12 enero, 2025

Hay que construir la unidad para una nueva central obrera

Un propósito en común une a los dirigentes sindicales Orlando Chirino, Frank Quijada y Alexis Polanco, como es lograr la construcción de la unidad entre todos los trabajadores para una nueva central en Venezuela, por lo cual proponen la convocatoria de un gran congreso unitario, con la participación de todos los delegados electos de manera transparente por las bases sindicales.

Un propósito en común une a los dirigentes sindicales Orlando Chirino, Frank Quijada y Alexis Polanco, como es lograr la construcción de la unidad entre todos los trabajadores para una nueva central en Venezuela, por lo cual proponen la convocatoria de un gran congreso unitario, con la participación de todos los delegados electos de manera transparente por las bases sindicales.

Un primer paso de este propósito es la marcha unitaria del próximo domingo 1° de mayo, en Caracas, que partirá a las 9 de la mañana, desde la avenida Francisco de Miranda, a la altura del Centro Comercial Lido, hasta la avenida Libertador.

A través del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario, el Sindicato y la Seguridad Social, así como también de sus sindicatos de base, están invitando a toda la clase laboral del país, sociedad civil y a todo el que quiera participar, pues esperan una movilización contundente, que tendrá la consigna de la autonomía, la independencia y la defensa de los derechos humanos de los trabajadores.

Por los momentos construyen este frente que procura no marcar diferencias entre los trabajadores, y abrir los caminos de la reconstrucción y organización del movimiento sindical venezolano. En esta ocasión fue presentado por Orlando Chirino, coordinador nacional del Movimiento Solidaridad Laboral e integrante del Frente Autónomo en Defensa del Empleo, el Salario, el Sindicato y la Seguridad Social; Frank Quijada, presidente del Sindicato Nacional de Trabajadores de Alimentos, Cerveceros, Refresqueros, Licoreros y Vinícola, además integrante de este frente autónomo; y Alexis Polanco, uno de los coordinadores regionales de la Unión Nacional de Trabajadores y miembro de la dirección nacional de la Corriente Clasista, Unitaria, Revolucionaria y Autónoma (Cecura).

Estos temas fueron tratados en la sección Desayuno en la Redacción, donde estuvieron presentes Laurentzi Odriozola Echegaray, director de Notitarde; Margarita Jiménez Márquez, miembro de la junta directiva; Alecia Rodríguez, editora diurna; Daniela Chirinos Arrieta, quien escribe La Ventana; y Marlene Piña Acosta, quien presenta el siguiente trabajo.

Orlando Chirino da inicio a la conversación señalando que están construyendo un frente que no diferencia a los trabajadores, independientemente de cómo piensan. «Particularmente en Venezuela hay mucha persecución y discriminación para los que piensan distinto a quienes dirigen el país. Hemos acordado realizar una marcha igual a la del pasado 5 de febrero. La marcha es convocada por este frente con todos sus sindicatos de base. Para que quede absolutamente claro, no la está convocando ningún partido político, ni de la Mesa de la Unidad, ni del chavismo. No la convoca ninguna central, ya que no son referencia para absolutamente nada. La convocatoria es para todos los trabajadores, sociedad civil, y para todo el que quiera participar. No se hace ninguna discriminación».

Chirino aprovecha para adelantar que cuatro banderas se levantarán ese día en la marcha, y precisa que la primera es el aumento general del 60% de sueldos y salarios, pues plantean que hay que recomponer el poder adquisitivo de los trabajadores, porque si no la economía tampoco se va a reactivar.

«Estamos absolutamente seguros que lo puede pagar el Gobierno. Es obvio que aquellos trabajadores que han recibido su convención colectiva no están involucrados. La segunda bandera es la revisión del salario mínimo. Acabamos de meter una demanda al Ministerio del Trabajo ante la Sala Constitucional del TSJ, ya que con un grupo de abogados estudiamos el artículo 91 de la Constitución, que establece que es una obligación del Estado revisar el salario y la garantía de ser suficiente, además de tener como referencia principal la cesta básica».

«Si tomamos el informe del Instituto Nacional de Estadística que dice que el salario mínimo subió a mil 460 bolívares fuertes y la cesta básica es el doble, estamos hablando que debería ser como mínimo de dos mil 800 bolívares fuertes. Pero no sólo es el contenido del aumento, sino el método. No estoy reivindicando a la tripartita, pero hay métodos suficientes para que los trabajadores, en una mesa, sentados con el Gobierno y con los empresarios, que en última instancia son los que garantizan empleo decente en este país, nos pongamos de acuerdo para discutir la revisión del salario mínimo».

«La tercera bandera es por el trabajo decente. En Venezuela, el Instituto Nacional de Estadística dice que el desempleo está en 8.9%, pero cuando se hace un balance de la población económicamente activa es de aproximadamente 13 millones, la mitad de ellos, son informales y la economía informal ni siquiera tiene Seguro Social. De ese sector, el 70% de los que trabajan ganan entre salario mínimo y menos de dos salarios. Si alguien tiene dudas que le pregunten a las enfermeras y enfermeros que ganan mil 490 bolívares fuertes, por lo que están en huelga de hambre. Pero además, desde hace más de cinco años, el Gobierno no produce empleo decente como dice la Organización Internacional del Trabajo (OIT). La cuarta bandera es un alto a la criminalización de la protesta. La figura de régimen de presentación que la fiscal imputa a los compañeros, porque salen a defender a los trabajadores, no existía. Y está hablando un dirigente sindical que está en el portón desde el año 1974».

«Es la bandera de libertad plena para tres compañeros que están en libertad condicional, porque no han cometido ningún delito. Ya Rubén González estuvo preso durante un año y siete meses, después lo sentenciaron por siete años, pero salieron corriendo al día siguiente, cuando vieron que se les iba a levantar la clase obrera y trabajadora de este país. Nosotros le hemos dicho al compañero que lo vamos a seguir acompañando, pero le sugerimos que se declare en rebeldía contra ese juicio, porque no se puede aceptar que un trabajador que vive en Ciudad Piar, se le meta un régimen de presentación en Caracas. ¿Quién le va a pagar para traerlo para acá? ¿Y dónde va a llegar? ¡Qué conciencia socialista!».

El dirigente sindical reitera que esas cuatro banderas acompañarán la marcha, además de pronunciarse contra las expropiaciones.

«Nosotros decimos abiertamente que control obrero o cogestión obrera si no tiene autonomía es un fraude. Y ésa es la razón fundamental del porqué las empresas básicas estarán presentes en la marcha. Viene una fuerte delegación encabezada por Rubén González ¿Por qué decimos la autonomía del movimiento sindical o su rescate? Porque no estamos de acuerdo en que se continúe llevando a los trabajadores a marchar detrás de sus verdugos».

Chirino destaca la importancia de la unidad entre los trabajadores, por lo cual hace un llamado a aquéllos que aún tienen confianza en el Gobierno, que según refiere, cada vez son menos.

«La unidad, la autonomía, la independencia y la defensa de los derechos de los trabajadores son nuestras banderas principales, por eso creemos que debemos unirnos, sin estar pidiendo cédula a nadie».

Luego de hacer este planteamiento, propone que los dirigentes sindicales de la CTV, que a su juicio, representan el pasado, deberían renunciar a sus cargos, y abrir un proceso desde abajo que lleve a un congreso unitario.

«Nosotros decimos que este ciclo debe cerrarse el primero de mayo. De allí la enorme responsabilidad que tenemos, y el llamado a la gente que viene de unas vacaciones largas, que salga a marchar para que nos vean juntos, porque ésa es la primera expresión a la que el Gobierno le tiene miedo. Si no somos capaces de eso, estamos liquidados. La definición de la marcha son sus consignas, los planteamientos que estamos haciendo y los oradores. Al principio planteamos que sería muy importante y lo vería muy bien el país, ponernos de acuerdo con un compañero. Nosotros planteamos el nombre de Rubén González como orador, porque es un ícono de la lucha y de las libertades».

En la lucha está el pueblo trabajador

Frank Quijada, quien tiene catorce años laborando en empresas Polar y diez años en el movimiento sindical, responde a la inquietud de cómo lograr lo que muchos llaman esta tercera vía que sea un aglutinador, por lo cual sostiene que el color y el partido de los sindicalistas deben ser el bienestar de sus trabajadores.

«Creo que allí está el punto de encuentro de los sindicatos. Nosotros tenemos que dar la lucha y más ahora, porque si algo pasó en el gobierno de Chávez es que le abrió los ojos a todo el pueblo, y también está incluido el pueblo trabajador, que actualmente está votando, lo cual ha llevado a nuevos líderes. Yo soy parte de esa transformación que se está haciendo en el sindicalismo venezolano», expone Quijada.

Aclara que nunca perteneció a ningún sindicato, ni militó directamente en ningún partido, pero que llegó gracias a las injusticias que cometieron los sindicatos de la cuarta República.

Frank Quijada se inició en el movimiento sindical en el año 2000, aunque admite que le daba vergüenza decir que era sindicalista, porque «era sinónimo de ladrón y de todos los antivalores que pudieran existir». Sin embargo, reconoce que actualmente hay un movimiento que se fortalece con muchos líderes del pasado que son buenos, y una nueva sangre que viene a levantarse ahora, levantando con ello las banderas de la libertad sindical, democracia, justicia, y que sienten el dolor del pueblo trabajador.

«Estamos del lado de los trabajadores, y cuando un hombre se cae lo ayudamos a levantarse. Como dice una consigna que tenemos somos hacedores de sueños y constructores de la esperanza. Creo que el movimiento sindical con el nuevo liderazgo y experiencia podemos hacer una central que no esté arrodillada a ningún gobierno, ni partido. Una central de trabajadores tiene que ser fuerte, estar del lado del pueblo, que vaya de la mano de los intereses del pueblo y no de los intereses del partido».

«Si nosotros tuviéramos una central fuerte, el Gobierno no estuviera haciendo lo que hace con los enfermeros y enfermeras, porque ya hubiésemos llamado a un paro, y tuviéramos toda la fuerza para hacerlo, pero hoy estamos en desbandada. Pero creo que desde el año pasado y en noviembre lo ratificamos, el movimiento sindical ha venido uniéndose. Incluso, yo vengo de las filas del chavismo a través de la Fuerza Bolivariana, y pienso que comenzamos a refundar un movimiento sindical que verdaderamente tenga credibilidad ante los trabajadores, y no los vuelva a defraudar. Yo creo en ese camino».

«La empresa Polar es exitosa porque tiene quien les duela, es una empresa capitalista pero invierte mucho en lo social, pero lo hemos logrado por los sindicatos junto con la empresa», destaca al hacer énfasis en que está en contra de las expropiaciones forzosas del Gobierno.

Debate con corrientes chavistas

Alexis Polanco interviene para adicionar que no tenemos un movimiento sindical preparado para asumir los retos que se le avecinan al país.

Polanco tiene 25 años militando en el movimiento sindical, luchando por la defensa de los intereses de la clase obrera y por la construcción de un país, donde exista respeto a las libertades democráticas, a los intereses de la clase obrera, y donde haya justicia social.

«Éste es un Gobierno muy habilidoso, que a través de la propaganda y de sus medios, ha tenido al país muy entretenido. Es un Gobierno que se ha venido caracterizando como obrerista y socialista, pero se quitó la máscara, porque tuvo amplia mayoría en la Asamblea Nacional, y no se aprobó la Ley Orgánica del Trabajo, ni la Ley de Seguridad Social, a pesar de tener catorce disposiciones transitorias en la Constitución de 1999. Este Gobierno no tiene ningún tipo de intención de discutir ninguna de las contrataciones colectivas. Yo emplazo a todas las corrientes sindicales del chavismo a realizar un debate abierto para hablar sobre la situación económica del país, la crisis agrícola, las empresas expropiadas, y la crisis eléctrica, porque tendremos que calarnos apagones por más de cinco años».

Polanco entró al puerto de Puerto Cabello en el año 2006, de allí que lo conoce bien. «Cuando ese puerto fue tomado por el Estado, incluso, lo tomaron con un camuflaje, cuando le montaron una emboscada a trece trabajadores, por lo cual nos vimos en la obligación de paralizar el puerto por seis días. Después de su toma entre junio y julio de 2009, la situación se ha agravado. Una gran cantidad de maquinarias que fueron expropiadas están totalmente abandonadas. Cada doce o catorce días entraban entre doce y quince buques, pero el promedio ha bajado considerablemente. Por otro lado está la situación de vialidad del puerto, es sumamente grave el sistema de señalización. En los últimos dos años se han matado tres trabajadores y todavía no se ha solucionado la situación de los familiares. El problema del alumbrado es sumamente grave, el proceso de carga y descarga de buques se ha complicado cada día más. Anteriormente, un buque lo descargaban en un promedio de cuatro o cinco días, y ahora tarda catorce o hasta veinte días. Una gran cantidad de empresas navieras que hacen negocios internacionales y circulan por todos los puertos del mundo, se viene negando a traer cargas al puerto, por la situación grave en que se encuentra desde el punto de vista operativo. El proceso de retención de la carga es muy lento, nosotros teníamos una campaña muy fuerte desde el año 2006, cuando le veníamos planteando al sector privado que no era posible que un contenedor fuera retenido hasta 90 días, lo cual se ha complicado.

-¿Ustedes estarían de acuerdo con un congreso unitario?

-¡Claro! ¿De dónde sale el congreso unitario? Cuando digo transparencia es para que los trabajadores de cada sector escojan a sus delegados. ¿Qué le cuestionamos a Manuel Cova? Que no tuvo el valor de pararse y decir: «Se acabó el paro. Nos equivocamos». Fue el primer error y el segundo que se dividieron todos. Con todo el desastre que ha hecho el Gobierno dónde está Cova, actual secretario general de la CTV. ¿Qué decimos nosotros? ¡Que vengan todos! No tenemos nada contra Cova, sino construir la unidad con todos los trabajadores, aclara Orlando Chirino.

«Empresas como Alcasa, Venalum, Carbonorca y Bauxilum tienen cuatro años sin contratación colectiva, mientras que Sidor va para dos años», asegura Orlando Chirino, quien cuestiona que a los trabajadores de la administración pública desde diciembre de 2004, no se les discute su contrato marco.

«La idea de revisar el salario mínimo era para mover los tabuladores para el resto de los trabajadores, pero no se han movido. A los trabajadores que laboran con Jorge Giordani en el Ministerio de Finanzas tampoco les han discutido el contrato. A los enfermeros y enfermeras, que es el contrato del sector salud, creo que llevan diez u once años, porque lo que terminan discutiendo son actas convenio con sindicalistas».

«A los trabajadores petroleros se les vencía el contrato el 21 de enero, y lo movieron para el 21 de octubre. Antes la duración era de dos años y ahora la pasaron a tres años, lo cual violenta el artículo 89 de la Constitución. Lo más grave es que les quitaron el comisariato. La tarjeta de alimentación hoy costaría 6 mil 200 bolívares fuertes, pero se las cambiaron por una electrónica de mil 700 bolívares fuertes, con la obligación de que todos los primeros de abril tiene que revisarse, pero en 2010 no se revisó, y este año se hizo la semana pasada. Además tenían una cláusula de evaluación por desempeño, la cual no se discutió más nunca. Las elecciones sindicales de Edelca que recién terminaron, a los de las dos mesas más grandes los obligaron a votar en una Guarnición, y en el Metro de Caracas, a la medianoche, se llevaron las cajas, porque y que había un problema de inseguridad. Habían llegado de tercero y se pusieron de primero. Y a los dirigentes que reclamaron los empezaron a botar», concluyó Orlando Chirino.

Autonomía y democracia sindical

(Daniela Chirinos Arrieta).- Orlando Chirino, Frank Quijada y Alexis Polanco llevan décadas luchando por los derechos de los trabajadores, ahora desligados de la Fuerza Bolivariana laboral en las que militaron por un tiempo, pues consideran que el movimiento sindical demanda unidad autonomía, y democracia con una visión internacional, factores que asumen como el eje principal para que el país salga adelante.

Así lo comentó Chirino (Coro, estado Falcón), quien a los 16 años de edad, se sumó al MIR del que luego desertó cuando «ellos se fueron al MAS y yo al Partido Socialista de los Trabajadores», la cual también abandonó y empezó en el troquismo internacional. Además, formó parte del Partido de la Revolución Socialista, y estuvo ligado a la Fuerza Bolivariana de los Trabajadores (FBT), «más no al chavismo. Nunca milité en el MVR pero si hice una experiencia sindical y apoyé al Presidente hasta el 2006», aclara.

Y comenta que esta ruptura ocurrió mientras laboraba en Pdvsa (2003-2007). «Me botaron por estar en contra de la Reforma Constitucional, y porque empecé a ser una piedra en el zapato para los sindicaleros que abandonaban la defensa de los trabajadores para adquirir cargos», afirma.

Dos cosas me hicieron tomar esa decisión -agrega- la primera, que el Presidente afirmó que la autonomía del movimiento sindical era un veneno contrarrevolucionario de la IV República; y la segunda, fue la Reforma Constitucional, que entregaba poder a un solo hombre.

Desde diciembre de 2000, Frank Quijada (Yaguaraparo, estado Zulia) milita en el movimiento sindical. «Las injusticias que cometía un sindicato arrodillado ante el patrono en empresas Polar en contra de los trabajares, nos llevó a varios muchachos a lanzarnos a esta aventura que ganamos», dice.

También estuvo en la FBT, pero desde el 26 de septiembre de 2010 «me enfrenté al Presidente» porque quería expropiar Polar Barquisimeto y Los Cortijos (donde trabaja) para hacer casas.

«Cada vez que el Gobierno expropia una empresa, es como si comprara una máquina para arruinar a los trabajadores. Lo que tenemos hoy es un país rico con una máquina de hacer pobres. Si me ponen a escoger entre el Presidente y los trabajadores, yo me quedo con los empleados», expresa.

Alexis Polanco, desde hace 18 años participa en la corriente Cecura, lleva 26 años en el Movimiento Obrero y acompañó al Presidente hasta el 2006. «Éste es un Gobierno que se dice obrerista pero aun teniendo amplia mayoría en la anterior AN, no se aprobaron importantes leyes laborales, además, en el marco de la Constitución de 1999, todavía hay una deuda pendiente con la clase obrera».

Finalmente, Chirino invitó a la corriente sindical a unirse en una sola fuerza

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *