Honduras: ¡Golpistas fuera del gobierno y a la cárcel!
Estados Unidos, con Obama a la cabeza sigue intentando apuntalar a los golpistas para lograr una «solución» antidemocrática. El intento de Zelaya de entrar a Honduras no pasó de un show mediático. El presidente se hizo filmar y se sacó fotos entrando a Honduras. Pero salió nuevamente a las dos horas. Zelaya no hizo lo que prometió: entrar y afrontar las consecuencias, que podría haber sido su arresto, lo que hubiera colocado en un gran aprieto a los golpistas.
Estados Unidos, con Obama a la cabeza sigue intentando apuntalar a los golpistas para lograr una «solución» antidemocrática. El intento de Zelaya de entrar a Honduras no pasó de un show mediático. El presidente se hizo filmar y se sacó fotos entrando a Honduras. Pero salió nuevamente a las dos horas. Zelaya no hizo lo que prometió: entrar y afrontar las consecuencias, que podría haber sido su arresto, lo que hubiera colocado en un gran aprieto a los golpistas.
Los golpistas, por su parte, no se animaron a arrestarlo, por la enorme debilidad interna que tienen, temiendo siempre el estallido insurreccional popular. Todo quedó en un amable cambio de palabras entre un coronel golpista a cargo de custodiar la frontera y el presidente Zelaya, antes que este último se volviera a Nicaragua.
Zelaya dijo luego que tiene muchas formas de ingresar a Honduras, incluso con helicóptero. Pero, en vez de hacerlo, se instaló en un campamento en territorio nicaragüense, pegado a la frontera con Honduras.
Pese a su timidez, este gesto de Zelaya de caminar dos pasos dentro de Honduras, fue calificado de «apresurado» por Hillary Clinton que sigue empeñada en que el tiempo corra hasta que todos acepten su plan. Ordenado por la batuta imperial, el secretario general de la OEA José Manuel Insulza declaró que “Nosotros estamos a favor de que retorne al país, pero no podemos aceptar que sea de esta manera” (ya que abrió la boca, podría haber aclarado de qué manera podría haber regresado Zelaya según la OEA ). Y también, el “mediador” Oscar Arias, presidente de Costa Rica, el principal títere de los yanquis en América Central, afirmó: «Ese no es el camino para logar la reconciliación», e invitó nuevamente a las partes que retomen el diálogo para arribar a una decisión consensuada.
Recordamos que fueron los golpistas los que rechazaron la propuesta de Oscar Arias, el presidente costarricence que fue designado como mediador. La propuesta había sido aceptada por la delegación de Zelaya. Esta aceptación constituía una traición a la lucha democrática del pueblo hondureño. Establecía la vuelta de Zelaya a la presidencia pero en condiciones inadmisibles. Ya que prohibía cualquier consulta sobre Asamblea Constituyente, le quitaba el mando de las Fuerzas Armadas que pasaban a manos de la golpista Corte Suprema, dictaba la amnistía para los golpistas y un gobierno conjunto con ellos. Este es el plan del imperialismo. Ahora oficialmente, Estados Unidos dejó de reclamar «retorno de Zelaya a la presidencia», para exigir «que se cumpla el plan de Arias». Lo mismo dice el loro Insulza. Y el Mercosur, reunido en Paraguay, se negó a invitar a Zelaya y declaró “su apoyo a la mediación de Arias”. Aunque para conservar las formas afirmó que “no reconocerá al gobierno que salga de elecciones organizadas por los golpistas”. Promesas huecas, mientras apoyan a Arias, es decir a Estados Unidos.
Aunque la delegación de Zelaya en Costa Rica había aceptado esa propuesta, el Comando de la Resistencia en Costa Rica y el pueblo en la calle la rechazó.
En esta situación se puede ver claramente que toda la negociación fue una trampa tendida por Estados Unidos, Hillary Clinton, Obama y su títere Arias e Insulza, para desmontar la movilización popular para imponer una salida que preserve a las instituciones antipopulares golpistas como la Corte Suprema , el Parlamento y la cúpula militar, e impida la Constituyente en Honduras. Es decir que se impida el derecho soberano del pueblo hondureño a resolver democráticamente si quiere otra Constitución, si quiere terminar con la propiedad terrateniente de la tierra, con el dominio de las multinacionales y con el sistema de superexplotación de las “maquilas” (empresas que fabrican textiles y otros insumos para el mercado norteamericano casi sin pagar impuestos internos y utilizando mano de obra a bajísimo costo).
Si Micheletti y compañía rechazaron la propuesta, a pesar de las enormes concesiones, es porque igualmente temen por su cabeza. Comprobaron, después de casi un mes de movilizaciones permanentes, de que el pueblo se negó a retirarse de las calles pese a toques de queda, amenazas, arrestos y asesinatos, que exige ahora Asamblea Constituyente soberana para desmontar el sistema de dominación oligárquica y castigo a los golpistas. La huelga general del jueves y viernes logró paralizar gran parte del país e incluso un sector de la policía se declaró en huelga por reclamos salariales alegando que estaban “trabajando demasiado”. Y el comando del Ejército declaró su adhesión al plan de Arias (desairando a Micheletti).
Fue el pueblo hondureño el que con su continuada movilización impidió hasta ahora el pacto antidemocrático que pretendía imponer el imperialismo.
¡Es necesario todo el apoyo de los pueblos latinoamericanos y del mundo hasta su triunfo! En vez de dar crédito a las supuestas “buenas intenciones” de del gobierno de Obama, Chávez, Raúl Castro y los demás gobiernos de la Alianza Bolivariana de los Pueblos, tienen el deber de llamar a una gran movilización continental contra los golpistas, contra la propuesta antidemocrática de Arias-Clinton-Obama y contra la intromisión norteamericana para sostenerlos.
¡Viva la lucha del pueblo hondureño!
¡Bloqueo total a los golpistas!
¡Fuera la base militar yanqui de Honduras!
¡Fuera los golpistas! ¡Que vayan a la cárcel!
mlamas@izquierdasocialista.org.ar