi inteligencia, más insoportable se hacía mi estadía en el liceo”. Empleado de un laboratorio en Samara, organiza una huelga en la oficina en que el patrón ha abofeteado a un trabajador. Es el choque decisivo: en 1903 se considera miembro del partido. A partir de entonces, es una suerte de revolucionario profesional itinerante. En Moscú, en donde participa en las operaciones militares, en Zlatoust en donde disputa la hegemonía a los SR, luego perseguido, se decide a emigrar.
Iakov M. Sverdlov nació en una familia de artesanos judíos. Después de la escuela primaria, hace cuatro años de liceo, una revuelta continua y creciente. En 1902, a los 17 años, pasa a ser un revolucionario profesional con el apodo, dado por la policía, de Malyuch (el “pibe”).
Mijail E. Tomsky (Efremov), hijo de una costurera y de un ajustador, separados desde antes de su nacimiento, fue cuidado por su abuela, luego por su madre, ambas muy humildes. Hizo tres años de escuela primaria, aprendiendo a leer y a escribir, luego a partir de los 12 años va de empleo en empleo hasta hacer, de 1890 a 1906, su aprendizaje como cromolitograbador. Dirigente sindical, pasa a la clandestinidad, perseguido por la policía, es castigado con una condena a cinco años de trabajos forzados en 1911.
Grigori E. Zinoviev (Radomylski) es el hijo de un pequeño propietario que dirige una granja lechera. Primero es ayudante de oficina. A partir de 1903 emigra varias veces a Suiza en donde se encuentra con Lenin, se vuelve “iskrista”, luego es el brazo derecho de Lenin en Moscú, y después en Cracovia. Es famoso como un buen orador, que supo entusiasmar a los obreros de Petrogrado, pero también como un hombre de intrigas y de trampas. Siempre ha sido prácticamente revolucionario profesional.
De las “universidades” a la revolución
El empleo del tiempo de los “revolucionarios profesionales” está infinitamente diversificado. Sin embargo, tienen mucho “tiempo libre” tanto por culpa de las autoridades policiales y carcelarias, como por las condiciones, de alguna manera “naturales”, del exilio.
En el extranjero, raros son los que, como, antes que ellos, Rosa Luxemburgo y Rakovsky hacen verdaderamente sus estudios. En París, mientras milita activamente, Sokolnikov sigue seminarios económicos de alto nivel y pasa el doctorado de Derecho. Pero el tiempo del exilio es absorbido frecuentemente por otras tareas, sobre todo por la prensa, que también exige investigación, trabajo, reflexión, estudio, con condiciones favorables para el trabajo intelectual.
Bujarin cuenta:
“Los primeros tiempos, vivía con familias obreras y pasaba mis días en la biblioteca. Si bien en Rusia, yo había adquirido conocimientos generales y conocimientos más especializados en el terreno de la cuestión agraria, no hay dudas que las bibliotecas extranjeras me suministraron un capital esencial.”
Las estadías del exilio de Sosnosky, Constantinopla, Argel, París, Ginebra, Viena, y regreso por Tashkent podrían sugerir un viaje de placer. Pero en París, participa en reuniones, en 1906 asiste al congreso de Amiens de la CGT, pasa jornadas enteras en bibliotecas, leyendo, tomando notas. El gran periodista se forma en estos viajes y estas investigaciones.
Entre los que están presos, algunos no aprovechan casi nada su período de detención: la prisión no les es favorable para el trabajo intelectual. Frunze fue juzgado cinco veces, condenado a muerte dos veces, a trabajos forzados dos veces, cuatro y seis años; cumplió más de seis años de prisión. Smirnov suma seis años de prisión más cuatro años de exilio entre 1900 y 1917. No indican trabajos intelectuales durante su encierro.
Pero algunas prisiones favorecen el estudio. Así, un biógrafo de Molotov escribe de la prisión de Kazan:
«La prisión de Kazan, en donde el régimen era el de las prisiones de las capitales de 1905, es decir, muy libre, era una verdadera universidad para toda la juventud que estaba encerrada allí. Molotov se dedicó a los estudios, sin limitarse a las ciencias sociales: se interesó por las disciplinas históricas, mientras continuaba sus estudios de economía política, de historia del movimiento revolucionario, etc.»
El exilio interno a menudo favorece la reflexión y la formación. Los exiliados (en esa época se emplea la palabra «deportado», que ha cambiado un poco su sentido hoy) pueden reunirse, hay no poca circulación, y contactos nuevos y enriquecedores. Los militantes obreros e intelectuales pueden estar en contacto de manera duradera y superar los prejuicios que los separan. El trabajo colectivo crea condiciones favorables a la asimilación de conocimientos y de métodos de trabajo. Algunos centros de «deportación», que también son etapas en los «traslados», son especialmente favorables para tomar contacto y debatir. De hecho, el exilio vio crearse, funcionar y desaparecer a miles de círculos de estudio, a menudo pero no siempre, verdaderos círculos de partido. Algunos se dedican a estudios e investigaciones particulares: así, Bubnov estudia las estadísticas. Frecuentemente se trabaja duro en «deportación». Smilga escribe:
«Casi cinco años de exilio fueron para mí una verdadera universidad. Paralelamente a los estudios de historia y de táctica de nuestro partido, me interesé sobre todo en economía política y en filosofía».
Estos son hombres y mujeres preparados para su tarea, que no son activistas sino militantes, que van a volver a encontrarse en los puestos de mando durante la revolución. Dirigen el movimiento de masas sublevado con la revolución de febrero.
Bubnov retomó el trabajo clandestino cuando fue liberado de la fortaleza después de tres años. Firme internacionalista, fue arrestado y deportado a Siberia, volvió a Moscú a partir de la noticia de la revolución, fue electo para el comité central del partido, al ejecutivo del soviet de Moscú, es miembro del comité militar revolucionario de Petersburgo. Después de la victoria de la insurrección, es comisario de los ferrocarriles luego milita clandestinamente en Ucrania, presidente del soviet de Kiev después de la insurrección, miembro del Comité Militar Revolucionario de varios ejércitos durante la guerra civil. Se convirtió en uno de los dirigentes del partido.
Bujarin se encuentra con Lenin en Suiza y polemiza con él sobre la cuestión nacional, pero se desplaza, vive en Inglaterra, Austria, Suiza, Suecia y Noruega. Pasa varios meses en New York, en donde dirige Novy Mir y frecuenta a Trotsky en el partido socialista norteamericano. Vuelve a Rusia por Japón, es electo para el comité central en el VI Congreso. Es desde entonces, uno de los principales dirigentes del partido, del que también es, según Lenin, «el favorito».
Chliapnikov, perseguido en Rusia, emigró en 1908, y según su testimonio, ha vivido «errando de fábrica en fábrica en Francia, Inglaterra y Alemania». Regresó en la primavera de 1914, trabaja en Erikson en Petersburgo pero el comité de la ciudad decide enviarlo al extranjero para asegurar la ligazón con «el CC» (Lenin). Este metalúrgico políglota burla a todas las policías y no deja de desplazarse, siempre trabajando: Francia, Inglaterra, EE.UU. en donde va a buscar y encontrar dinero para el partido, pero también a los países escandinavos en donde asegura la transmisión de los materiales políticos a Rusia. Cooptado al CC en 1915, crea en 1917 un nuevo buró del CC, al caer el otro. Con la revolución de febrero, es uno de los que toma la iniciativa de la elección del soviet de Petersburgo, encuentra armas para las Guardias Rojas, es presidente del sindicato de los metalúrgicos. Octubre lo convierte en comisario del pueblo en Trabajo.
Drobnis está en la clandestinidad cuando estalla la revolución de febrero. En 1918, es enviado clandestinamente a la Ucrania ocupada, es uno de los miembros del primer CC del PCU. Organiza destacamentos de partidarios. Apresado, es fusilado y sobrevive. Hace la guerra como comisario, roza la muerte varias veces, incluso luego de haber sido asaltado por bandidos. En 1922, es comisario del pueblo de la RSFSR, vicepresidente y luego presidente de su comisión restringida.
Dybenko, marinero en un acorazado, organiza motines luego, después de la revolución de febrero, es elegido presidente del Tsentrobalt (Comité Central de la flota del Báltico). Detenido en las jornadas de julio, seriamente maltratado, es liberado, dirige destacamentos de marinos en Octubre, arresta al general Krasnov[2] y se convierte en comisario del pueblo en la Marina. Después de una actividad clandestina en el sur, arrestado y apresado casi dos meses, toma el mando en la tierra y se convierte en un jefe militar rojo, comandante sobre todo de la división salvaje de caballería cosaca.
Enukidze, que estaba exiliado, fue movilizado y se encuentra en Petrogrado en uniforme en febrero de 1917. Es muy conocido en la guarnición, milita con los bolcheviques, es elegido en el ejecutivo de los soviets, luego es su secretario, designado por unanimidad, renovado cuando se crea la URSS.
Frunze, exiliado después de estar en prisión, arrestado, evadido, se convierte en el jefe de una sólida organización clandestina en la región de Minsk, es electo presidente del soviet de obreros y soldados de Bielorrusia, conduce dos mil obreros en armas y participa en Octubre en la insurrección en Moscú. Nombrado comisario militar, pronto es un gran jefe militar cabal, triunfa sobre Wrangel[3], luego sobre Majno[4] y Petliura[5]. En 1924, a los 39 años, es vicepresidente del Comité Militar Revolucionario (CRM) de la República, uno de los más grandes jefes de su ejército.
Kamenev juega un rol importante junto a Lenin en 1905, es mandatado para tomar parte del Congreso de Londres y finalmente, en 1908, para permanecer fuera de Rusia, cerca de Lenin. Sólo vuelve a partir en 1914 para tomar en sus manos en nombre del CC el trabajo en el lugar, es arrestado en noviembre de 1914 y condenado al exilio. Su retorno marca el inicio de sus conflictos con Lenin: sobre el «defensismo» de la Pravda que él dirige, sobre la insurrección, sobre un gobierno socialista de coalición. Pero es uno de los dirigentes bolcheviques más importantes, enviado a Europa occidental en 1919, vicepresidente del consejo de los comisarios del pueblo en 1922.
Kirov buscó unirse a la organización cuando fue liberado, y era miembro del comité del partido de Vladicáucaso en 1917, luego miembro del CMR del XI Ejército; en 1920 se convirtió en un apparatchik del partido, primero secretario del PC de Azerbaiján, ligado a Ordjonikidze.
Krestinsky fue electo para el comité central en agosto de 1917 y reelecto al año siguiente, es comisario del pueblo desde 1918, secretario del comité central del partido en 1919-1920, y luego dedicado a la diplomacia.
Muralov, primero en la infantería y luego en el arma blindada, está en Moscú durante la revolución de febrero y es uno de los organizadores de la sección de soldados del soviet, con gran influencia en la guarnición de la capital en ese mes. Allí es miembro del CMR, luego comandante regional de las tropas en la región de Moscú. En 1918, está en el frente, miembro del CMR del III y luego del XI Ejército, el 1 de marzo de 1921 fue nombrado comandante de la guarnición de Moscú.
Ordjonikidze tiene un rol mucho más confuso que sus anteriores camaradas. Exiliado cerca de Yakutsk, está en Petrogrado en junio, trabaja con Stalin, luego es comisario en diferentes frentes de guerra, colaborador de Stalin en el XII Ejército. En 1921, se encamina en la vía del aparato del partido, en el que es responsable del comité regional del Cáucaso y es quien «vende» la invasión de Georgia.
El exilio de Piatakov lo condujo a Suiza en donde, con Bujarin, adolescente de su edad, polemiza contra la posición de Lenin sobre la cuestión nacional. Enseguida va a Estocolmo pero los tres son expulsados. Logra regresar rápidamente al país. En 1917, es en Ucrania, presidente del comité bolchevique de Kiev, luego en Moscú se ocupa del banco del estado, vuelve a ser enviado a Ucrania en donde, en diciembre de 1918 preside hasta julio de 1919 el gobierno provisional de Ucrania; culmina la guerra civil en puestos importantes como responsable en varios CMR, sobre todo frente a Wrangel. En 1921 es vicepresidente del Gosplan y en 1922, del Consejo Superior de la Economía Nacional.
Preobrajensky está en el exilio en 1914 y en 1917, se convierte en el principal dirigente del partido bolchevique en los Urales. Es secretario del partido de 1920 a 1921, comisario del pueblo en Finanzas en 1921.
Raskolnikov pasaba sus exámenes de aspirante en el momento de la revolución de febrero. Es redactor en jefe del periódico comunista de Kronstadt a mediados de marzo, apresado como dirigente bolchevique de julio a octubre, luego uno de los principales jefes militares de la República, hecho prisionero por los británicos e intercambiado después de seis meses, luego jefe de la flotilla del Volga, de la flota del Caspio y finalmente del Báltico, autor de un famoso raid sobre Enzeli en Turquía, ministro plenipotenciario en Afganistán en 1921.
Rykov tiene aptitudes de un «hombre de estado», asegura Trotsky, su adversario durante décadas. Está exiliado en la región de Narym en febrero de 1917 cuando se subleva Petrogrado. Se precipita a Moscú, llega rápidamente y se vuelve un hombre indispensable. Electo miembro del presidium del soviet de Moscú, se distingue por su eficiencia política, frente a los mencheviques. En octubre, es comisario del pueblo en Interior. Después de la insurrección, se encarga del abastecimiento de Moscú, que logra asegurar. En 1922, es vicepresidente del consejo de comisarios del pueblo, sucesor designado de Lenin a la presidencia.
Serebriakov está en Tomsk cuando estalla la revolución de febrero. Es llamado a Moscú, elegido para el presidium del soviet de mayoría bolchevique en octubre, miembro del CC del partido por un tiempo, presidente del ejecutivo central de los soviets, miembro del CMR del frente sur en donde enfrenta a Stalin, secretario del partido de 1919 a 1920, comisario del pueblo en Comunicaciones en 1922.
Smilga regresó a San Petersburgo en abril de 1917, elegido al CC en la conferencia de ese mismo mes, se dedica a la organización del movimiento revolucionario en Finlandia, es el presidente de los soviets rusos de Finlandia, luego del Tsentrobalt. «Patrón» de la flota del Báltico, es cómplice de Lenin en el CC en la preparación de la decisión de la insurrección y juega un importante rol en octubre. Enseguida volcado al trabajo militar, pertenece a varios CMR de ejércitos importantes. Terminada la guerra civil, regresa a la economía, vicepresidente del CSEN, luego de la Gosplan.
Smirnov, movilizado en 1915, logra construir una organización bolchevique clandestina de alrededor de 400 hombres, todos militares. De Tomsk, es convocado a Moscú en donde muchos dirigentes lo conocen, de Tomsk o de Narym, y es afectado al «trabajo militar», en el CMR del V Ejército en donde juega un rol decisivo en la batalla de Kazan, ante Sviajsk. Miembro durante un año del CMR de la República, regresa a la clandestinidad al año siguiente en Siberia, luego, con la derrota de Kolchak[6], se convierte en presidente del comité revolucionario de Siberia, que sovietiza. En 1923 es comisario del pueblo de Correos y Telégrafos. Desconocido militante, se convirtió en uno de los dirigentes más prestigiosos.
Sokolnikov ha participado en Suiza en la Conferencia de Zimmerwald, regresó de Suiza al mismo tiempo que Lenin en lo que se llamó «el tren blindado». Se une a los bolcheviques, a quienes había dejado durante su exilio, en 1917. Es especialista bancario, se vuelve un buen jefe militar miembro del CMR de la República y de diversos ejércitos, se ocupa durante algunos meses de sovietizar el Turquestán, luego es comisario del pueblo en Finanzas en 1922.
Sosnosky, que está exiliado en febrero de 1917 en Ekaterinburgo, es primero, uno de los principales dirigentes de la organización del partido de esta región rica en militantes y exiliados. Es miembro del comité regional del partido y presidente del soviet de la región. Elegido diputado en la Constituyente, va a Petrogrado y decide permanecer allí, concentrándose en el trabajo en la prensa, primero Krasnaia Gazeta, luego Bednota y la Pravda. Es miembro del comité central ejecutivo de los soviets y muy pronto un periodista extremadamente popular por sus ataques contra los burócratas del partido y del estado.
Sverdlov, exiliado en los confines de Siberia, regresa en febrero de 1917 atravesando a caballo esas estepas heladas, es elegido al CC del PC para la Conferencia de abril y se vuelve el organizador del partido renaciente en una legalidad precaria, con fronteras inciertas aún. Después de la toma del poder, se convierte en presidente del comité ejecutivo central de los soviets, jefe del estado soviético. Presidente autoritario con voz fuerte – «la firme garganta» – también es un organizador sin igual. Muere prematuramente en marzo de 1919.
Tomsky es un buen bolchevique y también un excelente sindicalista; la gente de este tipo es rara en 1917. Desde que está en Moscú, adonde también él llegó a caballo, se lo destaca, y fue convocado en julio para dirigir los sindicatos de Petrogrado. En 1918 es el secretario general de los sindicatos rusos y de la Profintern (Internacional Sindical Roja). Controla los sindicatos por el partido pero también, seguramente, el partido por los sindicatos.
Zinoviev regresa a Rusia, desde Suiza, en el tren de Lenin. Cuando Kamenev incrimina las tesis de abril de Lenin, él se calla, luego apoya a Lenin. Después, junto a Kamenev, votan en contra de la insurrección, condenan en un órgano exterior al partido la decisión de la insurrección como un acto de desesperación. Luego se pronuncian juntos contra Lenin. Sin embargo, todo se silencia y es a la vez, presidente del soviet de Petrogrado y presidente del comité ejecutivo de la Komintern.
Ni sumisiones ni excomuniones
Contrariamente a las leyendas malintencionadas, los responsables bolcheviques no rendían pleitesía a Lenin, repitiendo sus aforismos como verdades supremas. La historia del partido vivo de Lenin está llena de debates, conflictos reales, dictados por la vida. Y si bien Lenin grita, no excomulga jamás a nadie. Digámoslo, casi no excluye a nadie.
Acabamos de verlo, Zinoviev y Kamenev se opusieron a Lenin respecto de la insurrección, luego respecto de la exigencia del sindicato de trabajadores del ferrocarril de un gobierno de todos los socialistas que no incluyera ni a Lenin ni a Trotsky. Lenin los denuncia como «rompehuelgas». Van a dimitir del CC y luego a regresar; siguen siendo dirigentes del partido.
La firma del tratado de Brest-Litovsk, de hecho un diktat impuesto a Rusia, provoca otra crisis: entre Lenin y Trotsky y también entre ellos y los comunistas de izquierda dirigidos por Bujarin. Con él, hombres que ya conocemos, Bubnov, Drobnis. Con los partidarios del centralismo democrático, Drobnis también. Con la Oposición Obrera, Chliapnikov. Con la plataforma de Trotsky sobre los sindicatos, Krestinsky, Piatakov, Preobrajensky, Muralov, Serebriakov, Ivan N. Smirnov, Sosnosky…
Las cosas son diferentes con el régimen stalinista en el que, de hecho, una oposición, aún velada, merece la muerte.
Es larga la lista de las víctimas de Stalin. Entre los hombres que hemos visto aquí, han muerto por orden de él, en juicios públicos, Bujarin, Drobnis, Kamenev, Krestinsky, Muralov, Piatakov, Rykov, Serebriakov, IN Smirnov, Sokolnikov, Zinoviev. Murieron en secreto, ejecutados por decisiones administrativas: Bubnov, Chliapnikov, Dybenko, Enukidze, Preobrajensky, Smilga, Sosnosky. Tomsky y Ordjonikidze se suicidaron. Frunze murió como consecuencia de una operación tan inútil como peligrosa, impuesta por Stalin. ¿Quién ordenó el asesinato de Kirov?
¿La Verdad es interesante?
Sin embargo, nos salimos un poco de tema. El artículo que escribimos se refiere al partido que tomó el poder en 1917, el partido de Lenin. El de Stalin cuando masacró a los viejos bolcheviques es un partido de otro tipo, construido sobre el cadáver del antiguo. Es el de los burócratas soviéticos que controlan estrechamente una red cerrada de soplones y policías de todo tipo. Aquí, en esta distancia entre el partido de Lenin y el de Stalin, y no en el «pensamiento» de tal o cual o en la «esencia» del comunismo, es en donde está la clave del enigma de la revolución rusa, de su degeneración y su muerte.
Uno de los «personajes secundarios» de la «boutique» que los medios de comunicación han impuesto a los franceses durante meses como oráculos sobre el comunismo y su historia, autoproclamados grandes especialistas del «comunismo», se burlaba en la televisión de gente como yo que, decía, tienden a presentar a algunos bolcheviques como «arcángeles» con el fin de disimular que su teoría es una utopía sangrante, sus jefes, vulgares jefes de bandidos y sus hombres, asesinos a sueldo.
Cuando alguien se compromete en una empresa de mentiras y de masacre de la verdad histórica e incluso de la memoria, de tal envergadura, no puede ahorrar detalles mentirosos, hay que apuntar a todo lo que se mueve y borrar todo lo que lo contradice. Esto es lo que han hecho, lo que hacen y harán mientras no sean desacreditados por sus propias exageraciones, hasta que, como lo preveen con inquietud, uno de los más viejos y de los mejor establecidos entre ellos, terminen por «matar la gallina de los huevos de oro».
Por nuestra parte, creemos que el combate por la búsqueda de la verdad histórica es un combate esencial en la lucha por la emancipación humana. Es la mayor contribución a la inteligencia del pasado, único medio que permite la constitución de una conciencia colectiva crítica sin la que la humanidad no tiene más chances que la de una manada de ovejas lanzada a toda velocidad hacia el corral. De esto es de lo que discutimos cuando hablamos de Octubre.
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* Broué, Pierre (1926-2005): fue un importante historiador trotskista que se dedicó a difundir de la obra de Trotsky, la actividad de los trotskistas, y a develar las mentiras estalinistas en base al minucioso trabajo de investigador al que consagró su vida.
[2] General Krasnov: atamán (jefe militar entre los antiguos regimientos cosacos) de las tropas del Don, que entró en actividad con un ejército de 100.000 hombres, formado con ayuda de los alemanes, en julio de 1918.
[3] Piotr N. Wrangel (1878-1928) General de las Guardias Blancas que combatió a los soviets y trató de derrocarlos en la guerra civil.
[4] Nestor Majno (1884-1934) Encabezó las bandas campesinas que lucharon contra los reaccionarios ucranianos y las fuerzas de ocupación alemana en la Guerra Civil de Rusia, pero alrededor de 1919 se volvió contra los soviets; fue finalmente derrotado en 1921.
[5] Petliura era el jefe militar y político del movimiento blanco de independencia ucraniana.
[6] Alexander V. Kolchak (1874-1930) Comandó uno de los frentes contrarrevolucionarios en el este durante la Guerra Civil rusa.