Haidar renuncia a atención médica luego de acoso por parte de autoridades españolas
La activista saharahui Aminetu Haidar ha asegurado que la actuación la pasada noche del juez de guardia en Arrecife (Lanzarote), Jerónimo Alonso, al visitarla con una médico forense para analizar su estado de salud, la ha empujado a renunciar a toda atención médica.
La activista saharahui Aminetu Haidar ha asegurado que la actuación la pasada noche del juez de guardia en Arrecife (Lanzarote), Jerónimo Alonso, al visitarla con una médico forense para analizar su estado de salud, la ha empujado a renunciar a toda atención médica.
Así lo ha manifestado la saharaui a través de un comunicado que ha leído Fernando Perahíta, miembro de la Plataforma de Apoyo a Aminatu Haidar en el aeropuerto de Guacimeta, en Arrecife, donde la pacifista lleva más de una veintena de días en huelga de hambre.
Haidar aseguró sentirse «aterrorizada» por la forma «violenta» en la que el juez entró en el habitáculo en el que se encuentra la pacifista en el citado aeródromo, comparando la actuación de Alonso y las personas que le acompañaban con la de la «policía marroquí, encendiendo la luz, expulsando» a las personas que se encontraban con Aminetu. Ante ello, la pacifista saharaui reiteró que esta manera de actuar del juez la «ha empujado a tomar esta decisión de renunciar a cualquier atención médica pública o privada».
Agregó que, además, la «amenazaron con obligarla a alimentarla contra su voluntad», lo que indicó «viola sus derechos, está contra la Ley y va contra los derechos humanos».
Por su parte, Perahíta calificó la actuación de Jerónimo Alonso, así como de toda la ‘delegación’ que le acompañó a estudiar el estado de salud de Haidar, de «absolutamente increíble» por la forma «en la que entraron, encendieron la luz, echaron a la gente que había dentro, La actuación fue incalificable».
Haidar se encuentra en huelga de hambre desde hace más de dos semanas, en protesta por la expulsión ilegal a la que fue sometida en una operación conjunta de autoridades marroquíes y españolas, cuando regresaba al Sáhara Occidental luego de recibir un reconocimiento a su activismo en defensa de los derechos humanos. Su acción ha despertado la solidaridad de miles de activistas dentro del Estado Español, y en el mundo, incluyendo pronunciamientos de Aleida Guevara, Rigoberta Menchú, y José Saramago.