6 diciembre, 2024

Indígenas ecuatorianos acusan a Correa de traicionarlos

Los indígenas ecuatorianos decidieron que se acogerán al derecho a la resistencia ante el gobierno del presidente Rafael Correa, al que acusan de haber traicionado sus principios. El presidente ecuatoriano ratificó no estar dispuesto a dialogar con los pueblos indígenas, y más bien les exigió que acaten su autoridad.

Los indígenas ecuatorianos decidieron que se acogerán al derecho a la resistencia ante el gobierno del presidente Rafael Correa, al que acusan de haber traicionado sus principios. El presidente ecuatoriano ratificó no estar dispuesto a dialogar con los pueblos indígenas, y más bien les exigió que acaten su autoridad.

El presidente de la Confederación de Nacionalidades Indígenas (Conaie) Marlon Santi dijo el viernes que «no vamos a desestabilizar al país, vamos a ir por la vía democrática, la vía democrática faculta la resistencia».

Describió la resistencia como «salir a las calles, toma de avenidas, toma de parques centrales, como lo hicimos en los años noventa, porque sólo así nos han escuchado los gobernantes».

Añadió que «el sentir de (los indígenas) que el gobierno ha traicionado los principios y… que no hay un cambio absolutamente en ningún sentido en el país».

Al menos 400 delegados de la Conaie, la más importante organización de indígenas del país, permanecen en Ambato, el centro del país, para decidir si reanudan diálogos con el gobierno o si realizan una protesta nacional.

Los indígenas están inconformes con las propuestas de leyes de agua, minería y educación intercultural bilingüe promovidas por el gobierno, porque dicen que no fueron consultados a pesar de que afectan su modo de vida.

El presidente, consultado en la víspera en canal uno si estaría dispuesto a dialogar con los indígenas, respondió «no, personalmente no, y además tampoco para perder el tiempo».

«No voy aceptar exigencias que sólo (quieren dialogar) con el presidente, basta, por favor la democracia también exige respeto, educación e institucionalidad», aseveró el mandatario.

Acerca de la posible intervención de mediadores internacionales para acercar posiciones del gobierno con los indígenas, Correa dijo que «no podemos caer en esas ridiculeces, no somos hacienda de nadie, podemos convivir adecuadamente sin tener patrones, ni observadores extranjeros».

Añadió que al movimiento indígena «hay que demostrarle su incoherencia, la posición del gobierno es muy fuerte, si fuéramos débiles ya nos habrían desestabilizado».

En la década de los 90, la Conaie consiguió paralizar al país con sus protestas, caracterizadas por bloqueos de vías con grandes troncos y piedras, y sus luchas pusieron en jaque a los gobiernos neoliberales. Correa llegó a la presidencia como parte de ese proceso de rechazo a los políticos de la derecha tradicional, pero ha terminado emulando muchos de los métodos de sus antecesores.

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