Honremos la memoria de una madre combativa
En marzo de 2006 este semanario, a través del correo electrónico madrevenezuela@yahoo.es, lanzó un llamado a la opinión pública venezolana y particularmente a la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, a no continuar con la cerviz inclinada ante los dictámenes estadouinidenses celebrando como “Día de la Madre” una fecha impuesta por alguien de aquel país a quien se le ocurrió conmemorar el aniversario luctuoso de su progenitora.
En marzo de 2006 este semanario, a través del correo electrónico madrevenezuela@yahoo.es, lanzó un llamado a la opinión pública venezolana y particularmente a la Asamblea Nacional de la República Bolivariana de Venezuela, a no continuar con la cerviz inclinada ante los dictámenes estadouinidenses celebrando como “Día de la Madre” una fecha impuesta por alguien de aquel país a quien se le ocurrió conmemorar el aniversario luctuoso de su progenitora.
Desde esa fecha (mayo de 1906) muchos países “celebran” el denominado “Día de la Madre”, sin hurgar en sus orígenes, sino sumándose a la voraz competencia comercial que este día representa en el mundo de la oferta y la demanda. A propósito de tal “celebración” dijimos:
A decir verdad, si queremos liberarnos de la vacuidad de tantas y tan simiescas celebraciones que convierten algunos días del calendario en desenfrenada competencia mercantil, debiéramos comenzar por eliminarlos en la misma medida en que cimentemos auténticos valores en las nuevas generaciones”
Lejos de esto, lejos de prestar oídos al llamado lanzado por Temas de Venezuela (31 marzo 2006), la respuesta ha sido el más absoluto silencio, tanto de la A. N., como de otros organismos relacionados con la mujer y la familia (a los cuales dirigimos comunicación directa).
FORJEMOS VALORES CON ESPÍRITU CRITICO
No sabemos si por una actitud apática e indiferente, o por la comodidad acrítica de sumarse a los ritos, vengan de donde viniesen, nuestra iniciativa –entusiastamente respaldada por Temas de Venezuela- ha sido sepultada en el olvido. La rescatamos hoy, porque nunca claudicamos en las batallas.
Nos atreveríamos a proponer que en el calendario venezolano se eliminasen todas esas celebraciones vacuas como “el día de la madre”, “el día del padre”, “el día del niño”, en fin, todo lo que en la vorágine capitalista equivale a consumo y más consumo, a desesperación de los incautos por no poder situarse a nivel de competencia en el submundo de forzados regalos.
Pero como tal propuesta sería demasiado osada cuando, a través de las “formas ocultas de la propaganda”, ha penetrado la mente de todas las capas sociales de Venezuela y se consideraría una irreverencia suprimirla del almanaque, nos hemos limitado a proponer su sustitución por una fecha o un acontecimiento que no estén ligados a los dictámenes yanquis.
Ya lo dijimos en estas páginas en marzo de 2006: “Proponemos que, en lugar de continuar practicando en Venezuela el luctuoso rito por una difunta estadounidense, al menos se rinda homenaje en nuestro país a una mujer que se haya identificado con las luchas del pueblo, librado batallas por transformar la realidad social, forjado en sus hijos sentimientos de solidaridad, de rebeldía frente a los opresores, de dignidad ante el atropello infamante, de heroísmo para izar las batallas del combate; en fin, una mujer que lejos de sumergirse en pasivo dolor cuando las fuerzas represivas encarcelaron, maltrataron y asesinaron a sus hijos, se haya erguido con valentía y heroísmo, recorriendo cárceles, trazando a otras madres el sendero de la solidaridad y sufriendo prisión ella misma sin arredrarse ni doblegar su espíritu”.
En no pocas mujeres venezolanas están plasmadas muchas de estas características, pero si hay alguna que las reúna todas por su espíritu de combatividad y solidaridad, ella es Magdalena Negretti, madre del legendario Comandante Baltasar (Elías Ojeda Negretti) y de Francisco Ojeda Negretti, cuyas armas de combate se alzaron en las guerrillas del 60 contra un régimen exterminador irónicamente denominado “democracia”.
Proponemos la fecha de su nacimiento: 22 de julio de 1915, en Valencia (Carabobo) como fecha del “Día de la Madre” en Venezuela, si es que nos resulta imprescindible mantener tal celebración en nuestro calendario. Su solidaridad, su espíritu indoblegable, su carácter militante, la hacen merecedora de este honor.
¿Acaso no permanece imborrable en tantas madres venezolanas su vocación maternal al acoger en su “Kinder Tío Conejo”, parroquia San José, a hijos de perseguidos políticos, de mujeres trabajadoras o de escasos recursos? Madre heroica y solidaria, discreta luchadora clandestina, Magdalena falleció en Caracas el 21 de julio de 2001.
Renovamos nuestra solicitud ante la Asamblea Nacional y hacemos un llamado a la opinión pública venezolana acerca de esta iniciativa. Vigente sigue nuestra propuesta formulada en el año 2006 y ratificamos el punto de contacto –arriba indicado- para expresar apoyo a la misma.